Observando el mundo
Observando el mundo
El lenguaje vulgar se generaliza
Muchos norteamericanos temen estar librando “una batalla perdida por preservar la urbanidad”, indica un artículo publicado en The Toronto Star. La cuestión se manifiesta sobre todo en “la creciente aceptación del lenguaje soez”. De acuerdo con P. M. Forni, jefe del Plan sobre Urbanidad de la Universidad Johns Hopkins, las vulgaridades están tan extendidas que muchos jóvenes no creen que sean malas, y la mayoría de los adultos ni las notan ni les importan. El citado rotativo añade que, en opinión del profesor Timothy Jay, “los niños comienzan a decir groserías desde la edad de un año, que es cuando son capaces de absorber lo que escuchan de sus padres o de la televisión”. Las cifras de un estudio revelan que “las groserías constituyen el 10% del vocabulario de un adulto en el trabajo y el 13% en un ambiente de ocio”. De acuerdo con otra estadística que cita el Star, “el lenguaje soez en la televisión [estadounidense] aumentó en más del 500% de 1989 a 1999”.
Cómo mantiene su posición el vencejo mientras duerme
Durante su vuelo, el vencejo no solo consigue dormir, sino que también se las arregla para permanecer sobre su territorio sin que lo arrastre el viento. A fin de indagar cómo lo logra, los ornitólogos Johan Bäckman y Thomas Alerstam, de la Universidad de Lund (Suecia), siguieron con radar sus movimientos nocturnos. Según el reportaje publicado en la revista científica alemana Bild der Wissenschaft, los investigadores observaron que el ave describe una trayectoria fija que la mantiene dentro de su ruta: asciende a elevadas altitudes —de hasta 3.000 metros— y vuela en diagonal con respecto al viento, cambiando constantemente el rumbo cada pocos minutos, trayectoria rítmica que la lleva de un lado a otro de su territorio. Sin embargo, se ha notado que, si la velocidad del viento es baja, vuela en círculos mientras duerme.
“Una enfermedad que no tenemos por qué padecer”
“La osteoporosis es una enfermedad que no tenemos por qué padecer: en buena parte, es evitable —afirma el periódico australiano The Sun-Herald—. Con todo, se prevé que para el año 2020, 1 de cada 3 camas de hospital estará ocupada por una mujer con fracturas.” La organización Osteoporosis Australia informa que dicha afección —la cual hace los huesos porosos y quebradizos— “es más frecuente que el colesterol alto, las alergias o el resfriado común, y que resulta más cara que la diabetes o el asma. Además, el índice de mortalidad femenina por fractura de cadera es mayor que el ocasionado por todos los cánceres juntos”. Basándose en cálculos confiables, el profesor Philip Sambrook opina que, en Australia, la mitad de las mujeres y la tercera parte de los hombres sufrirán alguna fractura por osteoporosis en el transcurso de su vida. “La mejor defensa —explica el diario— es desarrollar el máximo de masa ósea en las primeras tres décadas de vida mediante el ejercicio y el consumo adecuado de calcio.” El riesgo de sufrir osteoporosis se reduce significativamente si se evita el tabaco y el consumo excesivo de alcohol y de cafeína. Algunos hábitos saludables son hacer ejercicio con regularidad e ingerir alimentos ricos en calcio y vitamina D.
Una “Virgen” que desata nudos
“En los últimos años han estado de moda san Judas Tadeo, abogado de los casos imposibles; santa Rita, salvadora de los desesperados; santa Eduviges, protectora de los endeudados, y san Expedito, patrón de los casos de urgencia”, comenta la revista Veja. Ahora, la figura “santa” de mayor popularidad entre los católicos brasileños es “Nuestra Señora Desatanudos”. Este peculiar título se debe al cuadro de una capilla de Augsburgo (Alemania), en el que aparece la Virgen María deshaciendo los nudos de una cinta. Gracias a la publicidad que le han dado algunas celebridades de los medios de comunicación, “Nuestra Señora Desatanudos” ha atraído devotos que procuran su ayuda para desenmarañar problemas de salud, matrimoniales y económicos. Al mismo tiempo, ha generado un lucrativo comercio de medallones, rosarios, imágenes y calcomanías para automóviles. “La fiebre por la ‘[Virgen] Desatanudos’ no es mala, pero no durará mucho”, predice Darci Nicioli, administrador de la capilla más grande de Brasil.
