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¿Puede la globalización resolver totalmente nuestros problemas?

¿Puede la globalización resolver totalmente nuestros problemas?

¿Puede la globalización resolver totalmente nuestros problemas?

“La comunidad global que tenemos hoy, al igual que la mayoría de las comunidades, dista mucho de ser ideal; tiene numerosos defectos. No todos sus residentes reciben un trato imparcial ni tienen las mismas oportunidades. Millones de personas se ven tan desvalidas que ni siquiera piensan que pertenecen a una comunidad.” (“OUR GLOBAL NEIGHBOURHOOD” [“NUESTRA COMUNIDAD GLOBAL”].)

FATIMA, que reside en una gran ciudad africana, se considera afortunada. Por lo menos tiene un refrigerador. Pero el hogar de su familia no es más que una choza de metal levantada junto a tres tumbas de mármol. Al igual que otras 500.000 personas, ella vive en un enorme cementerio. Y hasta el cementerio está cada vez más atestado. “Se está mudando demasiada gente a este lugar, especialmente a las tumbas”, dice en son de queja.

A unos 15 kilómetros de allí hay un nuevo complejo de viviendas de lujo que cuenta con elegantes restaurantes y un campo de golf de veintisiete hoyos. El precio por jugar una ronda de golf es superior a los ingresos mensuales per cápita de este país africano. La pobreza siempre ha plagado la ciudad, pero los campos de golf —símbolo elitista— son una novedad y también un motivo de irritación. En nuestra comunidad global, el lujo y la penuria coexisten en un inestable equilibrio.

El uadi Hadramaut es una vieja ruta de caravanas salpicada de ciudades antiguas que serpentea por el árido territorio de Yemen, en Oriente Medio. A primera vista parece que el tiempo se ha detenido en este valle remoto. Pero las apariencias engañan. El museo de la cercana ciudad de Saywun ha conseguido la ayuda de una joven con título universitario para que prepare un sitio en Internet que contenga la descripción de todos los tesoros del museo. Aunque la universitaria es de la localidad, estudió en Ohio (EE.UU.). Hoy en día, tanto las personas como las ideas pueden desplazarse de un lugar a otro del planeta como nunca antes.

Unos 2.000 kilómetros hacia el oeste, en el Sahara, un convoy de tres camiones avanza lentamente hacia el sur por una carretera apartada. Mashala, uno de los conductores, explica que transporta televisores, aparatos de vídeo y antenas parabólicas. Él mismo se mantiene al día con los acontecimientos mundiales viendo los noticieros estadounidenses. “Todos tenemos antenas parabólicas”, dice respecto a los habitantes de la ciudad donde vive. Son pocos los lugares de la Tierra a los que no llegan los medios de comunicación internacionales.

El constante desplazamiento mundial de personas, ideas, noticias, dinero y tecnología ha creado una nueva comunidad global que puede generar beneficios. La globalización ayuda a difundir la cultura local de Yemen y permite que Mashala gane hasta 3.000 dólares en un viaje de tres semanas. Pero el dinero no llega a todos. Fatima y sus vecinos ven a unas cuantas personas disfrutar de los beneficios de la globalización, mientras ellos siguen sumidos en la pobreza.

Aunque nuestra comunidad mundial dista mucho de ser ideal, el proceso de integración global probablemente sea irreversible. ¿Apagará la gente el televisor, tirará el teléfono móvil, destruirá su computadora y dejará de viajar a otros países? ¿Tratarán las naciones de aislarse por completo del resto del mundo tanto en sentido político como económico? Parece muy improbable. Nadie quiere desechar los beneficios de la globalización. Pero ¿y los problemas que esta conlleva? Cada vez causan mayor preocupación, y afectan la vida de todos. Analicemos brevemente algunos de los efectos secundarios más graves de la globalización.

