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Conozca al misterioso leopardo de las nieves

Conozca al misterioso leopardo de las nieves

Conozca al misterioso leopardo de las nieves

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN FINLANDIA

POCOS animales son tan misteriosos como el leopardo de las nieves. Solo un puñado de personas lo han visto en su hábitat natural, y se sabe muy poco de sus costumbres.

Este félido, también conocido como irbis, es una de las principales atracciones del zoológico de Helsinki (Finlandia). Sus curiosos hábitos lo convierten en una criatura fascinante, considerada por muchos el más bello de los grandes felinos.

Un felino de altura

Aunque el leopardo de las nieves se halla al menos en una docena de países, desde Bután hasta Rusia, se le suele vincular con el Himalaya. Esta cordillera de extraordinaria belleza —inhóspita para el hombre— posee las montañas más altas del mundo. La verdad es que las cumbres de Asia central figuran entre las más frías y escarpadas del planeta.

Sin embargo, esta variedad de leopardo se encuentra muy cómodo en altitudes de entre 3.000 y 4.500 metros. Su espeso pelaje lo protege del frío, y su gran cavidad nasal le permite obtener el oxígeno necesario del aire enrarecido de la montaña. Gracias a sus anchas patas peludas, se mueve con agilidad a través de las capas espesas de nieve. ¿Y en el terreno escarpado? Tampoco tiene la menor dificultad, pues usa su larga y peluda cola, como si de un timón se tratara, para saltar de un lado al otro de barrancos de hasta 15 metros de ancho, saltos que superan los del gran canguro gris.

Con un peso de entre 27 y 45 kilos, suele medir unos 60 centímetros de alto y dos metros desde el hocico hasta la punta de la cola. Pero lo que de verdad lo singulariza es su temperamento. “Es muy dócil —afirma Leif Blomqvist, encargado del zoológico de Helsinki—. El ejemplar que tenemos aquí enseguida entabla relaciones con los seres humanos, y todas las mañanas acude a saludar a su cuidadora.” El señor Blomqvist agrega que esa docilidad se observa hasta en los cachorros. “No oponen resistencia cuando los empleados los pesan y los vacunan”, señala. Pero ¿sucede lo mismo con las crías de otros tipos de leopardo? “Resultan casi imposibles de manejar. Necesitamos ropa y guantes de protección, porque se defienden con agresividad”, admite Blomqvist.

¿Por qué se les ve tan poco?

Jugar a las escondidas con un leopardo de las nieves sería muy frustrante, pues con su pelaje blanco y gris se camufla en el terreno montañoso con la facilidad de un camaleón. Esa es una de las razones por las que se les ve tan poco en su hábitat natural a estos animales. De hecho, algunos investigadores que se han adentrado en las abruptas cumbres para estudiar al misterioso felino han regresado sin avistarlo ni una sola vez.

Sus hábitos solitarios suponen otro obstáculo para divisarlos. Además, su territorio de caza es muy extenso, ya que sus presas, por lo general ovejas y cabras en estado salvaje, tienden a escasear en las montañas. Por desgracia, su abrigo de piel despierta la codicia de los cazadores furtivos, quienes los han diezmado hasta el extremo de que este félido ha pasado a engrosar la lista de especies en peligro de extinción. * Los zoológicos están desempeñando un papel muy importante en la preservación de esta excepcional criatura.

El leopardo de las nieves en Helsinki

El zoo de Helsinki ha tenido bastante éxito en conseguir que los leopardos de las nieves se reproduzcan. De hecho, en 1976 fue designado para llevar el registro genealógico internacional de esta especie, el cual ha resultado ser un valioso instrumento para controlar la población en cautividad de estos felinos.

Existen registros similares de muchas de las especies de los zoos, sobre todo de las más amenazadas. Un registro genealógico contiene información de todos los ejemplares de una misma especie que viven en cautiverio. Por ello, los zoológicos tienen la obligación de comunicar todo nacimiento, traslado o muerte de los animales a la institución que lleva el registro. Este control permite seleccionar parejas adecuadas para los ejemplares en cautividad. “Debido a que su población es relativamente escasa, pueden surgir problemas de degeneración y endogamia con facilidad”, explica Blomqvist.

Tan solo en el zoo de Helsinki han nacido más de cien leopardos de las nieves, y casi todos ellos han sido enviados a zoológicos de otros países. A fin de garantizar su variedad, los ejemplares suelen intercambiarse entre los distintos zoos. En la actualidad, la población en cautividad de estos felinos es tan diversa que ya no es preciso capturarlos en su hábitat natural.

Muchos zoológicos —el de Helsinki entre ellos— contribuyen a la conservación de la fauna salvaje procurando mantener una población animal genéticamente sana. Y, por supuesto, también brindan a los visitantes la fascinante oportunidad de contemplar especies singulares. Verdaderamente, el leopardo de las nieves nos deja impresionados y constituye un motivo de alabanza al Creador, quien “todo lo ha hecho bello” (Eclesiastés 3:11).

[Nota]

^ párr. 11 Es difícil determinar cuántos leopardos de las nieves quedan. Se calcula que entre 3.500 y 7.000.

[Reconocimientos de la página 17]

Pág. 16: centro: ©Aaron Ferster, Photo Researchers; pág. 17: arriba a la derecha: © Korkeasaaren Eläintarha/Markku Bussman; abajo: ©T. Kitchin/V. Hurst, Photo Researchers

[Reconocimiento de la página 18]

Chuck Dresner/Saint Louis Zoo