Observando el mundo

Reducen el contenido, pero no el precio

“Hoy, cuando imperan los grandes tamaños en los vehículos y otros bienes de consumo, hay productos que, por el contrario, se achican —señala la revista Time—. [...] Los fabricantes reducen sigilosamente el contenido de sus envases, sea yogur, helado, detergente o pañales, y por lo general no realizan la correspondiente rebaja en el precio.” Aunque no se trate de una táctica novedosa, muchos empresarios la emplean más ahora en su interés por mantener las ganancias debido a la crisis económica y al creciente número de clientes exigentes y ahorrativos. El comprador no suele percatarse de la merma de unos cuantos gramos o centímetros, por lo que acaba pagando más por menos. “No solemos ver la necesidad de fijarnos en el peso neto o en la cantidad de unidades cada vez que vamos a la tienda —señala Edgar Dworsky, fundador de una página de defensa del consumidor en Internet—. Es una estafa perfecta, pues no nos enteramos del engaño.”

 El jabón salva vidas

Lavarse las manos con jabón bastaría para prevenir muchas infecciones diarreicas y así salvar un millón de vidas todos los años, dice Val Curtis, profesora de la Facultad de Higiene y Medicina Tropical, de Londres. En el tercer Foro Mundial del Agua, celebrado en Kioto (Japón), Curtis calificó de “enemigo público número uno” a los patógenos de las heces humanas, según el diario The Daily Yomiuri. “Hay comunidades —añade el citado rotativo— donde es común que las mujeres aseen a bebés que han hecho sus necesidades y luego preparen la comida sin lavarse antes las manos.” El uso de agua y jabón impide la difusión de muchos virus y bacterias letales. Y en las naciones en desarrollo conseguiría reducir el riesgo de enfermedades diarreicas al mismo grado que si se mejorara la calidad del agua, pero a un costo tres veces menor, según afirma Curtis.

La Vía Alpina

La Vía Alpina es una red de senderos de montaña inaugurada en Europa el año 2002. “Ofrece al caminante 5.000 kilómetros [...] de los más exquisitos parajes europeos a través de caminos tradicionales”, señala el diario londinense The Independent. El trayecto, que enlaza ocho naciones y comienza y termina a nivel del mar, parte de Trieste, en la costa nordeste de Italia, y concluye en Montecarlo (Mónaco). Asciende suavemente por la serranía hasta alcanzar una altitud de 3.000 metros y bordea las más altas cumbres alpinas. De acuerdo con la organización turística francesa La Grande Traversée des Alpes, los tramos han sido seleccionados con cuidado y discurren “cerca de los lugares de interés natural y cultural más famosos”. No serán muchos los que completen el recorrido. Sin embargo, “puede ir la familia entera, caminar unos cuantos kilómetros y luego volver a casa. La Vía Alpina abre nuevos horizontes para quienes deseen huir de la rutina con unas vacaciones sanas y tranquilas no muy lejos de su hogar”. Los viajeros tienen ante sí la opción de pernoctar en alguno de los 300 hoteles, pensiones y refugios de montaña a lo largo de la ruta.

Fauna marina en vías de extinción

Los océanos ya no son un espacio inexplorado con enormes poblaciones de peces a nuestra disposición, afirman dos biólogos marinos, Ransom Myers, de la Universidad Dalhousie de Halifax (Canadá), y Boris Worm, del Instituto de Ciencias Marinas de Kiel (Alemania). Ambos indican que las flotas pesqueras, que localizan los cardúmenes valiéndose de modernos satélites y sonares, empujan al borde de la extinción a una especie tras otra. El diario The Globe and Mail, de Toronto, explica que “la explotación sistemática de los pasados cincuenta años ha ocasionado la desaparición del 90% de todas las variedades de peces grandes”. El doctor Myers prevé que el ecosistema oceánico mundial se verá gravemente afectado por esta pérdida, así como por la de otras especies muy valoradas para el consumo, como atún, bacalao, halibut, marlín y pez espada. El doctor Worm agrega: “Estamos cometiendo el error de alterar la red vital del planeta”.

Se agrava el paludismo en África

El diario francés Le Figaro señala que el paludismo mata “a diario a 3.000 niños en el continente negro”, donde, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), se registran cada año más de trescientos millones de infecciones palúdicas agudas, con la consiguiente muerte de al menos un millón de víctimas. Durante el 2000, Burundi padeció una de las peores epidemias de esta enfermedad de toda su historia. En siete meses resultó infectada la mitad de la población, es decir, unos 3.500.000 habitantes. Lamentablemente, la quinina ya no es tan eficaz, pues algunos parásitos se han vuelto resistentes a ella. Por temor a los costos implicados, muchas naciones africanas se resisten a sustituirla por nuevos antipalúdicos derivados de la planta Artemisia annua procedente de China. Como consecuencia, “se agrava el paludismo en África”, tal como indica una representante de la OMS.

Mantienen vivo el latín

Aunque el latín suele considerarse una lengua muerta, el Vaticano se esfuerza por mantenerlo vivo y actualizado. ¿Por qué razón? Pese a que dicho estado utiliza el italiano como idioma de trabajo, tiene por oficial el latín y aún lo emplea en encíclicas y otros documentos. Su uso declinó significativamente en la década de 1970, al permitirse celebrar la misa en lenguas vernáculas. En aquellos años, el papa Pablo VI instituyó la Fundación Latina a fin de que no muriera el idioma. Una de las medidas adoptadas fue sacar un diccionario italiano-latino en dos volúmenes, el cual llegó a agotarse. En fecha reciente salió una nueva edición en un solo tomo que cuesta 115 dólares y contiene 15.000 expresiones modernas del tipo escariorum lavator (lavavajillas). Según el diario The New York Times, “en el plazo de dos o tres años está previsto” publicar una revisión que incorporará nuevos vocablos, en su mayoría “del mundo de la informática y las comunicaciones”.

Explicaciones incomprendidas

“Los pacientes olvidan hasta el 80% de las indicaciones que les hizo el médico en el hospital, y casi la mitad de lo que recuerdan es inexacto”, indica el boletín científico wissenschaft.de sobre un estudio efectuado en varios países. Según Roy Kessels, investigador de la Universidad de Utrecht (Países Bajos), entre las principales razones de tal desmemoria figuran la vejez, los prejuicios, la tensión nerviosa y la falta de ayudas visuales. Para que el enfermo retenga lo más relevante, es recomendable que el facultativo se exprese con claridad y precisión, mencione primero lo más importante y emplee medios visuales, por ejemplo radiografías.