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Interesémonos por la seguridad

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VOLAR a 11.000 metros de altura puede amedrentar a algunas personas. Es como si se fuera en contra de las leyes de la naturaleza. Pero en vista de las estrictas normas de seguridad actuales y la gran fiabilidad de la aviación, los posibles peligros que conlleva desplazarse a grandes velocidades por la atmósfera dentro de un tubo de metal son mínimos. No obstante, de vez en cuando, la cruda realidad nos recuerda que sí pueden producirse accidentes.

Cómo afrontar el miedo

Pese a dicha realidad, el hombre ha expresado desde tiempos inmemoriales el deseo de volar. Diez siglos antes de Cristo, el rey David escribió: “¡Ay, que tuviera alas como las tiene la paloma! Me iría volando” (Salmo 55:6). Como ya se ha indicado, la tecnología moderna ha convertido la aviación en uno de los medios de transporte más seguros. Claro, no es perfecto. En este mundo no hay nada que sea perfectamente seguro ni totalmente previsible.

Es importante tener eso presente si nos resulta difícil reaccionar de manera racional cuando otra persona tiene el control de la situación. Hay quienes tal vez piensen que cuanto más dominen ellos la situación, menos miedo sentirán. Por eso sufren cuando es poco o nada lo que pueden hacer por controlar las circunstancias que les rodean, como es el caso de los viajes en avión.

Pese a las numerosas medidas que se han tomado para mejorar la seguridad aérea, no hay lugar para la indiferencia. Todos podemos colaborar para reducir al máximo los peligros potenciales. Además, las autoridades nos previenen contra las amenazas existentes. Un sabio proverbio bíblico dice: “El prudente ve venir el mal, y se precave” (Proverbios 22:3, Straubinger). Es sensato reconocer que en prácticamente toda actividad existen riesgos. No obstante, para ver las cosas con objetividad, recuerde que volar exige tomar las mismas precauciones que uno tomaría en otras situaciones a fin de proteger su seguridad.

Quienes vuelan habitualmente están mejor preparados para solventar cualquier contratiempo, pues suelen conocer los aeropuertos y los aviones mejor que otros pasajeros. Usted también puede sentir casi la misma confianza y tranquilidad que ellos si pone en práctica las sencillas sugerencias que se dan en los apartados que aparecen a continuación.

Cómo evitar contratiempos

Aunque los controles de seguridad cumplen una función necesaria, algunos viajeros —particularmente los que tienen prisa— tienden a verlos como una molestia. En vista de que en la mayoría de los aeropuertos se han incrementado las medidas de seguridad, le convendría poner en práctica las siguientes sugerencias para pasar por los controles sin contratiempos:

▪ Llegue temprano. Si llega con suficiente margen al aeropuerto, podrá tomarse las cosas con calma, relajarse y evitar la tensión que pueden crear las situaciones inesperadas o molestas.

▪ Al escoger la línea aérea, opte por una cuyos clientes sean en su mayoría gente de negocios. Estas personas tienen experiencia en viajes aéreos, llevan poco equipaje de mano y no quieren perder tiempo.

▪ Antes de cruzar los arcos de detección de metales, entregue a la persona encargada todo aquello que pudiera activar la alarma: llaves, monedas, alhajas, teléfonos celulares, etc.

▪ Coloque el equipaje de mano lo más plano posible sobre la cinta transportadora; si la persona encargada del aparato de rayos X ve una imagen confusa, le pedirá que vacíe esa bolsa de viaje o que vuelva a colocarla sobre la cinta.

▪ Si lleva algún objeto poco común que piensa que puede llamar la atención —como una antigua mandolina con incrustaciones de plata que perteneció a su abuela—, comuníqueselo al encargado de los rayos X. Si la explicación que usted le da tocante a la extraña forma que verá en la pantalla le satisface, es menos probable que insista en examinar dicho objeto. En situaciones de mucha prisa, es mejor sacar el objeto de la bolsa antes de pasar y pedir que lo inspeccionen a mano.

▪ Si la alarma se dispara, colabore con el personal de seguridad y ofrezca una explicación de inmediato. Si el encargado sabe que la alarma se activó por un objeto aislado y tiene un compañero con una paleta manual de detección de metales, le indicará que vaya a donde él.

▪ Si no quiere perder el vuelo, no haga bromas sobre secuestros o bombas. Además de ser registrado minuciosamente por el personal de seguridad del aeropuerto, pudieran imputarle un delito.

¡Feliz viaje!

¿Es posible escoger un vuelo seguro? Claro que sí. Sea cual sea el vuelo que seleccione, sus posibilidades de llegar sano y salvo son enormes. Si tiene dudas, consulte el registro de seguridad de la aerolínea con la que planea viajar. Recuerde que a pesar de los accidentes de aviación, volar sigue considerándose uno de los modos de viajar más seguros.