Aumenta la brecha

La distribución de la riqueza del mundo nunca ha sido justa, pero la globalización económica ha aumentado la brecha entre ricos y pobres. Es cierto que, al parecer, a algunos países en vías de desarrollo les ha beneficiado integrarse en la economía global. Los entendidos afirman que, durante los últimos diez años, la cantidad de personas que viven en la India por debajo del umbral de la pobreza ha descendido del 39% al 26%, y señalan que Asia en conjunto ha experimentado una mejoría similar. Un estudio muestra que para 1998, solo el 15% de la población de Asia oriental subsistía con un dólar diario, en contraste con el 27% que se hallaba en tal situación diez años antes. De todas formas, el panorama mundial no es tan halagüeño.

En el África subsahariana y otras regiones menos desarrolladas, la verdad es que los ingresos han disminuido en los últimos treinta años. “La comunidad internacional [...] tolera que casi 3.000 millones de personas —prácticamente la mitad de toda la humanidad— subsistan con 2 dólares diarios o menos en un mundo de riqueza sin precedente”, señala Kofi Annan, secretario general de las Naciones Unidas. Una de las principales causas de esta enorme brecha social es el egoísmo en el terreno económico. “En todo el mundo, los mercados financieros privados descuidan a los que son muy pobres —explica Larry Summers, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos—. Los bancos convencionales no buscan establecerse en las comunidades pobres, pues ahí no es donde está el dinero.”

La inmensa disparidad de ingresos entre los ricos y los pobres segrega a la gente e incluso a los países. No hace mucho tiempo, la fortuna del hombre más rico de Estados Unidos superaba el patrimonio neto conjunto de más de 100 millones de sus conciudadanos. La globalización también ha favorecido el aumento de multinacionales ricas que prácticamente han monopolizado el mercado mundial de ciertos productos. Por ejemplo, en 1998, diez empresas controlaban el 86% del multimillonario negocio de las telecomunicaciones, que mueve 262.000 millones de dólares. La influencia económica de estas multinacionales supera con frecuencia la de los propios gobiernos y, como señala Amnistía Internacional, “los derechos humanos y los derechos de los trabajadores no son sus prioridades”.

Es comprensible que a las organizaciones pro derechos humanos les preocupe que la riqueza del mundo se concentre en las manos de unos pocos privilegiados. ¿Le gustaría vivir en un vecindario en el que los ingresos del 20% de la gente más rica fueran setenta y cuatro veces más elevados que los del 20% más pobre? Y por medio de la televisión, el 20% de la humanidad que está en la pobreza sabe muy bien cómo viven sus congéneres ricos, aunque ven pocas posibilidades de mejorar su situación. Esas terribles injusticias de nuestra comunidad global generan gran malestar y frustración.

La globalización de la cultura

Otro motivo de preocupación tiene que ver con los enfrentamientos culturales y la propagación de valores materialistas. El intercambio de ideas es una característica importante de la globalización, y no hay mejor ejemplo de ese fenómeno que Internet. Lamentablemente, Internet no se utiliza solo para difundir información, cultura y comercio beneficiosos. Ciertos sitios promueven la pornografía, el racismo y los juegos de azar. Hay algunos que hasta dan instrucciones específicas para fabricar bombas caseras. Como señala Thomas L. Friedman, “en Internet, con solo pulsar unas cuantas veces el ratón, cualquiera puede meterse en problemas. Tal vez acceda a una cervecería neonazi virtual o a una biblioteca pornográfica, [...] y no tiene a nadie a su lado para que lo detenga o lo dirija”.

La televisión y el cine también ejercen una gran influencia en el modo de pensar de la gente. Los mensajes que comunican las películas del mundo entero por lo general proceden de Hollywood, la sede del mundo de la ficción. Los valores que promueve esta inmensa industria suelen estar vinculados al materialismo, la violencia o la inmoralidad. Dichos valores tal vez sean totalmente ajenos a la cultura de muchos países, pero ni gobiernos ni educadores ni padres son capaces de impedir que arraiguen.

