De nuestros lectores
De nuestros lectores
La artritis y otros males reumáticos Me conmovió profundamente la serie de artículos titulada “Esperanza ante la artritis” (8 de diciembre de 2001). Tengo 21 años, y desde hace casi quince padezco una enfermedad reumática grave y sus complicaciones. La información resultó en verdadero estímulo y reafirmó mi determinación de seguir aguantando.
A. F., Francia
Soy evangelizadora de tiempo completo y atesoro este privilegio, pero cada día se me hace más difícil efectuar mi servicio. Se me ha diagnosticado artrosis. Todos los días el dolor está presente, y la frustración que siento me deprime a veces. Gracias por la oportuna información y por el recordatorio de que nuestro verdadero consuelo radica en abrazar la promesa de Jehová de un nuevo mundo.
H. M. A., Estados Unidos
Sufro artritis reumatoide y en estos momentos me estoy recuperando de una crisis aguda de la enfermedad. Los artículos describieron con exactitud el sufrimiento que padecen algunos a quienes aflige este mal. Fue beneficioso aprender otros detalles y lo que puede hacerse para reducir los efectos.
G. F. F., Portugal
Supe que padecía artritis reumatoide juvenil cuando tenía solo 10 años, ahora tengo 21. He leído muchos relatos personales en revistas médicas, pero no hay nada como leer que mis hermanos y hermanas cristianos pasan por las mismas experiencias que yo. Al igual que Katia, mencionada en los artículos, tuve que interrumpir mi carrera de evangelizadora de tiempo completo. Para mí fue de gran valor saber cómo sobrellevan otros los sentimientos de frustración y de culpa que vienen por no poder hacer más en el servicio a Jehová.
H. M., Estados Unidos
Un año atrás, a la edad de 24, se me diagnosticó artritis reumatoide crónica. Tuve que dejar el servicio de evangelizadora de tiempo completo, y me sumí en la desesperación. Debido al dolor y la fatiga intensos, ahora solo puedo hacer la mitad de lo que hacía antes. La información fue consoladora, pues me ayudó a ver que otros sienten el mismo dolor, tanto físico como emocional. También me gustó la recomendación práctica de hacer lo que una pueda. Anhelo el día en que “el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo” (Isaías 35:6).
T. U., Japón
Hace un año comencé a sentir un fuerte dolor en algunas articulaciones. Puesto que soy un hombre de mediana edad, nunca me imaginé que pudiera tratarse de una enfermedad reumática. Su información me hizo comprender la necesidad de ser equilibrado y modesto en cuanto a lo que espero de mí mismo.
B. P., Estados Unidos
Tengo 19 años y padezco una afección reumática en las muñecas, los tobillos y las rodillas. Agradecí sobre todo el subtítulo “Asumir las limitaciones”. Vine de Estados Unidos al Ecuador con la intención de servir como evangelizadora de tiempo completo. Sin embargo, debido a la debilidad, la fatiga y el dolor, solo puedo participar en el ministerio por períodos cortos. He decidido regresar a casa para recibir tratamiento, con la esperanza de volver aquí cuando esté bien.
J. S., Ecuador
Feng shui Gracias por el artículo “¿Es el feng shui apropiado para el cristiano?” (8 de diciembre de 2001). Soy decoradora de interiores, y hace poco un cliente me pidió que utilizara el feng shui para elegir los diseños. Estaba preocupada porque no sabía mucho de esa práctica. El artículo llegó justo a tiempo. Me he resuelto a no tener nada que ver con esta doctrina filosófica relacionada con el diseño y la decoración de edificios.
C. V., Estados Unidos