“El día más feliz de nuestra vida”
“El día más feliz de nuestra vida”
LA BODA es una ocasión dichosa. Muchas parejas sostienen que el día que contrajeron matrimonio fue el más feliz de su vida. Sin embargo, a veces es también uno de los más agotadores, pues conlleva una enorme tensión y cansancio para los contrayentes y sus familias, quienes han de tomar un gran número de decisiones y realizar un sinfín de preparativos. Además, los novios tienen que recibir a mucha gente ese día.
La boda marca el comienzo de una nueva vida no solo para los recién casados, sino también para sus familias. Dado que el casamiento de una hija, un hijo, una hermana o un hermano a menudo implica que un ser querido funde su propio hogar, los familiares suelen tener sentimientos encontrados.
Como las costumbres nupciales varían de un lugar a otro y no podemos mencionarlas todas, estos artículos se centrarán en lo que sucede en el mundo occidental y países afines, donde casarse tal vez resulte muy caro. Algunas personas gastan una pequeña fortuna el día de la boda especialmente en alquilar un salón o un restaurante para celebrar la recepción y tomar una comida. En Italia casarse cuesta por lo general más de 10.000 dólares, y en Japón, así como en otros lugares, la cifra puede elevarse aún más. Quienes por lo general pagan la cuenta no son los novios, sino sus padres.
Los casamientos constituyen un gran negocio. Muchas empresas promocionan la boda “perfecta”, en la que no falta nada porque, al fin y al cabo, insinúan, “este es el día más feliz de su vida”. Para que el gran día sea “perfecto”, ofrecen un gran número de productos y servicios “esenciales”, tales como invitaciones personalizadas, un traje de novia de ensueño, vestidos de fiesta para las damas de honor y esmóquines para el séquito del novio, flores, limusinas, tal vez un restaurante donde celebrar el banquete, un fotógrafo, una banda de música y demás. La lista de todo cuanto pueden desear los novios, así como la lista de gastos, a menudo hacen temblar a los padres.
En algunas sociedades, la observancia de las tradiciones es muy importante, de ahí que en algunas de ellas se espere que los novios cumplan con toda una serie de costumbres establecidas. En fin, hay muchos detalles que tener en cuenta y poco tiempo para organizarlo todo.
Sea que la planificación de una boda parezca una tarea emocionante o desalentadora, cuando se tiene en cuenta lo que implica, surgen algunas preguntas: ¿qué supone casarse hoy en día? ¿Son necesarios todos los aspectos mencionados a fin de celebrar una boda “como debe ser”? ¿Cómo superar las dificultades que se presenten y cómo sobrellevar la tensión emocional?
A pesar del estrés, muchas personas han planeado bien el día de su boda y han disfrutado de la ocasión. Su experiencia ayudará a quienes se estén preparando para dicho acontecimiento. Por otro lado, hay principios bíblicos que pueden contribuir a que ese día resulte agradable, feliz y edificante para todos.