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¿Se está alterando el clima?

¿Se está alterando el clima?

¿Se está alterando el clima?

“CUANDO dos ingleses se encuentran, de lo primero que hablan es del tiempo”, dijo en son de broma el famoso escritor Samuel Johnson. En los últimos años, sin embargo, no solo se habla del tiempo para iniciar conversaciones. El asunto se ha convertido en fuente de gran preocupación para personas de todo el mundo. ¿Por qué? Porque las condiciones meteorológicas —que siempre han sido difíciles de pronosticar— parecen cada vez más imprevisibles.

Por ejemplo, durante el verano de 2002, Europa se vio afectada por unas tormentas excepcionalmente intensas que ocasionaron, según ciertas fuentes, “las peores inundaciones de Europa central en más de un siglo”. Veamos las siguientes noticias:

AUSTRIA. “Los fuertes temporales azotaron con particular fuerza las provincias de Salzburgo, Carintia y Tirol. Muchas calles se inundaron de lodo, y había montones de barro y escombros de hasta 15 metros de altura. En Viena, una tormenta eléctrica provocó un accidente ferroviario en la estación Südbahnhof que dejó un saldo de varios heridos.”

REPÚBLICA CHECA. “Aunque ha sido una terrible experiencia para Praga, la tragedia ha sido mucho peor en las provincias. Unas doscientas mil personas han tenido que abandonar sus hogares. Pueblos enteros han quedado sumergidos por las aguas.”

FRANCIA. “Veintitrés muertos, nueve desaparecidos y miles de damnificados [...]. Tres personas murieron fulminadas por rayos durante las tormentas del lunes. [...] Un bombero falleció tras rescatar a una pareja que estaba dentro de un automóvil arrastrado por las aguas.”

ALEMANIA. “Nunca antes en la historia de la República Federal se habían tenido que evacuar pueblos y aldeas al grado que se ha hecho ahora durante esta ‘inundación del siglo’. Miles de ciudadanos han huido de sus poblaciones; la mayoría lo ha hecho como medida preventiva. Algunos fueron rescatados de las inundaciones en el último momento con la ayuda de una barca o un helicóptero.”

RUMANIA. “Desde mediados de julio han fallecido a causa de las tormentas alrededor de una docena de personas.”

RUSIA. “En las costas del mar Negro murieron por lo menos 58 personas [...]. Unos treinta automóviles y autobuses permanecen en el fondo del mar, y no se puede ir en su búsqueda porque se han dado nuevos avisos de tormenta.”

Las tormentas no estuvieron circunscritas a Europa

En agosto de 2002, el diario alemán Süddeutsche Zeitung informó: “Las nuevas rachas de aguaceros y tormentas en Asia, Europa y Sudamérica han causado estragos. El miércoles se produjo en Nepal un desprendimiento de tierras que provocó la muerte de por lo menos 50 personas. Un tifón mató a otras ocho en el sur de China y ocasionó fuertes precipitaciones en el centro de la nación. Las inundaciones de China elevaron el nivel de las aguas del río Mekong hasta una altura jamás vista en los últimos treinta años, y más de cien casas del nordeste de Tailandia quedaron sumergidas. [...] En la Argentina se ahogaron por lo menos cinco personas a consecuencia de las lluvias torrenciales. [...] El número de muertos debido a las tormentas ocurridas este verano en China asciende a más de mil”.

Mientras las lluvias asolaban muchas partes del mundo, Estados Unidos experimentaba una grave sequía. Un informe decía lo siguiente: “Existen temores a escala nacional, pues los pozos se están quedando sin agua y algunos ya se han secado; además, el caudal de muchos ríos se ha reducido como nunca antes y se ha producido más del doble de la cantidad normal de incendios arrasadores en esta época del año. En vista de los cultivos y pastos perdidos, la escasez de agua potable, los incendios arrasadores y las tormentas de polvo, los expertos predicen que el impacto económico adverso de la sequía de 2002 ascenderá a miles de millones de dólares”.

Ciertas regiones del norte de África están sufriendo una devastadora sequía desde la década de 1960. Según los informes, “las precipitaciones son entre un 20 y un 49% inferiores a las de la primera mitad del siglo XX, lo que ha producido mucha hambre y un gran número de muertes”.

El fenómeno climático conocido como El Niño —provocado por un calentamiento de las aguas del Pacífico oriental— ocasiona periódicamente inundaciones y otros trastornos climáticos en América del Norte y del Sur. * La cadena de noticias CNN informa que El Niño de 1983 y 1984 “provocó más de mil muertes y ocasionó catástrofes climáticas en casi todos los continentes con un saldo total de 10.000 millones de dólares en concepto de daños a la propiedad y pérdida de ganado”. Este fenómeno se ha repetido con regularidad (cada cuatro años aproximadamente) desde que se descubrió en el siglo XIX. Pero algunos expertos opinan que “El Niño ha incrementado su frecuencia” y que “se producirá más a menudo” en el futuro.

Un artículo publicado por la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, de Estados Unidos) dice en tono tranquilizador: “Casi todos estos fenómenos atmosféricos anómalos que hemos vivido —otoños excepcionalmente cálidos o inviernos particularmente lluviosos— se deben a cambios climáticos regionales que son normales”. Sin embargo, hay indicios de que tal vez exista un problema grave. La organización ecologista Greenpeace predice: “Los fenómenos atmosféricos peligrosos, como huracanes más intensos y lluvias torrenciales, seguirán causando estragos en todo el planeta. Peores sequías e inundaciones cambiarán literalmente la faz de la Tierra, con la consiguiente destrucción de las tierras costeras y de los bosques”. ¿Existe alguna base para tales afirmaciones? En caso de que así sea, ¿a qué se deben estos “fenómenos atmosféricos peligrosos”?

[Nota]

^ párr. 14 Véase el artículo “¿Qué es El Niño?”, publicado en la revista ¡Despertad! del 22 de marzo de 2000.

[Ilustraciones de las páginas 2 y 3]

Inundaciones en Alemania (arriba) y en la República Checa (a la izquierda)