Observando el mundo
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Cadena perpetua en la colmena
“Las abejas africanas han ideado una táctica singular, pero muy eficaz, para defenderse de los intrusos: encerrarlos en las celdas de sus panales —dice la revista New Scientist—. Con esta política penitenciaria mantienen a raya a los parásitos y, si es necesario, ganan tiempo para huir.” Un equipo de investigadores “ha estudiado cómo se defienden las abejas sudafricanas del pequeño escarabajo de la colmena (Aethina tumida), que es la mitad de su tamaño”. Peter Neumann, uno de los investigadores, señala que el escarabajo es “como un tanque de combate”, por lo que las abejas solo pueden protegerse encarcelándolo. “Mientras algunas de ellas edifican la prisión, otras montan guardia para que no escapen los insectos”, explica Neumann. La materia prima que emplean en su construcción —que tarda hasta cuatro días— es la resina que recolectan de los árboles. Las abejas de origen europeo, entre ellas las norteamericanas, no cuentan con esta estrategia de defensa. Así que cuando el escarabajo, introducido por accidente en Estados Unidos hace unos cinco años, invade una colmena, esta se halla “prácticamente condenada”.
Seres vivos que miden la contaminación
Las lombrices de tierra son ideales para medir la contaminación del aire y del suelo, afirma el zoólogo Steve Hopkin. Estos humildes gusanos, además de ser baratos y abundantes, detectan mejor los contaminantes que los sofisticados mecanismos artificiales. Para medir la calidad del agua, se emplea el mejillón común. El detector mejillonero (musselmonitor), aparato del tamaño de un cubo que contiene ocho mejillones, ya se ha utilizado con buenos resultados en los ríos Rin y Danubio. “Si hay un aumento repentino de la concentración de un contaminante, los mejillones lo detectan”, dice Kees Kramer, inventor del artefacto. Este molusco reacciona ante miles de sustancias tóxicas cerrando su concha, lo que dispara la alarma del detector. La principal ventaja de tales dispositivos es que miden el efecto que produce la contaminación en los seres vivos, informa el diario español El País.
Niños soldados
“Más de trescientos mil niños soldados —algunos de tan solo siete años— luchan en 41 países de todo el globo”, comunica la agencia Associated Press. La edad de la mayoría oscila entre los 15 y los 18 años. “La Coalición para Acabar con la Utilización de Niños Soldados señala que además de ponerlos en primera línea de combate, los utilizan para descubrir minas terrestres o como espías, porteadores o esclavos sexuales.” A menudo se les administran drogas a fin de convertirlos en unos temerarios. Los que rehúsan tomarlas son asesinados, dijo un soldado rebelde de Sierra Leona de 14 años. Un joven norteafricano que participó en un enfrentamiento en 1999, cuando tenía 15 años, relató: “Pusieron a los de 15 y 16 años en primera línea mientras el ejército se retiraba. Yo estaba en el frente con otros cuarenta chicos. Después de combatir durante veinticuatro horas, vi que solo quedaban vivos tres de mis amigos, así que regresé corriendo”. El informe de la coalición indica que los gobiernos reclutan niños por “las ventajas que ofrecen: son baratos, reemplazables y se les puede programar con facilidad para que maten sin temor y obedezcan sin cuestionarse nada”.
La traducción bíblica bate un nuevo récord
“La Biblia ya está disponible, completa o en parte, en 2.261 idiomas, veintiocho idiomas más que hace doce meses”, informa la Sociedad Bíblica Británica. Por otro lado, la Biblia “completa está traducida en 383 lenguas, trece más que hace un año”. Además, los volúmenes completos, bien sea de las Escrituras Hebreas o de las Griegas, llamadas también Viejo y Nuevo Testamento, están al alcance del público en 987 idiomas.
Un nuevo elemento pesado
El periódico alemán Süddeutsche Zeitung señala que los químicos tienen “un nuevo elemento con el que experimentar: el hassio, un metal pesado”. Los científicos del Instituto de Investigación de Iones Pesados de Darmstadt (Alemania) han logrado fusionar por primera vez átomos de hassio con oxígeno, lo que ha dado lugar a un nuevo compuesto químico. El hassio, que debe su nombre al estado alemán de Hesse, fue creado artificialmente por físicos nucleares en 1984. Tanto el metal como su nuevo compuesto son radiactivos, inestables y de vida corta, por lo que, de momento, carecen de valor práctico.