“Nos encanta la cultura de Estados Unidos —dijo un hombre de La Habana (Cuba) a un visitante norteamericano—. Conocemos a todas las estrellas de Hollywood.” La cultura occidental también promueve la comida rápida y los refrescos. Un hombre de negocios de Malaysia afirmó: “A la gente de aquí le gusta todo lo occidental, particularmente lo de Estados Unidos. [...] Quieren comer como los occidentales y ser como ellos”. El rector de una universidad de La Habana reconoció con tristeza: “Cuba ha dejado de ser una isla. Ya no hay islas. Hay un solo mundo”.

La invasora cultura occidental influye en las esperanzas y los deseos de la gente. “En lugar de tratar de alcanzar el nivel de consumo de un vecino[,] se trata de alcanzar el estilo de vida de los ricos y los famosos presentado en el cine y en los espectáculos de televisión”, indicó el Informe sobre desarrollo humano 1998. Es obvio que la inmensa mayoría de la humanidad jamás alcanzará ese estilo de vida.

¿Solucionará los problemas la globalización?

Al igual que muchas de las acciones humanas, la globalización ha resultado beneficiosa en unos aspectos y perjudicial en otros. Ha favorecido económicamente a algunos y ha marcado el comienzo de una era de comunicaciones de alcance internacional. Pero favorece más a los ricos y poderosos que a los pobres y necesitados. Además, tanto los delincuentes como las enfermedades se han beneficiado de las ventajas de la globalización aún más que los gobiernos (véanse los recuadros de las págs. 8, 9).

En gran parte, la globalización ha agravado los problemas que ya existían en nuestro mundo imperfecto, en lugar de solucionarlos. Las divisiones sociales son mayores, y la frustración ha crecido. Los gobiernos del mundo entero luchan por aprovechar los beneficios de la globalización al tiempo que protegen a sus ciudadanos contra los excesos de esta. ¿Lograrán su objetivo? ¿Estaría la solución en una globalización más humana? El siguiente artículo analizará estas preguntas.

[Ilustraciones y recuadros de las páginas 8 y 9]

LA GLOBALIZACIÓN DE LA DELINCUENCIA Y EL TERRORISMO

Lamentablemente, las herramientas que sirven para promover el comercio pueden convertirse con facilidad en herramientas para promover la delincuencia. “Así como las empresas multinacionales han impulsado el movimiento de mundialización de la economía mundial, las ‘multinacionales del crimen’ —los grupos de la delincuencia organizada— se han movilizado rápidamente para explotarla”, explica el Informe sobre desarrollo humano 1999. ¿Cómo se ha beneficiado el crimen organizado de la globalización?

Los carteles del narcotráfico han encontrado gran cantidad de oportunidades nuevas para blanquear sus ganancias multimillonarias. Además, la eliminación de numerosos controles aduaneros y la cantidad cada vez mayor de gente que se desplaza facilitan mucho el transporte ilegal de drogas de un país o continente a otro. Cabe destacar que durante la década de 1990, la producción de cocaína se duplicó, y la de opio se triplicó. Las mafias internacionales también han hecho de la prostitución un lucrativo negocio. Todos los años envían a Europa occidental con ese propósito a unas quinientas mil mujeres y niñas, la mayor parte de ellas en contra de su voluntad.

Las organizaciones criminales —al igual que las multinacionales— han consolidado su poder en los últimos años. Muchas operan globalmente y obtienen unas entradas brutas conjuntas de alrededor de 1,5 billones de dólares anuales: cifra superior a la del producto nacional bruto de Francia. *

Internet también ha resultado ser una herramienta ideal para los informáticos deshonestos. En 1995, un pirata informático robó datos valorados en 1.000.000 de dólares, además de los números de 20.000 tarjetas de crédito particulares. “Robar con la utilización de las nuevas tecnologías tiene menos riesgos y más beneficios que antes”, señaló José Antonio Soler, banquero español.

