Ir al contenido

Ir al índice

De nuestros lectores

De nuestros lectores

De nuestros lectores

Familias monoparentales No tengo palabras para expresar lo mucho que agradezco los artículos de portada “Las familias monoparentales pueden tener éxito” (8 de octubre de 2002). Los leería una y otra vez, pues estoy criando a mis dos hijos sin un cónyuge a mi lado. Cada vez que los leo me convenzo de que puedo tener éxito y de que no estoy sola. Muchas gracias.

C. B., Estados Unidos

Soy una mujer divorciada, y las cosas se me pusieron muy difíciles cuando mi esposo me abandonó y quedé a cargo de mis dos hijos. Le doy gracias a Jehová porque escucha nuestro clamor y nos responde con artículos tan amorosos. De esta forma nos asegura que piensa en nosotros y que nos quiere.

L. T., República Checa

Muchas gracias por publicar estos artículos. Me estaba empezando a desesperar debido a mis circunstancias actuales: las de una madre sin cónyuge que siempre ha estado en casa y que ahora ha tenido que buscar un empleo para cuidar de la familia. Sin embargo, los artículos me dieron la esperanza y el ánimo que necesitaba para seguir adelante. Pienso poner en práctica las sugerencias, como la de organizarse bien y tener un estudio bíblico de familia. Tendré esta revista a mano para leerla cuando me vuelva a sentir abrumada.

B. A., Estados Unidos

Hace catorce años mi esposo y yo nos divorciamos, y a mi cargo quedaron un hijo y una hija. Agradezco el esfuerzo que hacen ustedes al publicar sus revistas, pero los artículos me decepcionaron hasta cierto grado. Por ejemplo, emplearon mucho la palabra éxito. Creo que he puesto en práctica las sugerencias de la página 11, pero no he tenido el mismo éxito que la madre que allí aparece. No creo que el éxito dependa únicamente de si un hijo se hace evangelizador de tiempo completo o misionero.

M. S., Japón

¡Despertad! responde: Reconocemos que el éxito puede medirse de varias maneras. Nuestra intención era ofrecer recomendaciones prácticas que ayudaran a los padres que crían solos a sus hijos a superar los enormes desafíos a los que se enfrentan y convencerles de que sus esfuerzos no son en vano. Los ejemplos de los jóvenes en el servicio de tiempo completo que se incluyeron demuestran que los padres sin cónyuge pueden criar con éxito a sus hijos en el temor de Dios. Es nuestro deseo que todos los padres —con o sin cónyuge— sigan atendiendo las necesidades espirituales, emocionales y físicas de sus hijos.

Hambre irlandesa Gracias por el informativo artículo “La Gran Hambre irlandesa: epopeya de muerte y emigración” (8 de octubre de 2002). Durante esta hambruna llegaron a Canadá muchos barcos de inmigrantes irlandeses. Una gran cantidad de ellos murió debido al cólera, el tifus y otras enfermedades. Numerosos niños quedaron huérfanos, y algunos fueron adoptados por familias francófonas, que les dieron apellidos franceses. Por ello, con el tiempo se perdió el pasado irlandés de mucha gente.

K. S., Canadá

Los jóvenes preguntan Quisiera decirles algo sobre el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Por qué no me quiere mi padre?” (22 de septiembre de 2002). Cuando mis papás se divorciaron, me deprimí mucho. A veces parecía que nadie podría ayudarme. Tengo la mejor madre y el mejor hermano que alguien pudiera desear, pero en ocasiones me siento como si me faltara un pedazo de corazón: el que se llevó mi padre. Había pedido a Jehová que me diera algo que me estimulara, y eso fue justo lo que logró este artículo. Me ayudó a sentirme mejor conmigo misma y aprendí a sobrellevar mi situación. Lo que en realidad me tocó el corazón fue el Salmo 27:10, pues me ayudó a entender que Jehová me ama aunque a veces me parezca que nadie más lo hace.

D. B., Estados Unidos