Peligros de las transfusiones de sangre
“De acuerdo con la normativa sanitaria [de Nueva Gales del Sur], 1 de cada 3 transfusiones administradas no debió efectuarse”, informa el diario australiano Sydney Morning Herald. “Según esta pauta, las transfusiones deben suministrarse cuando la concentración de hemoglobina del paciente sea igual o menor que siete.” El doctor Ross Wilson, quien dirigió el estudio sobre el uso de la sangre en el que se basa el diario, indicó que “una transfusión innecesaria podría matar al paciente provocándole un paro cardíaco”. En una investigación que realizó seis años antes, halló que “cerca de 18.000 [australianos] mueren al año debido a las complicaciones ocasionadas por el tratamiento médico recibido”. Por tal razón, aconseja recordar a los facultativos la normativa sanitaria siempre que vayan a transfundir sangre, así como informar a los pacientes de dicha normativa a fin de que le pregunten a su médico directamente.
Grave penalización por difundir pornografía en la Red
“El más alto tribunal penal de Alemania dictaminó [...] que difundir pornografía infantil por Internet es lo mismo que distribuirla de forma impresa, por lo que la pena será de quince años de cárcel —informa la agencia Associated Press—. El fallo emitido por el Tribunal Federal de Justicia sentó precedente en Alemania, que antes carecía de una legislación firme que penalizara la difusión de imágenes pornográficas de niños por Internet.” El Tribunal invalidó el fallo emitido por un tribunal estatal, el cual no consideró que la difusión electrónica de pornografía infantil fuera un delito sexual tan grave como la difusión impresa.
La marihuana y el corazón
“Las probabilidades de que los fumadores de marihuana de mediana edad sufran un ataque al corazón se quintuplican durante la hora siguiente al uso de la sustancia —dice el periódico canadiense Globe and Mail acerca de un nuevo estudio efectuado sobre dicha droga—. El consumo de marihuana acelera el ritmo cardíaco —a menudo lo duplica— y altera la presión sanguínea [...]. Además, puede ocasionar la formación de un coágulo que obstaculice el riego sanguíneo del miocardio y provocar así un infarto.” El doctor Harold Kalant, de la Universidad de Toronto, señaló: “En el caso de las personas mayores, dicho aumento de la actividad cardíaca puede provocar un ataque al corazón”. La cocaína es aún más peligrosa, añade el informe, pues durante la hora siguiente a su consumo las probabilidades de sufrir un infarto se multiplican por veinticinco.
¿Cómo dice que se llama?
Debido al gran número de plantas que se cultivan, dar nombre a las nuevas variedades se ha convertido en un verdadero desafío. Por ejemplo, en inglés “ya han recibido nombre unos cien mil lirios rojos —dice el The Wall Street Journal—, al menos un número similar de rosas y más de catorce mil dalias. Se han empleado y registrado denominaciones que combinan de casi todas las formas posibles los sustantivos y adjetivos poéticos obvios, como belleza, rosáceo, delicia, ensueño, esplendor, reina, amanecer, crepúsculo, terciopelo, fragante, deleite y hechizo. Quienes se encargan en la actualidad de dar a las plantas su designación comercial demuestran tener una gran imaginación y creatividad o, de lo contrario, muy poca”. Por ejemplo, “hoy día —añade el diario— se puede comprar en las floristerías [de Estados Unidos] el lirio Taco Supreme (Taco supremo), la rosa Macho Man (Machote), una variedad del género hosta llamada Abba Dabba Do, la azucena Primal Scream (Grito primitivo) o la dalia Kung Fu”. Además, cualquier persona puede darle su nombre a una flor si paga cierta suma de dinero. Una compañía californiana deja ponerle nombre a una rosa a cambio de 10.000 dólares, siempre y cuando sea de buen gusto, y otra cobra 75.000 dólares, si bien regala, entre otras cosas, un fin de semana en Los Ángeles.