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Observando el mundo

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Ojos de insecto producidos artificialmente

“La NASA ha comprado ojos robóticos de insecto, creados por científicos australianos, para colocarlos en una sonda con destino a Marte”, informa el periódico The Australian. El diario señala que los investigadores de la Universidad Nacional de Australia se basaron en los ojos de las langostas para diseñar los sensores artificiales, y que “el laboratorio de visión biorrobótica de la universidad ha pasado años estudiando cómo las langostas, las abejas y las libélulas se valen de la vista para regular su vuelo. [El equipo de investigación] dedujo las reglas que gobiernan el vuelo y creó algoritmos matemáticos para duplicarlas”. La NASA piensa colocar los ojos de langosta artificiales en una sonda diminuta que “volará sobre el rocoso terreno marciano sin estrellarse, tal como lo haría un insecto”. Si lo logra, la sonda “examinará la estratificación rocosa del cañón más extenso del sistema solar: el Valles Marineris, de 4.000 kilómetros de largo y siete kilómetros de profundidad, en un intento por desentrañar la historia geológica del planeta rojo”.

A las orcas las atraen los dialectos

“¿Cómo logran las orcas evitar la endogamia si toda su vida la pasan dentro del mismo grupo reducido de individuos?”, pregunta The Vancouver Sun, de Canadá. “Basándose en siete años de investigación genética y 340 muestras de ADN de orcas de Columbia Británica y Alaska, Lance Barrett-Lennard, uno de los científicos principales del Acuario de Vancouver, ha descubierto que las hembras se aparean exclusivamente con machos de otros grupos” pero sin salirse de la población local, o clan. “No existen pruebas de apareamiento incestuoso”, dice Barrett-Lennard. Y aclara: “Casi todo apareamiento se realiza entre grupos de dialectos muy distintos”. El artículo añade que “las orcas escogen una pareja lo menos emparentada posible, tal vez escuchando las vocalizaciones, o el dialecto, de otras orcas y determinando cuáles son las que menos se parecen a ellas”.

Tras la pista del tiburón blanco

“Se le siguió la pista vía satélite al mayor pez depredador, el tiburón blanco, y se descubrió que se desplaza miles de kilómetros por mar abierto”, señala The Daily Telegraph, de Londres. El hallazgo, publicado en la revista Nature, ha echado por tierra creencias anteriores sobre el tiburón blanco. Aunque se le halla en todo el mundo, se creía que se quedaba cerca de las costas, cazando focas y leones marinos, y que nunca se alejaba de su territorio. Hace poco, sin embargo, unos investigadores de California marcaron cuatro machos y dos hembras, y descubrieron que uno de los tiburones había viajado hasta las islas Hawai —a 3.700 kilómetros de la costa de California—, cubriendo como mínimo 70 kilómetros diarios. El estudio también reveló que aunque el tiburón blanco rara vez se sumerge más de 30 metros en aguas costeras, llega a bajar a grandes profundidades en mar abierto.

Los problemas económicos llegan a las clínicas

Los problemas económicos relacionados con el desplome de la moneda argentina están mandando a los hospitales y las clínicas a una multitud de gente con problemas de salud provocados por la tensión nerviosa, lo que ha sobrecargado a dichas instituciones más allá de su capacidad, según el periódico Clarín. Entre las dolencias se hallan “jaquecas, hipertensión, úlceras, gastritis, insomnio y ansiedad”. Hay quienes se han desmayado “sin causas neurológicas”, apuntó un profesional de la salud. En cierta clínica, las consultas por estrés, depresión y temor se incrementaron un 300% en unos cuantos días. Además de ver abarrotadas las salas de espera, los médicos y el personal de enfermería tienen que lidiar con personas que están airadas por la crisis económica. Algunos pacientes hasta han agredido al personal, como el caso de una enfermera a quien la golpearon en la cabeza.

