Fuente de consuelo

No hace mucho, una joven adulta de Japón escribió una carta donde indica que sufre depresión desde la pubertad. Según cuenta, algo que la confortó fue una fotografía de nuestra otra revista, La Atalaya, en la que aparecía un niño en brazos de su padre, con el epígrafe: “El consuelo de Jehová puede calmar la ansiedad, igual que el cariñoso abrazo de un padre amoroso”.

La joven añade que la lectura del libro Aprendamos del Gran Maestro tuvo en ella un efecto similar. ¿Por qué? “Está escrito como si un papá le estuviera hablando a su hijo pequeño. Cuando lo leo, siento que me encuentro en los brazos de Jehová, y no logro contener las lágrimas. A veces me contentaría con tener a alguien que en ciertos momentos me escuchara y que en otros me hablara. Pero sería una petición infantil, y no puedo decirle a nadie que me tome en sus brazos o que converse conmigo. Así que, por el momento, Jehová es quien me trata así mediante este libro.”

Esta hermosa obra ilustrada de 256 páginas salió el año pasado. Para obtenerla no tiene más que llenar el cupón adjunto y enviarlo a la dirección indicada o a la que corresponda de las que aparecen en la página 5 de esta revista.

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