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“Cirujanos” muy movidos y voraces

“Cirujanos” muy movidos y voraces

“Cirujanos” muy movidos y voraces

Por repulsiva que les parezca la idea a algunos, vuelve a la práctica médica un “cirujano” muy eficiente e higiénico: el humilde gusano. La revista The Journal of the American Medical Association (JAMA) reseña un estudio piloto realizado por doctores del Reino Unido con doce pacientes cuyas piernas estaban ulceradas. A seis de ellos les aplicaron el acostumbrado hidrogel, y a los otros seis, gusanos. *

“Al cabo de solo tres días, las heridas de los seis pacientes que recibieron tratamiento larvario [con gusanos] quedaron limpias”, informa JAMA. De los que recibieron la terapia tradicional, “únicamente dos tenían limpias las heridas después de un mes; los otros cuatro requirieron atención adicional”. La revista médica británica The Lancet afirma que el empleo de gusanos “puede requerir muchos menos días que los tratamientos clásicos”, y añade que “cuesta solo un poco más de la mitad que el hidrogel”.

Digamos que se desea aplicar gusanos a una herida necrosada; entonces, explica JAMA, se colocan en ella larvas desinfectadas (por supuesto, solo de especies que no atacan el tejido sano). A continuación se cubre con una malla fina de nailon y una gasa absorbente para retener el tejido muerto que se disuelva. Cuando las cresas están saciadas, se desechan y reemplazan con otras nuevas, hasta que la herida queda limpia por completo. Posteriormente, el riego sanguíneo que llega al tejido sano fomentará el crecimiento de carne nueva.

“Ningún paciente ha rechazado los gusanos”, asevera el cirujano vascular Michael Walker. Y añade: “Los remilgos vienen del personal, no del paciente”. El tratamiento larvario no solo se emplea en algunos centros médicos del Reino Unido, sino también de Estados Unidos y Canadá. De hecho, un cirujano citado en The Lancet dijo que “en Estados Unidos los pacientes que lo solicitan son muchos más que los facultativos dispuestos a aplicarlo”.

Este procedimiento se descubrió por accidente. La revista Science World señala que, “al atender a los soldados en el campo de batalla, los médicos notaron que las heridas infestadas de gusanos tendían a sanar antes que las limpias. Así nació el tratamiento larvario”. Hoy día se practica en cientos de hospitales estadounidenses y europeos.

[Nota]

^ párr. 2 Este procedimiento no es lo mismo que el empleo de sanguijuelas para extraer sangre. Véase La Atalaya del 1 de diciembre de 1983, pág. 31.

[Ilustración de la página 22]

Varias larvas en un dedo (tamaño natural)

[Reconocimiento]

Derechos fotográficos SMTL, http://www.smtl.co.uk/

[Ilustraciones de la página 22]

Antes

Después

[Reconocimiento]

Fotos de R. Sherman, University of California, Irvine