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¿Cómo puedo resultar más atractivo?

¿Cómo puedo resultar más atractivo?

Los jóvenes preguntan...

¿Cómo puedo resultar más atractivo?

“Se me hacía difícil hablar con chicas. No tenía ni idea de lo que pensaban, sentían u opinaban.”—Tyler.

¿QUÉ cualidades aprecian más las chicas en un chico? “La confianza en sí mismo”, dice una adolescente llamada Emily. Otra joven, de nombre Robyn, cree que lo principal es que sea divertido. ¿Y qué cualidades son las que ellos valoran más en una muchacha? Como cabría esperar, una encuesta reveló que la belleza física encabeza su lista, mientras que tener intereses y valores comunes queda en un sexto lugar.

Las revistas juveniles suelen contener artículos y sondeos sobre la relación chico-chica. Está claro que muchos jóvenes piensan continuamente en cómo los ve el sexo opuesto, y quizás hasta les inquiete. Puede que incluso tú te preocupes a veces. No es que estés dispuesto a casarte de un momento a otro, sino que sencillamente a nadie le gusta ser poco atractivo o poco interesante. Tyler observa: “Cuando eres adolescente, deseas agradarle a todo el mundo, que tus compañeros te acepten, tanto los chicos como las chicas”. Por otro lado, es posible que algún día quieras encontrar un cónyuge adecuado. Y cuando llegue ese momento, desearás, como es natural, atraer a dicha persona.

No obstante, si eres un joven cristiano, tal vez no tengas mucha experiencia en el trato con el sexo opuesto, y, además, puede que tus compañeros te presionen para que te esfuerces por tener un buen físico. Con los desfiles de supermodelos y los actores supermusculosos que ves en la televisión o las revistas, no es de extrañar que te sientas inseguro y acomplejado. Entonces, ¿qué puedes hacer para resultar atractivo —de forma sana y positiva— a otras personas, incluidas las del sexo opuesto?

Es insensato aspirar a un cuerpo “perfecto”

Un psicólogo clínico de nombre William S. Pollack comenta que, debido a la influencia de la industria del entretenimiento, muchos jóvenes “pasan incontables horas sin comer, levantando pesas y haciendo ejercicios aeróbicos, todo para transformar el tamaño y la forma de su cuerpo”. Algunos incluso llegan a extremos peligrosos, como matarse prácticamente de hambre con tal de lograr ese cuerpo “perfecto”. Sin embargo, el Social Issues Research Centre (Centro de investigaciones sociológicas) dice lo siguiente: “Menos del 5% de la población femenina obedece al canon de belleza difundido por los medios de comunicación, y eso solo con respecto al peso y las medidas. Si además se tienen en cuenta otras características, como la figura ideal, el rostro ideal y demás, es probable que solo un 1% de las mujeres respondan al modelo estipulado”.

El consejo bíblico que se halla en Romanos 12:2 es, por lo tanto, muy práctico: ‘No dejen que se les moldee según el criterio de este mundo malo’ (Hendriksen). Ahora bien, esto no significa que no deba importarte tu apariencia. Es razonable que cuides de tu cuerpo haciendo ejercicio moderado y con una alimentación equilibrada (Romanos 12:1; 1 Timoteo 4:8). Descansar y dormir lo suficiente también puede hacer que te veas y te sientas bien. Al mismo tiempo presta atención a tu higiene y arreglo personal. Un joven británico llamado David señala: “Conozco a una chica que es bastante atractiva pero que despide un olor desagradable. La gente la evita por ese motivo”. Así pues, báñate con frecuencia. Llevar limpias las manos, las uñas y el cabello puede realzar tu aspecto.

Aunque la Biblia desaconseja darle demasiada importancia a la ropa, recomienda a los cristianos que “se adornen en vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio” (1 Timoteo 2:9). Por tanto, lleva prendas que te sienten bien, pero que no sean extravagantes ni inmodestas. * Si prestas la debida atención a tu apariencia, es probable que ganes confianza en ti mismo. Un joven llamado Paul lo expresa de esta manera: “Quizás no seas el más apuesto, pero aun así puedes sacarle partido a lo que tienes”.

Cultiva buenas cualidades

Aunque un rostro y un cuerpo agraciados tal vez llamen la atención de los demás, a la larga “la belleza no es más que ilusión” (Proverbios 31:30, Versión Popular). Dura poco y no puede, ni mucho menos, sustituir a una personalidad atractiva (Proverbios 11:22). Recuerda también que “el simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón” (1 Samuel 16:7). De modo que, en vez de vivir pendiente de tu cintura o tus bíceps, procura adornarte con “la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios” (1 Pedro 3:3, 4; Efesios 4:24). Es cierto que a numerosos jóvenes de este mundo les importan poco las buenas cualidades, y mucho menos las espirituales. * Pero quienes tienen valores piadosos sí las aprecian y las encuentran atractivas.

