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De nuestros lectores

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Las selvas He leído con sumo interés el reportaje “¿Quién salvará nuestras selvas?” (22 de junio de 2003). Me pareció muy lógico que se centraran en los bosques tropicales sudamericanos. Dado que los de África y Asia están mucho peor, el hombre al menos podría modificar su actitud hacia los de Sudamérica. Anhelo que Dios intervenga para poner fin a la destrucción forestal en nuestro planeta, y que así la creación recupere su gloria original.

G. R., Suiza

Muchas gracias por este reportaje. Llevo cierto tiempo investigando temas ecológicos, lo que me ha llevado a cambiar mis costumbres en materia de compras y de reciclaje. Me duele ver que se haya perdido tanta vegetación y que tantos animales hayan sido desplazados de su hábitat, o incluso eliminados; todo por culpa de la codicia del ser humano. Pero me llena de consuelo y esperanza saber que el Creador está al tanto de lo que sucede y que pronto realizará cambios. Les agradezco que publiquen estos excelentes artículos.

V. T., Canadá

Soy un amante del mundo natural y llevo años preocupado por la suerte que corren las selvas. Me alegra ver que los testigos de Jehová se interesan por la creación, y me reconforta saber que un día los bosques tropicales estarán a salvo.

T. H., Estados Unidos

Las tragedias Gracias por el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Cómo puedo soportar una tragedia?” (22 de junio de 2003). Cuando terminé de leerlo, sentí que Jehová me había orientado sobre un problema que me afectaba desde hacía años. Soy cristiana, así que comprendo que estos “últimos días” son “difíciles de manejar” (2 Timoteo 3:1). Aun así, me inquietaba cuando veía en la televisión alguna noticia terrible. Me desanimaba muchísimo, perdía las energías y hasta llegaba a quedarme en casa en vez de salir al ministerio. Me preocupaba por cosas que quizás ni siquiera ocurran. La información me recordó la importancia de tener un buen programa espiritual, descargar nuestras inquietudes sobre Jehová y confiar plenamente en él. Reciban mi más sincero reconocimiento por sus publicaciones.

E. K., Japón

En enero de 2003 falleció mi abuelo en el hospital. Era la primera vez que veía morir a un pariente cercano. El artículo contenía las respuestas a mis preguntas. Me conmovió sobre todo el apartado “Por qué ocurren calamidades”. Logré entender que mi familia era víctima de un suceso imprevisto y que de ningún modo se debía a que Jehová nos hubiera abandonado. Cuando terminé de leer la información, me sentí muy aliviado de la angustia que me abrumaba.

M. O., Japón

Sed espiritual Lloré de emoción al leer el relato “Se sació mi sed espiritual” (22 de junio de 2003). Me crié en un hogar católico y asistí a una escuela religiosa durante ocho años. Nosotros nunca leíamos la Biblia en la escuela ni en misa, pero como a mí me gustaba, la leía en casa todas las noches. Al igual que Lucia Moussanett, deseaba poner en práctica lo que aprendía de las Escrituras, pero no sabía cómo. Cuando empecé a estudiar la Palabra de Dios con los testigos de Jehová, se sació mi sed espiritual. Muchísimas gracias por publicar biografías tan conmovedoras.

K. F., Estados Unidos