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De nuestros lectores

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La historia Les escribo con relación al tema de portada: “¿Qué debemos aprender de la historia?” (8 de marzo de 2001). Los artículos son de los más brillantes que he leído, y no pude soltar la revista hasta terminarla. No deja de asombrarme la abundante investigación que hay detrás de cada número, así como la cantidad y la calidad de la información.

M. C., Estados Unidos

Enfermedad debilitante Muchas gracias por el artículo “Mi lucha con una enfermedad debilitante” (8 de marzo de 2001). Comencé a padecer cistitis intersticial cuando tenía 18 años. Las limitaciones que me ha impuesto esta dolencia han sido una constante preocupación. He llegado a pensar que me falta aguante, y he tenido que hacer frente a sentimientos de inutilidad. Cuando leí el artículo, desahogué emociones reprimidas por años. Saber que la cistitis intersticial también fue una traba para Tanya Salay me ha ayudado a ver las cosas con mejor actitud.

B. Y., Estados Unidos

Mis problemas pierden toda importancia cuando leo relatos como ese. Quiero que Tanya Salay sepa que estoy muy orgullosa de ella y que me alegra que siga confiando en Jehová en vez de optar por quitarse la vida. Su esposo también merece encomio por el apoyo que le da.

I. W., Estados Unidos

Les agradezco en gran manera esos relatos, pues aunque no tengamos las mismas dolencias, nos ayudan a ser más comprensivos con quienes las padecen.

C. L., Estados Unidos

Amor no correspondido Mientras leía el tema “Los jóvenes preguntan... ¿Cómo rechazar a un pretendiente?” (22 de marzo de 2001), recordé el dolor de haber vivido la experiencia en carne propia. No hice caso de mis sentimientos, y nuestro matrimonio fracasó. Es tal como dijo el artículo: “La compasión es un fundamento muy débil sobre el cual basar el matrimonio”.

A. M., Estados Unidos

Cierto joven me pidió que saliera con él, pero como nuestras metas eran distintas, no acepté. No obstante, volvió a declararme sus sentimientos. Me sentía en un laberinto, con miedo a quedarme sola si lo rechazaba. Entonces leí el artículo y puse en orden mis sentimientos. Sé que tomé la decisión correcta.

S. N., Japón

Tres días antes de recibir la revista, un joven me dijo: “Me gustaría conocerte mejor”. Estaba confundida, pues aunque el chico me atraía, sabía que yo no tenía edad para citas románticas. Ahora que he leído el artículo y he repasado el de “Los jóvenes preguntan... ¿Y si mis padres creen que soy demasiado joven para salir con alguien?” (22 de enero de 2001), sé lo que debo hacer.

R. S., Estados Unidos

Pensé que había tomado una buena decisión cuando me comprometí. Mis padres y otros amigos cristianos maduros opinaban que no era la mejor elección, pero no les hice caso. Después de poco más de un mes, rompí con mi novio. Si al menos hubiera tenido el valor de decir no antes de que las cosas hubiesen llegado tan lejos, él y yo nos habríamos ahorrado muchos dolores.

V. T., Italia

El aparato circulatorio Hace poco me sometí a una operación del sistema linfático y me salió un edema. Me tranquilicé después de leer el reportaje “El maravilloso aparato circulatorio” (22 de marzo de 2001), que al final explicaba la causa de tal hinchazón.

M. R., Italia