¿Cómo le digo lo que siento por él?
Los jóvenes preguntan...
¿Cómo le digo lo que siento por él?
“Quisiera que me respondieran esta pregunta: ¿quién debe declararse: el hombre o la mujer?”—Laura. *
LO CONOCISTE hace poco o tal vez llevas tiempo tratándolo, y te gustaría que fuera algo más que un amigo. Estás segura de que él siente lo mismo por ti, pero piensas que es demasiado tímido para decírtelo. Por eso no sabes si sería conveniente que dieras tú el primer paso. *
Antes de nada, pensemos en lo que esperan las personas de tu entorno, es decir, tu familia y la comunidad. Por ejemplo, ¿es costumbre donde vives que sean los padres quienes busquen cónyuge a los hijos? * Claro, tal vez creas que el noviazgo y el matrimonio son asuntos personales, pero aun así, los cristianos procuramos no ofender innecesariamente a nadie, por lo que tomamos en cuenta los sentimientos de la familia y las personas allegadas.
Hoy en día, sin embargo, en muchos países es bastante común que las personas elijan por sí mismas a su pareja e inicien un noviazgo antes de decidir si van a casarse. ¿Está mal que la mujer tome la iniciativa en expresarle interés romántico al hombre? En esto también la opinión de tu círculo familiar y social pudiera ser relevante. ¿Se consideraría ofensivo o escandaloso?
¿Indica la Biblia si está bien que la mujer tome la iniciativa? En tiempos bíblicos, Rut, una mujer temerosa de Dios, le planteó la cuestión del matrimonio a un hombre llamado Boaz, y Jehová Dios la bendijo (Rut 3:1-13). Rut no era una niña, por supuesto; era viuda, de modo que tenía edad para casarse. Y tampoco estaba flirteando ni comportándose con frivolidad; al contrario, estaba obedeciendo rigurosamente las leyes divinas sobre el matrimonio (Deuteronomio 25:5-10).
Quizá tú también tengas edad para casarte, y haya un joven que te interese. Con todo, abrir el corazón a alguien que quizá no sienta lo mismo por ti es un asunto delicado y arriesgado. Es como depositar tu corazón en sus manos. ¿Lo tratará con ternura, o lo hará pedazos? Lo mejor para no sufrir innecesariamente un bochorno ni daño emocional es seguir los principios bíblicos.
Actúa con sagacidad
En el terreno sentimental es fácil hacerse castillos en el aire. Puede que incluso te imagines la boda y tu vida después de ese día. No obstante, aunque tales sueños te resulten agradables, son solo ilusiones, que pueden producirte un anhelo imposible de satisfacer. Como afirma la Biblia, “la expectación pospuesta enferma el corazón” (Proverbios 13:12). Soñar despierta también puede nublarte el juicio. Ahora bien, Proverbios 14:15 dice: “El sagaz considera sus pasos”. La sagacidad implica tener sentido común y buen juicio. ¿Cómo puedes demostrar dichas cualidades si estás enamorada?
Ante todo, “actúa con conocimiento” (Proverbios 13:16). Como expresó una joven, “no puedes amar a alguien si no lo conoces bien”. Antes de entregar tu corazón a un muchacho, fíjate en lo que hace, en su manera de hablar y su forma de tratar a la gente. La recomendación de cierto joven es: “Pregúntales a sus amigos, a adultos que lo conozcan bien”. ¿Dan “buenos informes acerca de él” en su congregación cristiana? (Hechos 16:2.) Una chica llamada Isabel apunta: “Te puede ser muy útil tanto salir en grupo como conocer a su familia”. Al estar con más gente, puedes observarlo sin tanta presión.
Conocer a alguien de esta forma exige tiempo y paciencia, pero te permitirá ver sus actitudes, rasgos de personalidad y cualidades, que, o bien confirmarán tus sentimientos, o te harán cambiar de parecer. Proverbios 20:11 declara: “Hasta por sus prácticas el muchacho se da a conocer en cuanto a si su actividad es pura y recta”. En efecto, tarde o temprano sus hechos reflejarán cómo es por dentro.
Por lo tanto, sé sensata y reprime la tentación de precipitarte y manifestarle tus sentimientos antes de tiempo. Si te apresuras y él te dice que sí, quizá acabes dándote cuenta de que en realidad no te conviene. * Como ya le habrás revelado lo que sientes por él, pudieras hacerle mucho daño en caso de romper la relación.
