Espectáculo de luces bajo el mar
Espectáculo de luces bajo el mar
Mientras nadaba cerca de una roca saliente, el buzo alcanzó a ver una jibia de 60 centímetros de largo flotando en una cavidad y confundiéndose casi a la perfección con su entorno azul grisáceo. Cuando el submarinista se le acercó, la jibia relumbró con un carmesí brillante; él retrocedió, y ella volvió a su color original. ¿Alguna vez se ha preguntado cómo logran estos asombrosos moluscos realizar tal proeza, habilidad que comparten con ciertas especies de pulpos y calamares?
Su secreto radica en los cromatóforos, células pigmentarias de la piel que se expanden o se encogen en respuesta a contracciones musculares provocadas por el sistema nervioso. Con ello, la criatura es capaz de efectuar cambios cromáticos e incluso distintas combinaciones de tonos.
Existen muchas especies de calamares que no solo cambian la pigmentación, sino que incluso producen su propia luz, de forma parecida a la luciérnaga. Este tipo de bioluminiscencia, presente en muchas criaturas marinas —desde medusas hasta camarones—, es el resultado de complicadas reacciones químicas ocurridas en determinados órganos (fotóforos) o en ciertas células (fotocitos). Otro tipo es el que se produce por bacterias luminosas que viven en simbiosis con su hospedador.
En el primer caso, tanto las células como los órganos emisores de luz contienen un elemento químico denominado luciferina. Esta reacciona con el oxígeno ante la presencia de cierta enzima y despide una luz que suele ser entre azul y verde. Algunos órganos luminosos “son complejos dispositivos dotados de lentes de enfoque, un filtro de color o una lengüeta ajustable a modo de interruptor que los enciende o apaga. Los calamares que poseen tanto fotóforos como cromatóforos no solo controlan la coloración, sino también la intensidad de la luz que emiten”, explica la revista Scientific American.
Por su parte, las criaturas que se valen de bacterias luminosas para brillar alojan a sus huéspedes en órganos especiales, dotados de un copioso abastecimiento de sangre que aporta nutrientes a los microorganismos, una peculiar forma de pagar “el recibo de la luz”.
[Reconocimientos de la página 31]
Acercamiento: cortesía de Jeffrey Jeffords/www.divegallery.com
© David Nicholson/Lepus/Photo Researchers, Inc.