Las misteriosas mareas del Euripo
Las misteriosas mareas del Euripo
DE NUESTRO CORRESPONSAL EN GRECIA
EN LA costa este de Grecia, cerca de la ciudad de Calcis, existe un angosto canal que separa el continente de la isla de Eubea. Se trata del estrecho del Euripo, que mide 8.000 metros de largo, entre 1.600 y 40 de ancho, y solo seis metros de profundidad en su parte menos honda. Euripo (“Corriente Veloz”) es una designación idónea, pues sus aguas fluyen a veces con violencia, alcanzando velocidades de casi 20 kilómetros por hora. Lo extraño es que algunos días la corriente parece oscilar débilmente o hasta se detiene por completo. Quienes visitan Calcis suelen dirigirse a un puentecito sobre el canal para observar el curioso fenómeno de las mareas.
Las mareas se deben a las atracciones combinadas que ejercen el Sol y la Luna sobre nuestros mares, por lo que varían según la posición de la Tierra con respecto a ambos cuerpos celestes. Cuando hay luna nueva, el astro rey y nuestro satélite se hallan en el mismo lado de la Tierra, mientras que durante la fase de luna llena están en lados opuestos. En ambos casos, tanto la atracción solar como la lunar se suman para producir las mareas altas, o pleamares, más elevadas.
Por lo general, el canal del Euripo tiene cada veinticuatro horas dos pleamares y dos bajamares. La corriente fluye en una dirección durante seis horas y trece minutos, se queda inmóvil unos instantes y luego invierte su dirección. Estos cambios de corriente se dan de forma regular durante veintitrés o veinticuatro días del mes lunar. Sin embargo, en los restantes cuatro o cinco días del mes ocurren sucesos extraños. Algunos días, la corriente no cambia, y otros, lo hace hasta catorce veces.
Tentativas de explicar el fenómeno
Durante miles de años, el fenómeno del Euripo ha dejado perplejos a los observadores. Cuenta una leyenda que Aristóteles (siglo IV a.E.C.), desesperado por no resolver el enigma de sus mareas,
se arrojó al canal y se ahogó. Más que intentar matarse, la realidad es que trató de explicar el fenómeno en su obra Meteorológicos, donde escribió: “El mar fluye a través de estrechos siempre que a partir del gran mar abierto pasa a quedar confinado en un pequeño espacio por la tierra circundante, debido a que [esta] oscila de aquí para allá reiteradamente”. El filósofo creía, sin razón, que el terreno se mecía por las olas del mar y por los terremotos frecuentes en la región. Como un siglo después, el astrónomo griego Eratóstenes reconoció que “a cada extremo [del canal], el mar tiene distinto nivel”, y presentó su opinión de que las corrientes se producían debido a que las dos orillas del estrecho se hallaban a diferente altura.Hasta el día de hoy no se comprenden totalmente las irregularidades de las mareas del Euripo. Lo que sí parece claro es que el origen de la corriente regular está en la diferencia del nivel del mar a ambos extremos del canal, lo que hace que el agua se precipite del nivel superior al inferior. La diferencia llega a alcanzar los 40 centímetros, y resulta visible desde el puente de Calcis.
¿A qué se debe la diferencia?
¿Cómo se explica la diferencia en el nivel del agua? La corriente de las mareas que procede del Mediterráneo oriental se bifurca al llegar a la isla de Eubea. La rama occidental penetra por el extremo sur del canal, mientras que la oriental tiene que rodear toda la isla antes de introducirse en el canal por el norte. Esta ruta más larga demora su llegada una hora y cuarto. En tales circunstancias, el nivel del mar y, por consiguiente, la presión del agua pueden ser mucho mayores en un extremo del canal que en el otro. Esta presión adicional intensifica las corrientes regulares del Euripo.
Ahora bien, ¿qué puede decirse de las corrientes irregulares? Cuando la luna se encuentra en cuarto creciente o en cuarto menguante, la atracción solar actúa en contra de la lunar, en vez de reforzarla. Mientras que nuestro satélite produce bajamar, el sol impulsa la pleamar. Como consecuencia, en tales ocasiones hay una diferencia menor entre los niveles del mar de los extremos norte y sur del canal, y por ello disminuye la fuerza de la corriente. A veces, la corriente queda totalmente neutralizada por la acción del viento y se detiene.
Cabría decir mucho más del misterioso comportamiento de la corriente. Si algún día visita Grecia, venga a Eubea a ver por sí mismo el fascinante fenómeno de las mareas del Euripo.
[Mapas de las páginas 12 y 13]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
MAR MEDITERRÁNEO
MAR EGEO
EUBEA
Calcis
Estrecho del Euripo
GRECIA
ATENAS
[Reconocimiento]
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[Ilustración de la página 13]
Vista aérea del estrecho del Euripo