¿Cómo decir no a las relaciones prematrimoniales?
Los jóvenes preguntan...
¿Cómo decir no a las relaciones prematrimoniales?
“A los 19 años me acosté con un chico de la escuela. No te imaginas lo mal que lo pasé. Me sentí tan indigna.”—Leticia. *
LA Biblia ordena: “Huyan de la fornicación” (1 Corintios 6:18). No obstante, pocos jóvenes parecen dispuestos a acatar estas palabras y abstenerse de las relaciones sexuales antes del matrimonio. Al igual que Leticia, algunos han sucumbido a sus deseos y han sufrido angustia y remordimientos de conciencia.
Es evidente que no resulta fácil controlar los impulsos sexuales. Tal como señala el libro Adolescent Development (Desarrollo del adolescente), los cambios hormonales de la pubertad vienen irremediablemente “acompañados de un aumento en los impulsos sexuales”. Un chico llamado Pablo reconoce: “A veces me vienen pensamientos eróticos sin razón aparente”.
Ahora bien, el profesor de Pediatría Howard Kulin indica: “Señalar a las hormonas como las culpables del comportamiento [adolescente] es simplificar demasiado”. Según él, los factores sociales también tienen mucho que ver. Los compañeros, por ejemplo, pueden ser muy persuasivos.
En su obra A Tribe Apart (Una tribu separada), Patricia Hersch menciona que “los jóvenes han creado su propia comunidad [...]. No se trata ya de un grupo de amigos, sino de una sociedad aislada [de los adultos] con sus propios valores, normas y ética”. No obstante, la “ética” y las “normas” de muchos jóvenes suelen fomentar la satisfacción, no el control, de los impulsos sexuales. De ahí que muchos sientan la presión de tener relaciones antes del matrimonio.
Aun así, los jóvenes cristianos sabios están resueltos a abstenerse de todo tipo de fornicación, pues saben que Dios la condena por tratarse de una de “las obras de la carne” (Gálatas 5:19). * Ahora bien, ¿cómo puedes mantenerte casto ante tanta presión?
Busca amigos sensatos
Es cierto que la presión social puede perjudicarte, pero también es cierto que un buen círculo de amigos es muy beneficioso. Ya lo dice la Biblia: “El que está andando con personas sabias se hará sabio” (Proverbios 13:20; 1 Corintios 15:33). Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que “los adolescentes que tienen una buena relación con sus padres, con otros adultos afectuosos y con sus compañeros” y “cuya vida cuenta con estabilidad y límites claros [...], son menos proclives a iniciar la actividad sexual”.
Tener una relación significativa con tus padres puede ser muy provechoso. Andrés recuerda: “Me ayudaron mucho a resistir la presión de experimentar lo que es el sexo”. Así es, tus padres piadosos se valdrán de la Palabra de Dios para darte estabilidad y fijarte límites, ayudándote así a que mantengas la pureza moral (Efesios 6:2, 3).
Por supuesto, al principio quizá resulte un poco incómodo conversar con ellos de estos temas, pero tal vez te sorprenda lo bien que te comprenden. Al fin y al cabo, ellos también fueron jóvenes. Así pues, sigue el consejo de Sonia, quien recomendó: “Acude a tus padres, y no tengas vergüenza de hablarles de sexo”.
Pero ¿y si ellos no se rigen por las normas bíblicas? Aunque debes honrarlos igualmente, quizá necesites el consejo de alguien ajeno a la familia. Pablo, mencionado antes, dice: “En este sentido, me ayudan mucho los matrimonios cristianos maduros”. Carla, una joven cuya madre no es creyente, señala: “Procuro aconsejarme con personas maduras que sean edificantes en sentido espiritual”. Pero advierte: “No me relaciono con quienes carecen de firmes normas morales, aunque digan que comparten mi fe”.
A veces deberás tener cuidado con tus amigos dentro de la congregación cristiana. La Biblia nos recuerda que en un grupo grande, habrá quien no se comporte de forma honrosa (2 Timoteo 2:20). ¿Qué hacer si descubres que algunos jóvenes de tu congregación en realidad “esconden lo que son”? (Salmo 26:4.) No los frecuentes; busca amigos que apoyen tu decisión de mantenerte moralmente puro.
Rechaza la propaganda dañina
Además, debes tomar precauciones para protegerte de la avalancha de insinuaciones e imágenes eróticas que aparecen en libros, revistas, videoclips, videojuegos, películas e Internet. Los medios de comunicación presentan las relaciones sexuales fuera del matrimonio como algo fascinante, placentero y seguro. ¿Con qué consecuencias? Carla, a quien mencionamos antes, reconoce: “Solía ver una serie en la que se hablaba de sexo con toda tranquilidad, e incluso tenía ciertas connotaciones homosexuales. Acabé olvidándome de que para Jehová estos asuntos son serios”.
