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De nuestros lectores

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Déficit de sueño Gracias por la serie “¿Tiene usted déficit de sueño?” (8 de febrero de 2004). Como siempre, los lectores de ¡Despertad! recibimos consuelo e información instructiva en abundancia. Padezco apnea del sueño desde hace unos dos años y medio. Al principio noté que algo no andaba bien, pero no sabía qué era. Después del diagnóstico me di cuenta de lo grave que puede llegar a ser no dormir lo suficiente. Gracias a esta revista podré explicar a mis amistades lo que me sucede.

W. M., Estados Unidos

Trabajo con computadoras y, debido al horario, mis hábitos de sueño son irregulares. Hace algún tiempo, para entregar un trabajo dentro del plazo previsto, estuve varias noches prácticamente sin dormir. Poco después, en mi Salón del Reino, mientras daba un anuncio durante una reunión, me quedé desorientado y dije precisamente lo contrario de lo que se suponía que dijera. Leer esta revista y enterarme de lo peligrosa que puede ser la falta de sueño me ha asustado mucho. Está claro que ya es hora de que revise mis hábitos de sueño.

T. I., Japón

Sufro el síndrome de piernas inquietas mencionado en esta serie. Aunque he tomado ciertas medidas positivas para tratar mi dolencia, confío en la promesa bíblica de que muy pronto “ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’” (Isaías 33:24).

L. O. G., España

Su reportaje contiene información inexacta sobre el síndrome de piernas inquietas. Padezco este trastorno a un grado muy intenso y puedo decir que las causas que señalan son erróneas. Se trata de una enfermedad neuromuscular.

Y. J., Estados Unidos

¡Despertad! responde: Nuestro reportaje no analizaba a fondo las causas médicas de este trastorno. Solo mencionaba algunas de las cosas que, según los investigadores, pudieran estar relacionadas con él. De todas formas, como indicaba la nota a pie de página, en el número del 22 de noviembre de 2000 apareció una explicación más amplia del síndrome de piernas inquietas. Aquel artículo decía: “Si bien los expertos reconocen que [...] es un problema neurológico, es difícil establecer con exactitud su causa”.

Ropa mexicana Leí con gran interés el artículo “Valoramos nuestra ropa” (8 de febrero de 2004). Me agradó mucho que mencionaran a los chontales de Oaxaca, aunque son un grupo étnico pequeño en comparación con otros. Mi abuelo y mi bisabuelo eran chontales, y creo que la información se presentó con mucha dignidad.

A. L., México

Artículos como estos nos ayudan a conocer mejor otras culturas y razas. Por favor, continúen publicando tan excelente información, pues su lectura nos permite conocer gentes y lugares cuando no contamos con los medios para hacerlo en persona.

M. L. E., México

Gatos asilvestrados Tengo 13 años y me fascina leer la revista ¡Despertad! Disfruté mucho el artículo “El gato cimarrón” (8 de febrero de 2004). Me encantan los animales, en especial los gatos. Estoy deseando leer el próximo número.

Z. B., Rusia

Lluvia Deseo expresarles mi agradecimiento por el artículo “¡Otra vez está lloviendo!” (8 de febrero de 2004). Por años me había preguntado cómo es posible que millones de toneladas de agua se queden suspendidas en la atmósfera. Gracias a ¡Despertad!, por fin sé la respuesta.

G. D., Francia