La montaña rusa más veloz

“La montaña rusa más veloz del mundo fue inaugurada en el parque de diversiones Fujikyu Highland”, informa el diario japonés IHT Asahi Shimbun. “La atracción, que alcanza una aceleración de 0 a 172 kilómetros por hora (106 millas por hora) en menos de dos segundos, no es para miedosos. Es como salir disparado en un cohete. Los pasajeros experimentan una fuerza de gravedad normalmente reservada para los pilotos de aviones de combate.” Heith Robertson, director de proyecto de la empresa que construyó la montaña rusa, señaló: “Al momento de ser lanzado, un avión de combate tiene 2,5 G [2,5 veces la fuerza de gravedad]. Aquí tenemos 3,6 G”. Los carritos se desplazan sobre “ruedas de aviones pequeños” y son impulsados por tres compresores de aire que generan una potencia de 50.000 caballos de fuerza, “comparable a la de un pequeño cohete”.

Enfermedades cardíacas relacionadas con el tabaquismo en la India

“Los cardiólogos más reconocidos [de la India] dicen que la incidencia de enfermedades coronarias está aumentando”, comenta Mumbai Newsline. Y añade: “De acuerdo con el doctor Ashwin Mehta, director de Cardiología del Hospital Jaslok, el pueblo indio tiene una predisposición genética a las enfermedades cardíacas”. Es preocupante, sobre todo, que un mayor número de jóvenes estén experimentando “problemas cardíacos por fumar más”. El doctor P. L. Tiwari, cardiólogo consultor del Hospital Bombay, cree que a menos que se tomen medidas radicales, la India ocupará algún día el primer lugar del mundo en pacientes cardíacos. En la vecina Bangladesh, más del setenta por ciento de los hombres de entre 35 y 49 años son fumadores, y “el índice de tabaquismo se eleva conforme descienden los ingresos”, comenta The Times of India. En promedio, un fumador “gasta en cigarrillos más del doble de los gastos per cápita en concepto de ropa, vivienda, salud y educación juntas”. Se calcula que 10.500.000 desnutridos de ese país pobre podrían tener una dieta adecuada si el dinero que se invierte en tabaco se usara en comida.

Continúa la demanda de edificios altos

“El desplome de las Torres Gemelas sobresaltó a arquitectos e ingenieros, despertándolos a una nueva y espantosa realidad”, afirma la revista U.S.News and World Report, y añade que, “a pesar de la cautela temporal, la demanda de rascacielos no desaparecerá”. Una razón es la escasez y el precio elevado de los terrenos en algunas zonas. Además, las ciudades quieren algo de qué presumir. Los edificios altísimos sirven “para conseguirse un lugar en el mapa, son una señal de modernidad y cosas por el estilo”, apunta William Mitchell, decano de la Escuela de Arquitectura y Planificación del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Sin embargo, los arquitectos están deliberando cómo lograr que sus edificios sean más seguros. Se pueden hacer más resistentes a los ataques mediante paredes y ventanas que soporten explosiones, pero eso les añadiría peso y los costos serían prohibitivos. Los reglamentos de construcción de China exigen que haya un “piso de refugio” vacío al aire libre cada quince plantas. En otros sitios, la normativa en esa materia estipula la instalación de un ascensor exclusivo para los bomberos que llegue al último piso, así como escaleras presurizadas que no dejen entrar el humo. De hecho, en la construcción del Centro Financiero Mundial de Shanghai —que podría convertirse en el edificio más alto del mundo— ya se están incorporando medidas de precaución adicionales.

El ruido ambiental y los problemas de audición

“La quinta parte de los escolares y la tercera parte de los adultos polacos tienen problemas de audición”, afirma el semanario Polityka, de Polonia. Las encuestas muestran que las mayores molestias las producen el ruido del tránsito, los reproductores de audio y vídeo a volumen alto y los electrodomésticos. Un informe de la situación ambiental señaló que, en Varsovia, el incremento del tránsito ya ha elevado a 100 decibeles el nivel de ruido en una de las calles principales. Los gritos de los niños jugando alcanzan los mismos niveles. Los amplificadores de sonido de las discotecas pueden alcanzar niveles de ruido de hasta 120 decibeles, tan solo un poco por debajo del umbral de dolor, que se produce entre los 130 y los 140 decibeles. Los especialistas sostienen que esos ruidos fuertes son una causa directa de los problemas de audición. El profesor Henryk Skarżyński, otorrinolaringólogo del Instituto de Fisiología y Patología del Oído, señala: “Los problemas de audición se traducen en dolencias sociales graves. Las personas afectadas son más irritables, tienen problemas de aprendizaje [y] mayores dificultades para aprender un idioma extranjero”.