El evangelio va al espacio
Mientras los científicos siguen debatiendo la existencia de vida en el espacio exterior —dice el periódico Berliner Morgenpost—, los sacerdotes del observatorio del Vaticano han llegado a la siguiente conclusión: “Los terrícolas no somos las únicas criaturas de Dios en el universo: Él también creó extraterrestres”. George Coyne, director del observatorio, comenta: “El universo es tan grande que sería una locura pensar que nosotros somos una excepción”. A fin de llevar el evangelio a los extraterrestres, varios monasterios han estado enviando el Nuevo Testamento al espacio en mensajes codificados. Al Vaticano le gustaría saber a continuación “si Jesucristo se ha manifestado en algún otro planeta también” y, añade Coyne, “si ha salvado asimismo a los habitantes” de esos planetas, refiere el citado diario.
Se reajusta “el fin del mundo”
Los directores del Bulletin of the Atomic Scientists han adelantado las manecillas del famoso reloj del holocausto nuclear “dos minutos, para que marque siete minutos antes de la medianoche”, informa el diario parisino International Herald Tribune. El motivo ha sido “la preocupación ocasionada por la lentitud en los programas de desarme, por la inseguridad del arsenal atómico existente y por el terrorismo”. El reloj, que representa lo cerca que se encuentra el mundo de la aniquilación nuclear, se ha ajustado diecisiete veces desde su creación, en 1947. Tras la caída de la Unión Soviética, en 1991, el reloj se retrasó a diecisiete minutos antes de la medianoche, pero el minutero ha ido avanzando con el andar de los años, la última vez en 1998: de catorce minutos pasó a nueve antes de la medianoche. Desde entonces, solo se han desmantelado 3.000 armas atómicas, lo que deja más de treinta y un mil en manos de las potencias nucleares.
Suiza decide incorporarse a la ONU
“Con un ajustado margen del voto popular, la Suiza neutral decidió [...] dejar atrás décadas de aislacionismo e ingresar en las Naciones Unidas”, anuncia The New York Times. A fin de ser el integrante número 190, es necesario que el país presente una solicitud oficial ante la Asamblea General de la ONU. La última vez que los suizos votaron respecto a la incorporación, en 1986, la propuesta recibió un rotundo rechazo “inspirado por el miedo a poner en peligro la tradicional neutralidad de la nación”. ¿A qué obedece el cambio de actitud? “Aunque este país alberga la sede europea de las Naciones Unidas en la ciudad de Ginebra y toma parte activa en varios de sus organismos, el gobierno temía que la constante renuencia a la incorporación debilitara a Suiza en sentido político y económico, así como en su función de mediadora en conflictos remotos”, explica el Times. También es posible que la nación haya visto necesario mejorar su imagen tras las recientes noticias de que sus bancos habían retenido las cuentas de víctimas del Holocausto y de que sus fronteras se cerraron ante muchos que intentaban escapar de la Alemania nazi.
Esteroides mortales
En Polonia, “un 60% de los fisioculturistas utilizan esteroides”, según cálculos publicados en el semanario polaco Wprost. Los adolescentes de entre 17 y 18 años comienzan a usarlos a principios de año “para poder exhibir su musculatura en las piscinas cuando llegue junio”. Aunque los esteroides “pueden adquirirse en prácticamente cualquier gimnasio”, resultan nocivos para el organismo. “No solo dañan el hígado, sino también los músculos”, explica el profesor Janusz Nauman, de la Universidad de Medicina de Varsovia. Otros efectos secundarios son problemas de la piel y del cabello, hiperactividad, conducta agresiva y alteraciones emocionales conflictivas. Algunos de estos efectos solo se manifiestan al cabo de varios años. Por ejemplo, en el caso de los “atletas de [la anterior] Alemania oriental, donde se consumieron grandes cantidades de drogas a partir de la década de 1950, el impacto en la salud se notó en los años setenta y ochenta”, afirma el profesor Nauman. Además, el Wprost agrega que el uso de esteroides “aumenta la posibilidad de recurrir a la heroína y otros estupefacientes”.