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Repare su automóvil sin percances

Repare su automóvil sin percances

Repare su automóvil sin percances

Kevin tenía experiencia en cambiar el aceite del motor, así que sabía muy bien cómo quitarle el tapón al cárter para vaciarlo y luego volver a ponerlo. Pero en una ocasión, mientras trataba de girarlo con fuerza, se le resbaló la llave, se golpeó la mano contra una afilada pieza metálica y se hizo un corte en la palma por el que tuvo que recibir varios puntos.

AL IGUAL que Kevin, muchas personas acostumbran arreglar ellas mismas su automóvil, a veces sencillamente por ahorrar. Además, tener unas ideas básicas sobre su mantenimiento y reparación conlleva otros beneficios. “Durante un viaje largo por carretera, mi vehículo sufrió una avería —cuenta una conductora llamada Kathy—. Como tenía ciertas nociones de mecánica, logré solucionarla yo sola y continuar la marcha.”

Es posible que usted también desee mantener y reparar su vehículo. Ahora bien, ¿cómo hacerlo sin sufrir percances?

Más vale prevenir

Ante todo, la seguridad es prioritaria. * Como ilustra la experiencia de Kevin, es fácil lastimarse al trabajar en espacios reducidos o al hacer fuerza con una herramienta. ¿Cómo evitarlo? Al apretar una tuerca, asegúrese de encajar bien la llave y prever adónde irá la mano si se le escapa. Estará más protegida si usa guantes o se la envuelve con un trapo. Si es posible, tire de la herramienta hacia usted, y no hacia fuera, pues así controlará mejor la fuerza que ejerce. Igualmente, cuando afloje una tuerca atascada, trate de girarla solo un cuarto de vuelta cada vez. La precaución y la seguridad son esenciales y nunca deben descuidarse porque ande con prisa.

Muchos accidentes se producen por no emplear la herramienta precisa. En cierta ocasión se le hizo difícil a Tom cambiar las bujías. ¿Por qué? Se debía a que utilizaba una llave de tubo (o de dado) tan corta que se le salía constantemente de la primera bujía. Al final puso una extensión entre esta y la carraca (matraca), y así logró cambiar las cinco bujías restantes en el mismo tiempo que le tomó la primera, y sin hacerse daño. ¿La lección? Disponer de la herramienta adecuada resulta fundamental.

¿Cómo evitar que le entre algo en los ojos al trabajar bajo el automóvil o el tablero de mandos? “Use gafas u otro protector —aconseja Sean, quien lleva más de diez años de mecánico—. En mi lugar de empleo es obligatorio utilizar ese equipo de seguridad.” También debe protegerse los ojos si está cerca de líquidos peligrosos, como el ácido de la batería.

Cuando trabaje bajo el vehículo, utilice siempre gatos de pedestal adecuados, un elevador profesional o un foso de reparaciones reforzado. Nunca se coloque bajo un automóvil sostenido solo por un gato normal. Algunos manuales del propietario indican dónde deben colocarse los gatos de pedestal a fin de proporcionarle el mejor apoyo. Aun así, tenga en cuenta que un movimiento brusco —como el que se realiza al aflojar una tuerca atorada— pudiera mover el coche y sacarlo de los apoyos.

Anticípese a las sorpresas peligrosas

El vehículo contiene elementos que se calientan mucho y pueden producir quemaduras. Por ejemplo, una vez apagado el motor, el agua del radiador se mantiene a temperatura elevada por algún tiempo. Así pues, no retire la tapa hasta que se enfríe y pueda tocarse sin guantes. En algunos casos, el ventilador del radiador es eléctrico y se pone en marcha de forma automática, aunque el motor no esté encendido. A fin de evitar accidentes, desconecte la toma de tierra de la batería antes de iniciar las reparaciones.

Asimismo, despójese de anillos y alhajas, en especial si el motor está funcionando, pues las joyas metálicas pueden causar un cortocircuito o ponerse al rojo vivo, además de engancharse. De igual modo, las mangas sueltas, corbatas y pañuelos, e incluso el cabello largo, pueden enredarse en piezas que estén en movimiento.

Una vez concluida la reparación, hay que seguir una última regla. “Verifique que todo funcione bien —dice Dirk, dependiente de un concurrido taller—. En cierta ocasión, un mecánico olvidó hacerlo después de haber revisado los frenos. Estos fallaron, y el automóvil chocó contra mi escritorio.”

Qué hacer en caso de emergencia

Cierto día, Tom notó que se recalentaba el motor. Se había roto un manguito, y el radiador perdía agua. Lo arregló provisionalmente utilizando cinta adhesiva especial que guardaba en el vehículo y echándole una mezcla de anticongelante y agua al radiador. Enseguida se dirigió a una tienda de repuestos a comprar un manguito nuevo. Esto ilustra la necesidad de estar preparado y llevar el equipo de reparaciones necesario.

Cuando conduzca, esté pendiente de los ruidos y olores extraños. Yvonne, por ejemplo, notó que del motor salía un olor raro. Su esposo lo inspeccionó y vio que la parte superior del manguito del radiador tenía un orificio del que salía un chorrito de anticongelante. Como lo detectaron antes de que se recalentara el automóvil, pudieron llegar a un taller.

¿Qué hacer si se avería el vehículo en la carretera? Primero, hay que apartarlo de la calzada todo lo posible. Los pasajeros, y en particular los niños, deben permanecer dentro con los cinturones abrochados. Si usted tiene que estar fuera, no se acerque al tráfico. Además de encender las luces de emergencia, puede indicar que tiene una avería dejando levantada la cubierta del motor. Con precaución coloque reflectores u otras señales.

Si se ha descargado la batería y decide conectarla a la de otro vehículo, no olvide que las baterías producen un gas muy inflamable y que basta una chispa para incendiarlo y causar una explosión que le salpique ácido corrosivo. Por tanto, si usted o quien le esté ayudando no están seguros de cómo manipular los cables de arranque, esperen a recibir ayuda.

Como vemos, el mantenimiento del automóvil es una responsabilidad importante. Así pues, sea que trabaje en él para resolver una emergencia o darle el mantenimiento necesario, nunca olvide que la seguridad es lo primordial.

[Nota]

^ párr. 6 Al realizar por primera vez una tarea, tenga a mano el manual de reparaciones o pida ayuda a un amigo experimentado. Si el vehículo contiene algún sistema computarizado u otro adelanto tecnológico, mejor llévelo a un mecánico que cuente con el instrumental y la experiencia necesarios.

[Comentario de la página 21]

Muchos accidentes se producen por no emplear la herramienta adecuada

[Ilustraciones y recuadro de la página 19]

Equipo indispensable

Rueda de repuesto y gato

Cables de arranque

Balizas o reflectores

Herramientas y gafas protectoras

Linterna

Recipientes adicionales (de aceite, agua, anticongelante y líquido de frenos)

Cinta adhesiva

Fusibles de repuesto

Cuerda de remolque (en algunos lugares la ley solo permite que remolquen vehículos las grúas autorizadas)

Caja para mantener las herramientas ordenadas y los recipientes en posición vertical

Quizás desee llevar otros artículos para las reparaciones. No obstante, algunas asociaciones de asistencia en carretera son reacias a intervenir en un coche cuyo propietario haya empezado a repararlo por su cuenta. Si usted pertenece a alguna de tales asociaciones, averigüe qué tipo de reparaciones están permitidas.