Lo cierto es que el entretenimiento popular a menudo oculta ingeniosamente los desagradables resultados de las relaciones prematrimoniales: embarazos no deseados, matrimonios prematuros y enfermedades de transmisión sexual. Así, no te dejes engañar por “los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno” (Isaías 5:20).
Recuerda las palabras de Proverbios 14:15: “Cualquiera que es inexperto pone fe en toda palabra, pero el sagaz considera sus pasos”. Si te encuentras con imágenes provocativas o eróticas mientras lees, navegas por Internet o miras la televisión, actúa de inmediato. Cierra el libro, apaga la computadora o cambia de canal y concéntrate en cualquier actividad de provecho (Filipenses 4:8). Así frenarás los deseos inmorales antes de que arraiguen (Santiago 1:14, 15).
Cuidado con las situaciones comprometedoras
¿Estás saliendo con alguien? En tal caso debes ser muy vigilante, pues la Biblia advierte: “El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado” (Jeremías 17:9). Es fácil permitir que las muestras de cariño se conviertan en conducta sexual impura. Por eso ten cuidado y lleva algún acompañante apropiado o sal en grupo con personas cuya compañía sea positiva. No te quedes a solas con tu pareja en situaciones comprometedoras.
No obstante, tal vez hayas entrado en un compromiso de matrimonio y creas que algunas manifestaciones de cariño son apropiadas. Aun así, un informe de la OMS advierte: “Cuando la boda es inminente es cuando parece que la mayoría de las jóvenes tienen relaciones sexuales, incluso en los círculos más conservadores”. * Por tanto, establece límites a las expresiones de afecto, y líbrate de una angustia innecesaria.
Aunque parezca sorprendente, muchos jóvenes —sobre todo chicas— se ven forzados o coaccionados a mantener relaciones. Según un estudio, “el 60% de las adolescentes estadounidenses que tuvieron relaciones antes de los 15 años lo hicieron en contra de su voluntad”. Los culpables suelen acosar a sus víctimas (Eclesiastés 4:1). Por ejemplo, la Biblia nos cuenta que Amnón, el hijo del rey David, “se enamoró” de su medio hermana Tamar y con artimañas la obligó a acostarse con él (2 Samuel 13:1, 10-16).
Esto no significa que a una persona le sea imposible impedir que la violen o coaccionen para mantener relaciones. Una buena protección es estar alerta a los peligros, evitar las situaciones comprometedoras y actuar de inmediato ante los riesgos. *
“Unifica” tu corazón
Esperamos que las sugerencias de este artículo te ayuden en tu lucha por conservar la castidad. Pero a la larga, lo que determinará tu comportamiento es lo que hay en tu corazón. Jesús dijo que “del corazón salen [...] fornicaciones” (Mateo 15:19). Por ello es importante resistir la tendencia a tener un corazón “irresoluto” (tibio) o “doble” (hipócrita) en un asunto tan importante como este (Salmo 12:2; 119:113).
Si notas que tu determinación se debilita o que tienes un conflicto interno, ora como lo hizo David, quien rogó: “Unifica mi corazón para que tema tu nombre” (Salmo 86:11). Después obra en consecuencia con dicha oración estudiando la Biblia y las publicaciones cristianas y aplicando lo que aprendes (Santiago 1:22). Lidia dice: “Para fortalecer mi resolución de resistir las tentaciones sexuales, me recuerdo a mí misma que ‘ningún fornicador ni inmundo tiene herencia alguna en el reino de Dios’” (Efesios 5:5).
Puede que no resulte fácil decir no a las relaciones prematrimoniales, pero con la ayuda de Jehová, lograrás mantenerte casto y librarte a ti mismo y a los demás de mucha angustia y sufrimiento (Proverbios 5:8-12).
[Notas]
^ párr. 3 Se han cambiado los nombres.
^ párr. 8 Lee el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Tienen algo de malo las relaciones sexuales prematrimoniales?”, que apareció en el número del 22 de julio de 2004.
^ párr. 21 Consulta el cap. 29 del libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas, publicado por los testigos de Jehová.
^ párr. 23 Se ofrecieron algunas sugerencias en los artículos de “Los jóvenes preguntan...” del 22 de agosto de 1995 y 22 de junio de 2004, con los temas “¿Cómo puedo protegerme del acoso sexual?” y “¿Cómo puedo impedir que me maltrate mi novio?”, respectivamente.
[Ilustración de la página 17]
Compartir tus sentimientos con tus padres puede ayudarte a mantenerte casto
[Ilustración de la página 18]
Salir con tu pareja en un grupo cuya compañía sea sana te protegerá