Por consiguiente, el mejor modo de resultar atractivo a cristianos de ambos sexos con inclinaciones espirituales es siendo una persona de orientación espiritual. Así que cultiva tu espiritualidad mediante la oración, el estudio personal de la Biblia y la asistencia a las reuniones cristianas (Salmo 1:1-3). También puedes desarrollar algunas habilidades útiles y mejorar en otros aspectos. Para eso no hace falta que salgas con una persona del sexo opuesto ni que mantengas una relación sentimental con ella; más bien, el trato diario con los demás te dará la oportunidad de pulir tales cualidades.

Por ejemplo, ¿te sientes incómodo o cohibido cuando estás con alguien del otro sexo? Un joven llamado Paul admite: “A veces me encuentro incómodo por el hecho de que son chicas, y no las comprendo tanto como a los chicos. Además, no quiero hacer el ridículo”. ¿Cómo puedes ganar la seguridad y la desenvoltura necesarias para que los demás se sientan a gusto contigo? Una forma de lograrlo es relacionándote con la gran variedad de personas que constituyen la congregación cristiana. Cuando estés en las reuniones, interésate en otros, no solo en los jóvenes del sexo opuesto, sino también en los niños, los adultos y los ancianos (Filipenses 2:4). Aprender a llevarte bien con distintos tipos de personas te ayudará a adquirir seguridad en ti mismo.

Por otra parte, has de tener cuidado. Jesús dijo: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 19:19). Si estás contento contigo mismo, será más difícil que trates a los demás con falta de naturalidad. * Ahora bien, aunque es necesaria cierta autoestima, no te vayas a los extremos. “Digo a cada uno que está allí entre ustedes que no piense más de sí mismo de lo que sea necesario pensar”, recomendó el apóstol Pablo (Romanos 12:3).

También, examina detenidamente tus modales y aptitudes sociales. Una joven británica llamada Lydia comenta: “Hay un muchacho en la escuela que es muy popular entre las chicas. Pero cuando lo conocen, deja de gustarles, porque es un maleducado y un grosero”. La gente se siente atraída por quienes hablan con educación y tacto, y muestran consideración al prójimo (Efesios 4:29, 32; 5:3, 4). “Las buenas maneras son como un pasaporte que otorga libertad de acceso a personas más allá de la familia”, señala el doctor T. Berry Brazelton. Y añade: “Son esenciales para ganarnos la aceptación de los demás”.

Las costumbres y normas de comportamiento cambian de un lugar a otro. Por ello, fíjate en cómo se tratan las cristianas y los cristianos maduros. Por ejemplo, ¿acostumbran los hombres de tu país a mantener la puerta abierta para que pasen las mujeres? Si así es, el que aprendas a cumplir con esta norma de cortesía te ganará la reputación de ser una persona desenvuelta y educada.

Por último, te resultará útil cultivar un equilibrado sentido del humor. La Biblia dice que hay un “tiempo de reír”, y la gente con sentido del humor suele hacer amigos fácilmente (Eclesiastés 3:1, 4).

Ser simpático no es lo mismo que flirtear

Cierta publicación que presume de ser una “guía para conseguir pareja” afirma que el secreto para atraer al sexo opuesto es flirtear. Aconseja al lector que practique la técnica de sonreír y establecer contacto visual, así como que perfeccione sus ‘comentarios introductorios’. Estas recomendaciones son contrarias al espíritu que subyace tras el consejo de Pablo a Timoteo con respecto a tratar a las personas del otro sexo “con toda castidad” (1 Timoteo 5:2).

Aunque flirtear quizás alimente tu propio ego, no es una forma ni sincera ni honesta de comportarte. No es necesario flirtear o coquetear para tener una conversación interesante. Tampoco hay que hacer preguntas embarazosas o impertinentes para averiguar lo que siente o piensa el sexo contrario. Trata siempre de hablar acerca de lo que es ‘justo, casto y amable’, y demostrarás que te estás convirtiendo en un adulto maduro y espiritual (Filipenses 4:8). Si obedeces los principios bíblicos, resultarás atractivo no solo a personas del otro sexo, sino a Dios mismo (Proverbios 1:7-9). *

[Notas]

^ párr. 10 Consulta “Los jóvenes preguntan... ¿Cuál es el secreto para saber escoger la ropa apropiada?”, de nuestro número del 8 de octubre de 1989.

^ párr. 12 Según una investigadora, los jóvenes inteligentes suelen ser objeto de burlas debido a sus aptitudes, por lo que algunos de ellos tratan de restarles importancia a sus capacidades.

^ párr. 15 El cap. 12 del libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas, publicado por los testigos de Jehová, ofrece consejos útiles para cultivar el amor propio.

^ párr. 21 Si eres demasiado joven para casarte, sería prudente que disfrutaras de la compañía de personas del otro sexo en grupos mixtos. Lee el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Y si mis padres creen que soy demasiado joven para salir con alguien?”, que apareció en la ¡Despertad! del 22 de enero de 2001.

[Ilustraciones de la página 15]

En vez de centrarte en tu aspecto físico, procura cultivar cualidades espirituales

[Ilustración de la página 15]

Aprende a sentirte cómodo con una amplia variedad de personas