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De visita a un bananal

De visita a un bananal

De visita a un bananal

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN SUDÁFRICA

SIEMPRE me han gustado las bananas, como supongo que a la mayoría de la gente. Además de deliciosas, son ricas en vitaminas, minerales y fibra. ¿Desearía conocer mejor este nutritivo fruto? Pues bien, no hace mucho, un agricultor y su esposa me explicaron la sorprendente forma en que se regenera la planta donde crece.

Tony y Marie (foto superior) son propietarios de una finca de 55 hectáreas en Levubu (Provincia de Limpopo [Sudáfrica]). Aunque la dedican a diversos cultivos, el principal es la banana. Dejemos que el esposo nos cuente algunos detalles sobre este popular alimento.

Cultivo y clima

“El terreno ideal —explica él— posee un alto contenido de arcilla, no es ni arenoso ni rocoso, y además tiene bastante profundidad y buen drenaje. La planta medra en zonas donde no se producen heladas; de hecho, prefiere las temperaturas elevadas, como las de Levubu, cuya media anual oscila entre los 12 y los 35 °C.” ¿Cuánta humedad necesita? Tony contesta: “Requiere lluvias constantes o riego semanal”.

Aunque tenga apariencia de árbol, el tronco no es leñoso, sino que lo forman vainas de hojas muy apretadas. En realidad se trata de una hierba gigante. Su verdadero tallo, llamado rizoma, se encuentra bajo tierra, y de él nacen las raíces, las hojas y, con el tiempo, una gran flor morada, así como los retoños que se convertirán en nuevas plantas.

La mata de la banana pasa por tres etapas principales de desarrollo, en función de las cuales recibe en la zona los nombres de “abuela”, “hija” o “nieta”, respectivamente (véase la foto). La “abuela” fructifica el primer año; la “hija”, el segundo, y la “nieta”, el tercero. Las “nietas” aparecen en considerables cantidades junto a su “madre”. Cuando estos retoños alcanzan a la rodilla de un adulto, hay que cortarlos todos, salvo el más prometedor.

La gran flor morada, que terminará siendo un racimo de bananas, brota del rizoma subterráneo y atraviesa el centro de la planta. Finalmente emerge entre las dos hojas superiores y se encorva hacia abajo. Al caerse los pétalos, queda al descubierto el racimo, compuesto por diez o quince manos poco desarrolladas y que, a ojos del profano, están creciendo al revés. Cada mano contiene una veintena de bananas, que reciben el nombre de dedos.

La cosecha

Entre la salida de la flor morada y la cosecha pudieran pasar de tres a seis meses, según la época del año. El fruto se corta verde, pero solo cuando los dedos han adquirido formas redondeadas. El peso promedio de un racimo comercializable es de unos 35 kilos. En el momento de recolectarlo se le coloca una funda plástica para que no se magulle durante el transporte hasta el local de embalaje. Allí se corta cada mano en grupos de tres a seis dedos y se les aplica fungicida para prevenir la pudrición del tallo.

En Sudáfrica se coloca luego el fruto en cajas de cartón enceradas y se las traslada al almacén de maduración, proceso que se desencadena exponiéndolas a un gas, el etileno. * Allí se mantienen a temperatura controlada durante un día o dos y después se envían para el consumo.

“Probablemente no soy imparcial —señala Tony con un guiño—, pero creo que las bananas de Levubu se destacan por su excepcional sabor, que al parecer se debe al terreno. La pena es que, como estamos tan lejos de los centros exportadores, solo se saborean en este país.”

Beneficiosas para la salud

Las bananas son ricas en potasio. “Buen número de estudios —señala la revista Health en un artículo sobre el tema— indica que este nutriente contribuye a fortalecer los huesos y a reducir el riesgo de hipertensión y de accidentes cerebrovasculares.” Además, agrega la citada publicación, esta fruta “contiene ácido fólico —vitamina del complejo B que previene defectos congénitos—, por lo que resulta esencial para la mujer embarazada o en edad fértil”. También brinda otros minerales esenciales, como el magnesio, que ayuda a los huesos a absorber el calcio y, por ende, a conservarse fuertes.

Las proteínas de la banana están compuestas por dieciocho aminoácidos, entre ellos todos los esenciales que el organismo no elabora o lo hace en cantidades insuficientes. Este fruto está constituido en un 22% por carbohidratos y, como es muy digerible, ofrece un rápido aporte energético. “Es una buena fuente de vitaminas A, B y C —añade gustosa Marie—, y parece, además, que inhibe el apetito, pues el consumidor no suele comer muchas de una sola vez.” Teniendo en cuenta lo anterior, ¿por qué no prueba una? Verá qué sana y sabrosa es.

[Nota]

^ párr. 12 Cuando las bananas maduran de forma natural, emiten el mismo gas, que acelera el proceso. De modo que otra forma de poner a punto los frutos verdes es colocar entre ellos algunos que ya lo estén.

[Ilustración de la página 16]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

Hoja

Flor/bananas

Vaina de la hoja

Nivel del suelo

Rizoma

Raíz

[Reconocimiento]

Dibujo: basado en un grabado de The Complete Encyclopedia of Illustration/J. G. Heck

[Ilustración de la página 17]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

Abuela

Hija

Nieta

[Ilustraciones de la página 17]

La enorme flor morada se convierte en un racimo de bananas

[Reconocimiento]

Foto de Kazuo Yamasaki

[Ilustraciones de la página 18]

Cosecha (izquierda); una nueva cosecha en camino (arriba)