Ir al contenido

Ir al índice

Un espectacular viaje por “la autopista número 1”

Un espectacular viaje por “la autopista número 1”

Un espectacular viaje por “la autopista número 1”

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN NORUEGA

DESDE la ciudad costera de Bergen, al sudoeste de Noruega, zarpa todas las noches del año una embarcación que pone rumbo norte y emprende una travesía que cubrirá 4.500 kilómetros en once días. El barco, que pasa por miles de islas y por un sinnúmero de fiordos y brazos de mar, visita diversas ciudades y pueblos enclavados a lo largo de la hermosa y agreste costa noruega.

Aunque mucha gente considera que el recorrido del Expreso Costero de Noruega es el más hermoso del mundo, este tiene un valor práctico: transportar mercancías, correo y pasajeros hasta su destino final, Kirkenes, mucho más allá del círculo polar ártico.

¿Cómo logran surcar los navíos el océano Glacial Ártico, sobre todo en invierno, cuando el hielo imposibilita gran parte de la navegación? Por su ubicación, Noruega recibe la influencia de los vientos templados del oeste y las cálidas aguas de la corriente del Atlántico Norte. Ambos factores moderan el clima de un país que, a juzgar por su latitud, debería ser más frío. De hecho, sus puertos apenas tienen hielo, ni siquiera en invierno.

Nace la “autopista” marítima

A finales del siglo XIX, cuando se estudió la posibilidad de unir las poblaciones costeras por mar, carretera o ferrocarril, la balanza se inclinó al final a favor de una ruta marítima. Con todo, esta presentaba ciertos problemas en aquel entonces, pues aunque el mar no se helaba, resultaba peligroso navegar de noche y con mal tiempo.

Sin embargo, gracias en buena medida a la imaginación y determinación del capitán Richard With, el 2 de julio de 1893 pudo iniciarse un servicio marítimo regular. El viaje inaugural partió de Trondheim con rumbo a Hammerfest, la ciudad más septentrional de Europa. Pese a las predicciones pesimistas, el servicio resultó todo un éxito. De hecho, con el tiempo se añadieron 34 puertos a la ruta, comprendidos entre Bergen y Kirkenes, los actuales puntos de salida y llegada. La mayor prueba del éxito y la importancia de esta ruta marítima tal vez sea el sobrenombre que le pusieron los habitantes de las poblaciones de la costa: “la autopista número 1”.

En la actualidad, dicha ruta la cubre una flota de once barcos modernos que zarpan cada veinticuatro horas. Sin embargo, como ha mejorado mucho la red de carreteras y ferrocarril que une numerosas localidades de la ruta, el servicio marítimo se está enfocando cada vez más hacia el turismo, algo que se evidencia en el diseño de las embarcaciones.

Nuevos paisajes a cada paso

Dado que el viaje transcurre en su mayor parte al abrigo de la costa, los pasajeros contemplan durante once días algunas de las mejores vistas de Noruega: simpáticas aldeas rodeadas de pastos exuberantes, pueblos de pescadores, glaciares, fiordos, montañas nevadas, acantilados repletos de aves marinas, cataratas majestuosas y hasta ballenas.

Por si fuera poco, al arribar a un puerto, es posible desembarcar para visitar los lugares de interés. Desde la ciudad de Molde, por ejemplo, se disfruta de la impresionante vista que ofrecen los 87 picos nevados de la cordillera Romsdal. En Ålesund y en Trondheim tal vez haya tiempo para una pequeña excursión, que incluye un paseo por las calles flanqueadas por edificios de estilo inconfundible. En algunas ciudades, los turistas alquilan un automóvil y suben de nuevo a bordo en el siguiente puerto.

Tras partir de Bodø, el barco cruza el Vestfjorden y se dirige hacia las islas Lofoten, un archipiélago montañoso de 175 kilómetros de longitud en el que hay una gran cantidad de encantadores pueblos pesqueros. Algunas de las islas más remotas no son más que arrecifes, islotes rocosos y paredes de piedra que surgen del mar y que a veces están marcadas con un faro o una señal luminosa. Este grupo insular alberga millones de aves marinas, que pertenecen a algunas de las mayores colonias del mundo. Aquí es posible contemplar, por ejemplo, gaviotas comunes y tridáctilas, golondrinas de mar, eideres, frailecillos, araos, cormoranes, alcas y algún que otro paíño.

En invierno, la costa de Lofoten se abarrota de barcos de pesca que salen a la captura del skrei, una variedad de bacalao. Esta región también es famosa por las ballenas. Es emocionante ver desde el barco a este enorme mamífero saltar y expulsar un chorro de aire.

En verano, el barco se desvía para visitar Trollfjord, un fiordo con una entrada tan estrecha y escarpada que da la impresión de que se puede alargar el brazo por encima de la barandilla de la cubierta y tocar la pared de roca. En este paso, el timonel evita tocar la sirena para no provocar desprendimientos. Con cimas nevadas como telón de fondo, esta parte de la costa es el sueño de cualquier fotógrafo.