La impresión que causas
Es posible que el joven también te esté observando a ti. ¿Te comportas de forma que se manifiesten tus cualidades piadosas? Isabel dice: “He notado que muchas chicas no se visten adecuadamente. Si quieres que una persona espiritual se fije en ti, tienes que vestirte con modestia”. Al margen de lo que dicte el mundo de la moda, resultarás más atrayente para un hombre espiritual si te adornas “en vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio” (1 Timoteo 2:9).
Además, la Biblia anima a los jóvenes cristianos a que sean un “ejemplo [...] en el hablar” (1 Timoteo 4:12). Lo que dices revela mucho de ti. Por eso, ¿qué debes hacer cuando surja la oportunidad de conversar con el joven? Si es tímido, es posible que esté un poco incómodo o nervioso. Una joven llamada Abbie dice: “Quizá tengas que iniciar la conversación y ver qué tal reacciona”.
Ahora bien, ¿cómo vas a hacerlo? Bueno, si charlas sin parar sobre ti, bien puede pensar que eres una persona egocéntrica y superficial. La Biblia recomienda a los cristianos que “no [vigilen] con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás” (Filipenses 2:4). Si le haces algunas preguntas oportunas sobre él o sus intereses, quizá se abra un poco.
Por otra parte, no estaría bien que recurrieras a una “lengua mañosa” ni a “labios falsos” de adulación (Salmo 120:2). Un chico que tenga discernimiento captará que no estás siendo sincera. Y tampoco le digas únicamente lo que piensas que él quiere oír, en especial cuando la conversación gire en torno a asuntos más importantes, como las metas espirituales. Sé tú misma en todo momento y háblale con total franqueza. Solo así sabrás si tienen las mismas metas.
¿Y si el muchacho no reacciona?
¿Qué pasa si a pesar de tu prudente iniciativa no surge la chispa? Quizá hayan pasado semanas o meses, pero sigue sin expresarte ningún interés. ¿Debes atribuírselo simplemente a la timidez? Es bueno que te preguntes: “Si es así de tímido, ¿estará preparado para el matrimonio? Si me casara con él, ¿podría asumir las funciones de cabeza de familia, o esperaría que lo hiciera yo?” (1 Corintios 11:3). Otra pregunta en la cual deberías reflexionar es: “¿De verdad es tan tímido, o es que no tiene interés en mí?”. Llegar a esta segunda conclusión te resultará doloroso, pero si la aceptas pudieras ahorrarte el bochorno de declarar tus sentimientos a alguien que no te corresponde.
Tal vez creas haber notado interés por su parte, pero piensas que es un poco lento a la hora de expresarlo y que con un empujoncito reaccionaría. Nunca se sabe. Ahora bien, si decides tomar la iniciativa, ten en cuenta que te estás arriesgando. No solo debes pensar bien lo que vas a decir, sino también cuándo será el mejor momento para decirlo.
Por ejemplo, quizá prefieras indicarle que te agradan sus atenciones, en vez de soltarle que estás enamorada. En un contexto relajado y oportuno podrías decirle que te gustaría conocerlo mejor. No te preocupes si no te expresas muy bien, porque cuando lo que hay detrás de las palabras es un sentimiento sincero, este dice más que las propias palabras. Tampoco olvides que solo estás expresándole el deseo de comenzar una relación, no proponiéndole matrimonio. Aun así, como puede que lo tomes por sorpresa, dale tiempo para asimilar lo que le has dicho.
Si lo conoces bien y has comprobado que es amable y considerado, no tienes por qué temer una reacción desagradable ni humillante. Ahora bien, en caso de que te responda con un firme pero bondadoso no, ¿cómo debes tomártelo? Además, ¿qué debe hacer el joven en esta situación? Se abordarán estas cuestiones en un próximo artículo.
[Notas]
^ párr. 3 Se han cambiado algunos nombres.
^ párr. 4 Aunque el artículo está dirigido a las jóvenes, el consejo bíblico también servirá a cualquiera que tenga intenciones de iniciar una relación.
^ párr. 5 Un matrimonio concertado no tiene por qué ser infeliz. Por ejemplo, en tiempos bíblicos, Isaac se casó con Rebeca por acuerdo familiar y después “se enamoró de ella” (Génesis 24:67). ¿Conclusión? No hay por qué apresurarse a descartar las costumbres locales, siempre y cuando no estén en conflicto con la ley de Dios (Hechos 5:29).
^ párr. 13 Los capítulos 28 a 31 del libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas, editado por los testigos de Jehová, te ayudarán a ver si la otra persona pudiera ser un buen cónyuge.
[Ilustración de la página 22]
Si observas su comportamiento, puede que cambies de parecer
[Ilustración de la página 22]
Si te interesa alguien, habla con adultos responsables que lo conozcan