El mito que se rehúsa a morir
El mito que se rehúsa a morir
DE NUESTRO CORRESPONSAL EN FRANCIA
LOS niños de todo el mundo lo aman con locura. Tanto, que en un año reciente llegaron a las oficinas del servicio postal francés unas ochocientas mil cartas para él, casi todas firmadas por pequeños de tres a ocho años de edad. Y es que Papá Noel (Santa Claus), ese personaje afable de abundante barba cana y traje rojo ribeteado con felpa blanca, parece ser una de las principales atracciones de las festividades navideñas. Ahora bien, ¿puede imaginar que alguien le prenda fuego a su efigie? Pues eso es justo lo que ocurrió hace cincuenta años, en Dijon (Francia), cuando el 23 de diciembre de 1951 se “ejecutó” a Papá Noel frente a unos doscientos cincuenta niños.
¿Cuál fue su delito? Según el periódico France-Soir, la ejecución “se decidió con el consentimiento del clero, que había acusado a Papá Noel de ser un usurpador y un hereje” y de “paganizar la Navidad”. Cierto comunicado dijo que aquel había sido “un acto simbólico”, dado que “la falsedad no [podía] despertar el sentimiento religioso en los niños y no [constituía] ningún método educativo”.
A algunos eclesiásticos les parecía que las costumbres en torno a Papá Noel alejaban a la gente del “significado estrictamente cristiano” de la Natividad. De hecho, el etnólogo Claude Lévi-Strauss dijo en Les Temps Modernes, en el número de marzo de 1952, que la creencia en Papá Noel constituía “uno de los más potentes semilleros del paganismo en la sociedad actual”, y que la Iglesia estaba justificada al denunciar tal creencia. Hizo notar, asimismo, que sus orígenes se remontaban hasta el rey de las saturnales. En la Roma antigua, la celebración de las saturnales duraba del 17 al 24 de diciembre, semana en la que todas las casas se adornaban con ramas de plantas y había intercambio de regalos. Las saturnales, como la Navidad, se caracterizaban por la diversión.
Hoy, más de cincuenta años después de aquella ejecución, ¿cómo ven los católicos franceses a Papá Noel? Este heredero lejano de las saturnales romanas es tan característico de la Navidad como la representación de Jesús en un pesebre. De vez en cuando hay algún sacerdote que denuncia a Santa Claus como un símbolo del comercialismo que excluye a Cristo de las Navidades, pero, en su mayoría, los escrúpulos concernientes a las raíces paganas de Papá Noel han zozobrado entre las rocas de la aceptación popular.
[Reconocimiento de la página 13]
DR/© Cliché Bibliothèque nationale de France (París)