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La exótica guanábana

La exótica guanábana

La exótica guanábana

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN MÉXICO

¿SE IMAGINA una fruta con un delicioso sabor a fresa, canela, mango y piña? Así es como describen algunas personas la guanábana (Annona muricata). Si usted no vive en el trópico, tal vez nunca la haya probado. La guanábana es un fruto ovoide de cáscara verde con púas débiles. Tiene una jugosa pulpa blanca y semillas brillantes de color café.

El árbol de guanábana es de hoja perenne y no tolera las heladas. Sus flores son polinizadas por pequeños insectos, como las hormigas y ciertos escarabajos. Puesto que no tienen néctar ni colores vivos, no atraen a muchos insectos polinizadores. Además, son dicógamas (sus estambres y pistilos no alcanzan la madurez al mismo tiempo), por lo que es necesario polinizarlas manualmente si se desea comercializar el fruto. De no realizar dicho procedimiento, el árbol solo produciría de doce a veinte guanábanas por temporada. El fruto se recoge cuando está casi listo para comer. Una vez cortado, madura con mucha rapidez, de ahí que constituya un alimento muy perecedero.

La guanábana, que puede llegar a pesar hasta cinco kilos, es una rica fuente de niacina, riboflavina y vitamina C. Aunque alrededor del doce por ciento de su contenido es azúcar, la mayoría de la gente la encuentra muy ácida si no la endulza. La pulpa se tritura y cuela para elaborar sobre todo helados y bebidas refrescantes. Con sus hojas se suele preparar un té para combatir la disentería, el resfriado y la indigestión. En México se utiliza dicho té como antiespasmódico y para contraer y secar tejidos. De las raíces del árbol se fabrica un vermicida (sustancia que expulsa o elimina las lombrices intestinales), y de sus semillas, repelente de parásitos e insecticidas.

Si puede conseguir guanábanas en el lugar donde vive, pruébelas. ¡Dele una alegría a sus papilas gustativas!

[Ilustraciones y recuadro de la página 15]

Helado de guanábana

450 gramos de pulpa triturada de guanábana

1 cucharada de jugo de limón

200 gramos de azúcar

1⁄4 litro de agua

1⁄4 litro de crema de leche (nata líquida)

1. Triture la pulpa de la guanábana y cuélela (si no tiene colador, puede usar una gasa). 2. Hierva el agua con el azúcar durante cinco minutos y déjela enfriar hasta que esté tibia. 3. Añádale la pulpa, la crema de leche y el jugo de limón. 4. Vierta la mezcla en un recipiente poco profundo, tápela y déjela en el congelador hasta que esté casi sólida. Sáquela y bátala con firmeza. Después devuélvala al congelador y déjela allí hasta que esté totalmente dura.

[Reconocimientos]

Pág. 14, arriba: Geo Coppens, CIRAD-FLHOR/IPGRI; pág. 15, extremo superior derecho: IPGRI-Americas