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Los retos de un territorio singular

Los retos de un territorio singular

Los retos de un territorio singular

LOS testigos de Jehová llevan décadas predicando en la reserva navaja, ubicada en la región fronteriza entre Arizona, Nuevo México y Utah (EE.UU.) y conocida en la lengua nativa como Diné Bikéyah (país navajo). Los más de doscientos veinte mil amerindios que componen esta nación —llamada Diné (el pueblo) en su idioma—, la convierten en una de las tribus norteamericanas más populosas.

En el transcurso de estos años se han formado varias congregaciones de testigos de Jehová en torno a un núcleo de hombres y mujeres navajos interesados en la Biblia. Por el momento hay cuatro congregaciones en la reserva: en Tuba City, Kayenta, Keams Canyon y Chinle (véase el mapa inferior). Hasta hace poco, todas disponían de su propio Salón del Reino, salvo la de Chinle, que tenía que reunirse en aulas alquiladas. Pero ahora la situación ha cambiado.

Un Salón del Reino para un territorio singular

El sábado 7 de junio de 2003 se dedicó el Salón del Reino de Chinle. Gerrit Lösch, del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová, pronunció el discurso de dedicación, durante el cual mencionó el gran aumento a nivel mundial en el número de salones. Pese a todo, señaló que aún se necesitan otros miles para atender a las más de noventa y cuatro mil seiscientas congregaciones de todo el mundo. Ante los 165 presentes también expuso quince razones para sentir gratitud por su nuevo salón, así como los beneficios de asistir con constancia a las reuniones cristianas. Concluyó con una oración de dedicación en la que pidió a Jehová que bendijera aquel magnífico centro.

Los Testigos de la Congregación Chinle —que fueron primero un grupo que se reunía con la Congregación Keams Canyon, a unos 100 kilómetros al sudoeste— tienen ahora la inmensa tarea de predicar las buenas nuevas del Reino de Dios en un extenso territorio de 11.000 kilómetros cuadrados. Muchos navajos viven en casas remolque o en hogans (viviendas tradicionales de forma hexagonal u octogonal). El vehículo todoterreno resulta imprescindible para llegar a los lugares apartados, como las casas dispersas por el cañón de Chelly, fascinante sector del territorio de la congregación.

El cañón de Chelly: tierra sagrada para los navajos

Las altas mesetas de Arizona son famosas por sus interminables vistas panorámicas, con carreteras que desaparecen en el horizonte. A tan solo unos kilómetros del Salón del Reino, carretera abajo, se encuentra el cañón de Chelly, cuyos precipicios de roca roja siguen un trazado serpenteante de 40 kilómetros de longitud. Empiezan con profundidades de nueve metros y poco a poco llegan a alcanzar los 300. Miles de turistas visitan cada año este monumento nacional, que, junto con el cañón del Muerto, es considerado tierra sagrada por el pueblo navajo. En él hay hogans de troncos y barro donde viven aisladas algunas familias, lo que no impide que las visiten los testigos de Jehová y les lleven publicaciones bíblicas en su propia lengua.

Si desea adentrarse en el cañón, debe ir acompañado de un guía navajo autorizado. Algunos visitantes lo recorren a pie y otros a caballo, pero la mayoría va en todoterrenos, dado que el camino atraviesa el torrente Chinle en varias ocasiones. Además, los guías saben cómo evitar arenas movedizas capaces de tragarse caballos y camionetas. Pero ¿por qué resulta tan interesante el cañón de Chelly?

La historia del cañón está escrita en los petroglifos y pinturas de sus escarpados precipicios. Los arqueólogos creen que sus célebres viviendas, construidas en grandes cuevas abiertas en la pared del precipicio, datan de entre los años 350 y 1300 de nuestra era. Tal vez las más famosas sean las ruinas de la Casa Blanca, así llamadas debido al muro blanco de uno de los edificios. Los anasazis (nombre navajo para “antiguos enemigos”) abandonaron este lugar alrededor del 1300. Se cree que los navajos no aparecieron en la región sino hasta el siglo XVIII.

Si en alguna ocasión va al cañón de Chelly, tendrá que tomar la carretera estatal número 7, conocida como Navajo Route 7. Pues bien, fíjese con cuidado y verá en una curva, a poca distancia del monumento nacional, un letrero que dice “Jiihōvah Yádahalne’í bi Kingdom Hall” y “Kingdom Hall of Jehovah’s Witnesses”. Lo animamos a detenerse para hacernos una visita.

[Mapas de la página 22]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

COLORADO

NACIÓN DE LOS NAVAJOS

ARIZONA

MONUMENTO NACIONAL CAÑÓN DE CHELLY

Chinle

Kayenta

Tuba City

NACIÓN DE LOS HOPIS

Keams Canyon

NUEVO MÉXICO

UTAH

[Ilustración de la página 23]

Los arqueólogos afirman que en esta vivienda pudieron vivir juntas una docena de familias anasazis

[Ilustración de la página 24]

Hogan

[Ilustración de la página 24]

Cañón del Muerto

[Ilustración de la página 24]

Roca de la Araña (cañón de Chelly)