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La cochinilla, un insecto muy peculiar

La cochinilla, un insecto muy peculiar

La cochinilla, un insecto muy peculiar

DE NUESTROS CORRESPONSALES EN MÉXICO Y PERÚ

¿DE DÓNDE se obtiene el rojo brillante que se usa en los lápices labiales y otros cosméticos? Quizá le sorprenda saber que el color carmín de ciertos maquillajes y pintalabios proviene de la cochinilla, un insecto que se alimenta del nopal. Observemos más de cerca a esta peculiar criatura.

¿Útil, o dañina?

La hembra adulta mide algo más de tres milímetros de largo, como la cabeza de un fósforo, mientras que el macho apenas alcanza la mitad de ese tamaño. Pero no se deje engañar por sus dimensiones, pues, como señala una obra de consulta, “estos insectos se cuentan entre los más voraces”. Sin embargo, a pesar de su mala reputación, algunos agricultores incluso los crían. ¿Para qué? Para producir el carmín, un hermoso tinte rojo que se obtiene al triturar los cuerpos secos de las hembras.

La cochinilla se ha utilizado como colorante desde la época de los antiguos pobladores mixtecas, que vivieron en lo que hoy es el estado de Oaxaca (México). Los conquistadores españoles quedaron fascinados por el color carmesí del insecto, y poco después muchos europeos ya satisfacían su gusto por los tonos vivos con este tinte natural. Gran Bretaña solía emplearlo para obtener el tradicional color escarlata de los uniformes militares. El uso de la cochinilla se extendió a tal grado que, desde alrededor de 1650 hasta 1860, fue uno de los productos mexicanos de exportación más valiosos, tan solo superado por el oro y la plata.

Desaparición y resurgimiento

Para mediados del siglo XIX, los colorantes artificiales comenzaron a sustituir a los naturales, situación en la que intervinieron muchos factores. John Henkel, de la revista FDA Consumer, explica: “Sencillamente, era más fácil y menos costoso producir tintes de mejor calidad mediante síntesis química”. De modo que, en poco tiempo, los pigmentos artificiales se impusieron en el mercado como colorantes para alimentos, fármacos y cosméticos. “Sin embargo —señala el señor Henkel—, cuanto más se usaban, mayor era la preocupación por la seguridad.”

En la década de 1970, ciertas investigaciones dejaron entrever que algunos colorantes sintéticos podían provocar cáncer. A medida que la gente se fue enterando de estos peligros para la salud, los colorantes naturales empezaron a reaparecer. En la actualidad, por ejemplo, el Perú genera el 85% de la producción mundial de la cochinilla. Las islas Canarias son famosas por su recolección de cochinillas, lo mismo que el sur de España, Argelia y otros países de América Central y del Sur. No obstante, la demanda actual del carmín supera la disponibilidad, por lo que el gobierno mexicano intenta incrementar la producción.

Cómo se produce el carmín

La cochinilla pasa toda su vida en las pencas del nopal. Para protegerse de los depredadores, secreta un tipo de polvo ceroso, suave y esponjoso que la envuelve y le sirve de hogar, pero que también facilita localizarla durante la recolección.

Solo las cochinillas hembras contienen el pigmento rojo, el ácido carmínico. Puesto que las concentraciones más elevadas se encuentran en las hembras fecundadas, se ejerce especial cuidado en recogerlas justo antes de que pongan los huevos, a fin de obtener el colorante de la mejor calidad. En la región de los Andes peruanos, la recogida se realiza unas tres veces en un espacio de siete meses. Para quitarlas de la penca, se utiliza un cepillo duro o una navaja sin filo. Luego se secan, se limpian y se pulverizan, y a continuación se procesan con una solución de amoníaco o carbonato de sodio. Los sólidos se eliminan por filtración, quedando así limpio el líquido restante. También se le puede agregar cal para obtener distintos matices de púrpura.

Aunque la idea de usar maquillaje derivado de insectos quizá no le parezca muy atrayente, puede tener la seguridad de que los “colorantes [naturales] se encuentran entre los más inspeccionados”, dice el señor Henkel. “Estos pigmentos han sido analizados una y otra vez, en ocasiones hasta decenas de veces.” Así que, si recibe un cumplido por su aspecto radiante, tal vez se lo deba en parte a la cochinilla, un insecto sumamente peculiar.

[Ilustraciones de la página 23]

1. Cochinillas en una penca de nopal

2. Primer plano de hembras fecundadas

3. Cochinillas secas

4. Procesamiento del líquido empleado en los cosméticos

[Reconocimientos]

Fotos de la pág. 23: núm. 1: The Living Desert, Palm Desert, CA; núm. 3 y productos: cortesía del Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas para la Agroindustria y la Agricultura Mundial, Universidad Autónoma de Chapingo, fotografía de Macario Cruz; núm. 4: David McLain/AURORA

[Ilustración de la página 23]

Productos elaborados con el tinte