Después de detenerse en varias ciudades y villas pesqueras, la embarcación se dirige hacia el este por una sección de la costa que para muchos viajeros es lo mejor del viaje. Desde el puerto de Honningsvag, por ejemplo, sale una excursión al cabo Norte, donde los acantilados casi verticales que se elevan 300 metros por encima del océano Glacial Ártico ofrecen un panorama espectacular.

El barco arriba a Kirkenes, el destino norte de la ruta, donde atraca únicamente unas horas antes de iniciar el viaje de vuelta a Bergen. La travesía hacia el sur ofrece a los pasajeros la oportunidad de disfrutar de paisajes que no contemplaron en el viaje de ida por hallarse durmiendo. En el círculo polar ártico, por ejemplo, puede verse el enorme glaciar Svartisen, de unos 370 kilómetros cuadrados. Más adelante, la embarcación navega cerca de la hermosa cadena montañosa llamada Siete Hermanas y de Torghatten, una formación rocosa ancha y no muy alta atravesada por un túnel natural que le da el aspecto de un sombrero agujereado en la copa. Entre las poblaciones de Måløy y Flora, el barco pasa frente al Hornelen, una montaña que se eleva 860 metros sobre el nivel del mar y cuyas paredes son tan verticales que el timonel tampoco se atreve a hacer sonar la sirena para no causar un derrumbe.

El Sol de medianoche y la noche polar

Quienes viajan en verano tienen luz solar durante casi todo el recorrido. De hecho, gran parte de “la autopista número 1” transcurre por “la tierra del Sol de medianoche”, al norte del círculo polar ártico, donde en verano es siempre de día. En el cabo Norte, por ejemplo, no se pone el Sol durante casi doce semanas.

En el invierno ocurre justo el fenómeno opuesto: la larga noche polar. Dicha estación también tiene su encanto, pues la tenue luz de un Sol que no supera el horizonte tiñe de suaves tonalidades el cielo, el mar, las montañas y la nieve. Además, el cielo invernal proporciona el fondo perfecto para uno de los mayores espectáculos jamás vistos: la famosa aurora boreal. Cuando los vientos solares que arrastran partículas cargadas eléctricamente penetran en los cielos polares, pueden contemplarse centelleantes luces verdes, con tonos amarillentos e incluso rojos que danzan siguiendo un ritmo cósmico en el cielo estrellado, creando impresionantes franjas y cortinas onduladas en forma de arco.

Claro está, no es necesario viajar en el Expreso Costero para disfrutar de muchas de estas sensacionales vistas. Gracias a las mejoras en la red de carreteras y ferrocarril, gran parte del país puede contemplarse desde la ventanilla de un automóvil o de un tren. Para quienes tengan un presupuesto reducido, estos medios de transporte les resultarán más económicos. No obstante, sea cual sea la ruta elegida, una cosa está clara: nadie se cansará jamás de las increíbles y variadas vistas que la espectacular costa noruega ofrece a cada kilómetro y en todas las estaciones del año.

[Mapa de la página 13]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

FINLANDIA

SUECIA

NORUEGA

OSLO

Ruta marítima

▿ ▵ Bergen

▿ ▵ Flora

▿ ▵ Måløy

▿ ▵ Ålesund

▿ ▵ Molde

▿ ▵ Trondheim

CÍRCULO POLAR ÁRTICO

Monumento en el círculo polar ártico

▿ ▵ Bodø

▿ ▵ Islas Lofoten

Trollfjord

▿ ▵ Tromsø

▿ ▵ Hammerfest

▿ ▵ Honningsvag

▿ ▵ Kirkenes

[Reconocimiento]

Ruta del Expreso Costero (Hurtigruten)

[Ilustración de la página 15]

En el Trollfjord, rodeado de elevadas montañas

[Reconocimiento]

TO-FOTO AS, Harstad

[Ilustraciones de la página 15]

Las islas Lofoten albergan muchas aves marinas, como gaviotas, araos de Brünnich y frailecillos

[Ilustración de la página 16]

“La autopista número 1” comienza en Bergen

[Ilustración de la página 16]

Monumento en el círculo polar ártico

[Ilustración de la página 16]

Sol de medianoche

[Reconocimiento]

TO-FOTO AS, Harstad

[Ilustración de las páginas 16 y 17]

Siete Hermanas

[Reconocimiento]

Per Eide

[Ilustración de la página 17]

Pueblo costero en el oscuro invierno

[Ilustración de la página 17]

Aurora boreal

[Reconocimiento]

© TO-FOTO AS, Harstad

[Ilustración de la página 17]

La travesía termina en Kirkenes

[Reconocimiento]

Hallgeir Henriksen

[Reconocimiento de la página 13]

Nancy Bundt