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De nuestros lectores

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Los juegos de azar Acabo de leer la serie titulada “¿Son inofensivos los juegos de azar?” (22 de julio de 2002). Le doy gracias a Jehová por utilizarlos a ustedes para publicar información tan oportuna. No podía creer lo que veían mis ojos: la lista en la que se enumeraban los síntomas de adicción al juego describía perfectamente lo que le sucede a mi esposo. Lamentablemente, esta práctica lo ha inducido a cometer otros pecados graves. El juego es una plaga. Ojalá la gente recuerde que no se trata de una diversión inofensiva.

M. G., Estados Unidos

Las mariposas Tengo 10 años, y me encantó el artículo “Un cultivo con alas” (22 de julio de 2002). El año pasado tuvimos en la escuela una actividad relacionada con las mariposas. Cada alumno tuvo que cuidar de una oruga, alimentarla todos los días y mantener limpia su caja. Vi como cuatro orugas mudaron la piel. Cuando hicieron el capullo, las llevamos al laboratorio de biología y en primavera volvimos para ver las nuevas mariposas. Por favor, sigan escribiendo artículos tan interesantes.

B. P., Alemania

Me crié en una casa cerca de un prado, por lo que era común ver muchas mariposas en el patio. Siempre admiré su belleza. Ahora que soy adulta, estas frágiles criaturas me ayudan a percibir las cualidades de Jehová (Romanos 1:20). Imagínense lo contenta que me puse cuando vi las fotografías que aparecieron en ¡Despertad! de varias mariposas multicolores. Gracias por su magnífico trabajo.

D. G., Eslovaquia

La depresión posparto Creo que las observaciones recogidas en el artículo “Gané la batalla contra la depresión posparto” (22 de julio de 2002) son aplicables a cualquier tipo de depresión. Yo lucho constantemente con la depresión. Me consuela mucho saber que no soy la única persona afectada y que, como en el caso de las demás enfermedades, la depresión desaparecerá bajo el Reino de Dios.

C. H., Estados Unidos

Hace diez meses, tras dar a luz una niña, me diagnosticaron psicosis posparto. No quería saber nada de mi hija. El tratamiento médico y el cariñoso apoyo de mi familia y de la congregación me han ayudado mucho. Espero que el artículo también ayude a otras mujeres, así como a sus familiares, a comprender esta enfermedad. Pienso llevarle el artículo a mi doctora.

S. Z., Sudáfrica

Después de tener mi segundo hijo caí en una profunda depresión. Mis amigos y familiares me convencieron para que fuera al médico. Agradezco mucho que la organización de Jehová nos proporcione el alimento espiritual al debido tiempo mediante publicaciones como ¡Despertad!

C. O., Estados Unidos

El cabello Les agradezco sinceramente el tema “¿Le preocupa su cabello?” (8 de agosto de 2002). Tengo 36 años, y hacía tiempo que estaba preocupada por la leve caída de mi pelo. Pero el artículo me hizo ver que es normal perder algunos cabellos todos los días. Ahora estoy mucho más tranquila. ¡Sigan publicando información como esta!

V. G., Eslovaquia

Recibí la revista justo a tiempo. Estaba muy nerviosa porque se me estaba cayendo el pelo. Pero el artículo me tranquilizó, sobre todo la oración que decía que “los demás no suelen preocuparse tanto como nosotros por el aspecto que presenta nuestro cabello”. También me alivió leer que, aunque uno tenga el pelo saludable, pierde diariamente de 70 a 100 cabellos.

E. L., Estados Unidos