Los terroristas también utilizan las herramientas de la globalización. Gracias a la cobertura informativa internacional, el secuestro de unos cuantos turistas occidentales en un lugar remoto del planeta puede servir para dar publicidad instantánea a prácticamente cualquier reivindicación política.

“VIAJEROS” NO DESEADOS

Al igual que las personas, las enfermedades (algunas de ellas mortales) también pueden viajar por todo el mundo. “El asombroso incremento de personas, mercancías e ideas que se desplazan de una parte a otra del planeta es la causa principal de la globalización de la enfermedad”, dice el profesor Jonathan M. Mann, especialista en epidemiología. Y añade: “En muy poco tiempo, el mundo se ha hecho mucho más vulnerable al brote de enfermedades infecciosas antiguas y nuevas, y peor aún, a su extensa propagación, a veces por todo el planeta”.

No hay ejemplo más representativo de esta nueva vulnerabilidad global que la pandemia del sida, mal que siega unos tres millones de vidas todos los años. En algunos países de África, los profesionales de la salud temen que acabe matando a dos terceras partes de todos los jóvenes, tanto hombres como mujeres. “Durante milenios ha habido epidemias, guerra y hambre, pero nunca antes en la historia se habían visto índices de esta magnitud entre adultos jóvenes”, informa el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA.

Los virus y otros microbios no son los únicos “viajeros” internacionales no deseados. Plantas, insectos y demás animales han salido de su hábitat natural y han invadido otros continentes. Una especie australiana de serpiente venenosa está colonizando las islas del Pacífico, al parecer viajando de polizón en los aviones. Casi ha exterminado por completo todas las aves de los bosques de Guam. El jacinto de agua sudamericano se ha propagado a 50 países tropicales, donde bloquea los canales y destruye los viveros de peces. “Los invasores ‘extranjeros’ cuestan a la economía mundial todos los años aproximadamente cientos de miles de millones de dólares, además de que esparcen enfermedades y provocan una enorme destrucción ecológica”, afirma el periódico International Herald Tribune.

[Nota]

^ párr. 26 El producto nacional bruto es el valor total de los bienes y servicios que un país produce durante un año.

[Ilustraciones]

CONTRABANDO DE DIVISAS

En un cargamento de osos de peluche

CONTRABANDO DE COCAÍNA

Alijo de cocaína, por valor de 4.000.000 de dólares, encontrado en un vehículo tipo caravana que cruzaba un paso fronterizo

BIOTERRORISMO

Soldados buscando ántrax en Capitol Hill (Washington, D.C.)

BOMBAS

Un coche bomba explota en Israel

PROPAGACIÓN MUNDIAL DEL SIDA

La epidemia del sida se ha extendido tanto en Sudáfrica que algunos hospitales públicos no aceptan más pacientes

INVASIÓN DE ESPECIES

Unas serpientes arborícolas marrones casi han exterminado las aves de los bosques de Guam

JACINTO DE AGUA

Esta planta bloquea los canales y las riberas de unos cincuenta países

[Reconocimientos]

Contrabando de divisas y de cocaína: James R. Tourtellotte y Todd Reeves/U.S. Customs Service; bioterrorismo: AP Photo/Kenneth Lambert; autobús en llamas: AP Photo/HO/Israeli Defense Forces; niño: AP Photo/Themba Hadebe; serpiente: foto de T. H. Fritts, USGS; jacinto de agua: Staff CDFA, California Dept. of Food & Agriculture, Integrated Pest Control Branch

[Ilustraciones de la página 7]

La globalización económica ha aumentado la brecha entre ricos y pobres

[Reconocimiento]

UN PHOTO 148048/J. P. Laffont-SYGMA

[Ilustraciones de la página 10]

Se utiliza Internet para promover el terrorismo