Molestas depuradoras
Molestas depuradoras
A mediados de la década de 1980, el mejillón cebra, molusco del tamaño de la uña del pulgar, fue introducido inadvertidamente en la región norteamericana de los Grandes Lagos mediante el agua de lastre de algunos cargueros europeos. La revista canadiense Maclean’s señala que tal criatura se ha convertido en “el ejemplar por excelencia de especie acuática invasora”. ¿Por qué?
Una sola hembra puede depositar 500.000 huevos al año. Además, estos moluscos se adhieren a cualquier superficie dura formando colonias. En un metro cuadrado puede haber hasta 700.000 ejemplares. Tal aglomeración tiene como consecuencia la obstrucción de las tuberías que llevan agua a las depuradoras y a las centrales eléctricas, además de suponer un costoso problema para los propietarios de embarcaciones y muelles.
Ahora bien, no todo es negativo en esta criatura que tantos enemigos se ha ganado, pues dentro de poco tal vez se ponga al servicio de nuestra salud. Los científicos ambientales, que llevan tiempo estudiando su anatomía y su metabolismo, saben que el mejillón cebra es un resistente depurador de agua. Thaddeus K. Graczyk, parasitólogo de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EE.UU.), e Yves de Lafontaine, investigador científico de Montreal que trabaja para la organización Environment Canada, han efectuado un estudio de este molusco. Según Maclean’s, el mejillón cebra es capaz de ingerir “partículas en suspensión que contengan desde tributiltina, sustancia tóxica presente en la pintura empleada en las embarcaciones, hasta la bacteria E. coli y el mortal parásito cryptosporidium”.
Este último tiene el tamaño de un glóbulo rojo humano y resulta difícil eliminarlo del agua potable, pues es resistente a la mayoría de los desinfectantes habituales, como el cloro y el ozono. “Los mejillones cebra, sin embargo, filtran fácilmente partículas de ese tamaño”, afirma Maclean’s. De hecho, los investigadores aseguran que “durante los meses cálidos, un ejemplar adulto puede filtrar un litro de agua al día y eliminar algas, partículas minerales, contaminantes y otros agentes patógenos y bacterias que ponen en peligro la salud”. Según sus cálculos, una colonia de un metro cuadrado es capaz de digerir 13.000.000 de tales parásitos en dos horas.
En realidad, lo que la ciencia ha aprendido sobre la capacidad purificadora de este molusco es un maravilloso testimonio del perfecto equilibrio entre todas las obras creativas de Dios.
[Reconocimientos de la página 31]
Mejillón cebra entre los dedos: U.S. Geological Survey; todos los demás mejillones: © Rob and Ann Simpson/Visuals Unlimited; Cryptosporidium: H.D.A. Lindquist, U.S. EPA