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Lo que debería saber sobre la Navidad

Lo que debería saber sobre la Navidad

El punto de vista bíblico

Lo que debería saber sobre la Navidad

MILLONES de personas de todo el mundo se están preparando para disfrutar de la temporada navideña del 2002. Tal vez usted sea una de ellas. Por otra parte, puede que no tenga la costumbre de participar en los actos religiosos de esta popular celebración. En cualquier caso, es poco probable que escape a los efectos de la Navidad, ya que esta impregna el mundo del comercio y el entretenimiento aun en los países no cristianos.

¿Qué sabe usted sobre la Navidad? ¿Existe base bíblica para conmemorar el nacimiento de Cristo? ¿Qué hay tras esta festividad popular que se celebra el 25 de diciembre?

Prohibición de la Navidad

Si dedica un tiempo a investigar el asunto, verá que la Navidad no se origina en el verdadero cristianismo, y así lo reconocen muchos biblistas de distintas confesiones. Teniendo eso presente, no sorprende saber que en Inglaterra, el Parlamento de Cromwell decretara en 1647 que la Navidad fuera un día de penitencia y la prohibiera por completo en 1652. De hecho, desde 1644 hasta 1656, el Parlamento se reunió intencionadamente cada 25 de diciembre. Según la historiadora P. L. Restad, “los pastores que predicaban la Natividad se exponían a ser encarcelados, y a sus ayudantes se les podía multar si decoraban las iglesias. Las tiendas tenían que abrir por ley en dicho día como en cualquier otro día laborable”. ¿Por qué se adoptaron medidas tan radicales? Los reformadores puritanos pensaban que la Iglesia no debía crear tradiciones inexistentes en las Escrituras, por lo que denunciaban fervorosamente la celebración de la Navidad tanto en sus sermones como en las publicaciones que distribuían.

En Norteamérica se manifestaron actitudes parecidas. Entre los años 1659 y 1681, la Navidad estuvo prohibida en la colonia de la bahía de Massachusetts. * La ley dispuso que no debía observarse de forma alguna, y los infractores eran multados. Además de los puritanos de Nueva Inglaterra, también había grupos en las colonias centrales que se negaban a festejarla. Los cuáqueros de Pensilvania, por ejemplo, se mostraban tan inflexibles como los puritanos. Según cierta obra, “poco después de que los norteamericanos proclamaran su independencia, una cuáquera llamada Elizabeth Drinker dividió a los habitantes de Filadelfia en tres categorías: los cuáqueros, que ‘consideraban [la Navidad] un día como otro cualquiera’; los que la celebraban por devoción, y el resto, quienes ‘se entregaban al desenfreno y el jolgorio’”.

Henry Ward Beecher, conocido pastor estadounidense que se crió en un hogar calvinista ortodoxo, supo muy poco de esta festividad hasta los 30 años de edad. “La Navidad me era completamente ajena”, escribió en 1874.

Las primeras iglesias bautistas y congregacionalistas tampoco encontraron base bíblica para conmemorar el nacimiento de Cristo. Cierto libro indica que la Iglesia Bautista de Newport (Rhode Island) celebró la Navidad por primera vez el 25 de diciembre de 1772, unos ciento treinta años después de la fundación de la primera iglesia de esa confesión en Nueva Inglaterra.

El origen de la Navidad

La New Catholic Encyclopedia admite: “No se conoce la fecha del nacimiento de Cristo. Los Evangelios no indican ni el día ni el mes [...]. Según la hipótesis presentada por H. Usener [...] y aceptada por la mayoría de los eruditos actuales, al nacimiento de Cristo se le asignó la fecha del solsticio de invierno (25 de diciembre en el calendario juliano y 6 de enero en el egipcio) porque, al ser el día en que el Sol iniciaba su regreso al hemisferio norte, los paganos devotos de Mitra celebraban el dies natalis Solis Invicti (natalicio del Sol invicto). El 25 de diciembre de 274, el emperador Aureliano había proclamado al dios Sol protector principal del imperio y le había dedicado un templo en el Campo de Marte. La Navidad se originó en una época en la que el culto al Sol era muy importante en Roma”.

La obra Cyclopœdia, de M’Clintock y Strong, dice: “La celebración de la Navidad no es un mandato divino, ni tiene su origen en el N[uevo] T[estamento]. El día del nacimiento de Cristo no puede deducirse del N[uevo] T[estamento] ni de ninguna otra fuente”.

Un “vano engaño”

Teniendo en cuenta lo anterior, ¿deben seguir los cristianos las tradiciones navideñas? ¿Le agrada a Dios que se fusione su adoración con las creencias y prácticas religiosas de quienes no lo adoran a él? El apóstol Pablo advierte en Colosenses 2:8: “Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo”.

El mismo apóstol también escribió: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos. Porque, ¿qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial [Satanás]? ¿O qué porción tiene una persona fiel con un incrédulo?” (2 Corintios 6:14, 15, nota).

En vista de las pruebas irrefutables que existen sobre el origen de las celebraciones navideñas, los testigos de Jehová no participan en ellas. En consonancia con las Escrituras, se esfuerzan por practicar “la forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios” manteniéndose “sin mancha del mundo” (Santiago 1:27).

[Nota]

^ párr. 7 La colonia de la bahía de Massachusetts, fundada en 1628 por puritanos ingleses, fue uno de los primeros asentamientos de Nueva Inglaterra y el más grande y próspero de todos.

[Comentario de la página 16]

El Parlamento inglés prohibió la Navidad en 1652

[Comentario de la página 17]

“La Navidad me era completamente ajena”—HENRY WARD BEECHER, PASTOR ESTADOUNIDENSE

[Ilustración de la página 17]

Los paganos devotos de Mitra y del dios Sol (representados en el bajorrelieve) celebraban el 25 de diciembre

[Reconocimiento]

Musée du Louvre (París)