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De nuestros lectores

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Prostitución infantil No encuentro palabras para expresar mi gratitud por el tema de portada “La prostitución infantil: trágica realidad” (8 de febrero de 2003). El problema se expuso en toda su crudeza, y creo que debería reimprimirse en la prensa para que más personas sepan que existe ese tipo de esclavitud.

M. K., República Checa

Siria Gracias por el reportaje titulado “Siria: ecos de un interesante pasado” (8 de febrero de 2003). Para ser sincera, la historia nunca me interesó; pero con este artículo pude hacerme una idea de los distintos caminos que recorrió el apóstol Pablo y de las ciudades que visitó. Este tipo de información aumenta nuestro conocimiento y nos ayuda a comprender lo que tuvieron que afrontar los siervos de Dios del pasado.

T. S., Estados Unidos

En forma Quiero agradecerles todas las recomendaciones sobre ejercicios y pérdida de peso que aparecen en la sección “Observando el mundo”. Me gustó especialmente la nota “Es bueno estar en forma” (8 de febrero de 2003), pues señaló que hasta un poco de ejercicio mejora la salud. Eso me animó, porque cierto medicamento que estoy tomando hace que me canse con facilidad, y mis sesiones de ejercicio tienen que ser breves. Gracias por la sugerencia.

G. P., Estados Unidos

Crucigramas Solo unas palabras para agradecerles enormemente que pongan crucigramas en sus revistas. ¡Soy adicta a ellos! Son divertidos, educativos y una buena forma de relajarme al final del día.

J. G., Estados Unidos

Siempre me han gustado los crucigramas, así que cuando ¡Despertad! empezó a publicarlos, comencé a esperarlos con ansia. Al principio tenía que buscar la mayoría de los textos; ahora, en muchos casos no me hace falta y, como consecuencia, he aprendido muchos versículos y conocido a numerosos personajes de la Biblia.

E. G., Estados Unidos

¡Despertad! responde: En algunos idiomas aparece el cuestionario “¿Sabe la respuesta?” en lugar de un crucigrama.

La sonrisa Mis amigos y familiares me apodaban el Sonrisas. Un día hasta recibí una foto mía con la leyenda: “Si alguna vez encuentras a alguien sin sonrisa, regálale una de las tuyas”. Sin embargo, últimamente ocurrieron ciertas tragedias en la familia que me deprimieron. El artículo “El poder de una sonrisa” (22 de enero de 2003) cambió mi perspectiva. Ahora puedo otra vez hacer felices a los demás con mi sonrisa. Le agradezco a Jehová que usara ese artículo para ayudarme a ver las cosas como antes.

O. F., Nigeria

La basura En la serie “¿Acabaremos enterrados en basura?” (22 de agosto de 2002) citan los cálculos de una asociación conservacionista italiana referentes al tiempo que tardan en descomponerse varios artículos en el mar. Me parece que su cálculo de quinientos años para las latas metálicas es muy impreciso. En las aguas salobres del Refugio Nacional de Fauna Pelican Island (Florida) he observado muchos envases de aluminio y hojalata que se desintegran al tocarlos con la bota. Esas latas no pueden haber estado allí más de diez años. Como bien sabe cualquier persona que tenga una embarcación de aluminio, el agua salada corroe ese metal.

S. S., Estados Unidos

¡Despertad! responde: Es cierto que hay otros cálculos mucho más conservadores. Aun así, el libro Elements of Marine Ecology (Ecología marina elemental), de R. V. Tait y F. A. Dipper, da a entender que pueden pasar de ochenta a cien años para que las latas de aluminio se descompongan, y de cincuenta a cien años para las de hojalata. Las latas metálicas expuestas al aire se descomponen con mayor rapidez que las que solo han estado expuestas al agua.