Mientras tanto, todos podemos esperar el día en que podamos vivir seguros y confiados bajo la gobernación de Dios sobre el entero planeta. En el seno de una familia humana pacífica y temerosa de Dios, no habrá lugar para nadie que ponga en peligro la vida de su prójimo. El ser humano “vivirá en paz y se sentirá seguro, sin temer la desgracia” (Proverbios 1:33, La Nueva Biblia Latinoamérica, 1989). *

[Nota]

^ párr. 19 Otros artículos relacionados son: “Por un vuelo más seguro” (¡Despertad! del 22 de septiembre de 2000), “¡Que tenga un feliz vuelo!” (¡Despertad! del 8 de septiembre de 2000), “¿Qué se necesita para que continúen volando?” (¡Despertad! del 8 de septiembre de 1999), “¿Son seguros los aviones?” (¡Despertad! del 8 de marzo de 1999) y “¿Le deja en tierra el miedo a volar?” (¡Despertad! del 22 de septiembre de 1988).

[Ilustración y recuadro de las páginas 10 y 11]

CONSEJOS PARA SU SEGURIDAD

Tome vuelos directos. La mayoría de los accidentes se producen al despegar, ascender, descender o aterrizar. De modo que el riesgo disminuye al no hacer escalas.

Escoja aviones grandes. Los aviones de más de treinta plazas suelen estar diseñados y garantizados teniendo en cuenta normas más estrictas que los de menor tamaño. Además, en el caso improbable de que se produjera un accidente grave, las aeronaves grandes ofrecen más oportunidad de supervivencia a los pasajeros.

Preste atención a las instrucciones que se dan antes del despegue. Aunque la información parezca reiterativa, la ubicación de las salidas de emergencia más próximas difiere dependiendo del tipo de avión y del asiento que uno ocupe.

No ponga objetos pesados en el compartimiento superior. En caso de turbulencias, tal vez este no soporte el peso excesivo. Por tanto, si ve que un objeto será demasiado pesado para alzarlo con facilidad y colocarlo en dicho compartimiento, es mejor que lo facture.

Mantenga abrochado el cinturón de seguridad mientras esté sentado. Le proporcionará mayor protección en caso de que el avión pase inesperadamente por una zona de turbulencias.

Obedezca a los auxiliares de vuelo. La razón principal por la que están en el avión es la seguridad, de modo que si alguno de ellos le pide que haga algo, obedezca primero y pregunte después.

No lleve ningún material peligroso. Hay listas bastante largas de materiales peligrosos que no se permiten a bordo, pero el sentido común debería indicarle que no hay que introducir en un avión gasolina, productos corrosivos, gases tóxicos ni nada por el estilo, a menos que la línea aérea lo permita y se transporten dentro de un recipiente adecuado.

No beba demasiado. El alcohol afecta más en el aire que a nivel del mar. De todas formas, prescindiendo de la altitud a la que se encuentre, siempre es recomendable beber con moderación.

Manténgase alerta. En el caso poco probable de que se presentara una situación de emergencia y, por ejemplo, hubiera que desalojar el avión como medida preventiva, siga las instrucciones de los auxiliares de vuelo y los pilotos, y salga de la aeronave lo más deprisa posible.

[Reconocimiento]

Fuente: AirSafe.com

[Ilustración y recuadro de la página 12]

CÓMO TRANQUILIZAR A LA FAMILIA

Si suele viajar, le serán prácticos los siguientes consejos para tranquilizar a su familia.

Hable con sus familiares. Antes de partir, dedique un poco de tiempo a hablar con sus seres queridos sobre su seguridad y la de ellos. Explíqueles las nuevas medidas de seguridad que se han tomado y cómo estas contribuyen a evitar peligros durante el viaje.

Permítales expresar sus preocupaciones. Deje que sus familiares manifiesten sus inquietudes. Ellos le aman y solo desean que no le pase nada. Escuche con atención y sin criticar, tomando en serio todos sus temores y preocupaciones.

Tranquilícelos. Hábleles de los diversos organismos que están haciendo todo lo posible por impedir futuros atentados terroristas, y de que se han aumentado, con ese fin, las medidas de seguridad en los aeropuertos y en los propios aviones. La probabilidad de que le ocurra algo malo mientras viaja en avión es bastante remota.

Manténgase en contacto. Prometa telefonearlos cuando llegue a su destino. Siga llamándolos con regularidad mientras esté fuera. También es importante que su familia sepa dónde localizarle en caso de emergencia.

[Reconocimiento]

(Tomados del sitio en Internet de United Behavioral Health)

[Ilustraciones de la página 10]

Esté dispuesto a colaborar en los controles de seguridad