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Todos necesitamos amigos

Todos necesitamos amigos

Todos necesitamos amigos

“Un amigo es alguien con quien puedes hablar de todo francamente, alguien a quien puedes llamar a cualquier hora del día.” Yaël (Francia)

“Un amigo sabe cuándo sufres y siente por dentro lo mismo que tú.” Gaëlle (Francia)

“EXISTE un amigo más apegado que un hermano.” (Proverbios 18:24.) En los tres milenios que han pasado desde que se redactaron estas palabras de la Biblia, la naturaleza humana no ha cambiado. La amistad sigue siendo tan esencial para el espíritu como la comida y el agua para el cuerpo. No obstante, hay muchos que tienen dificultades para satisfacer esa necesidad básica. La soledad es un problema habitual. “No hay que ir muy lejos para ver algunas causas”, dicen Carin Rubenstein y Phillip Shaver en su libro In Search of Intimacy (En busca de una amistad profunda). Entre las razones citan “la movilidad generalizada” (las mudanzas constantes), “las ciudades impersonales con altos índices de delincuencia” y “el hecho de que el televisor y las videocintas han sustituido el trato directo con la gente”.

El mundo moderno también reduce nuestro tiempo y energías. “El habitante urbano de hoy tiene contacto en una semana con más gente que el aldeano del siglo XVII en un año o en toda su vida”, escribe Letty Pogrebin en su obra Entre amigos. Dado que nos relacionamos con centenares de conocidos, resulta difícil darle atención a alguien el tiempo necesario para forjar y mantener lazos estrechos.

Las condiciones sociales cambian rápidamente incluso en lugares donde hasta no hace mucho el ritmo de vida no era tan ajetreado. “Antes nos sentíamos muy unidos a nuestros amigos —señala Ulla, de Europa oriental—, pero ahora muchos están absortos en sus trabajos y asuntos privados. Todo el mundo anda siempre tan ocupado que vemos desvanecerse viejas amistades.” En esta época tan agitada, la amistad suele relegarse a un segundo plano.

Pero nuestra necesidad sigue siendo igual de imperiosa que siempre, sobre todo en la juventud. Es como señala Yaël, a quien ya hemos citado: “En la adolescencia quieres que te acepten, encajar y sentirte cerca de alguien”. Ahora bien, sin importar la edad, todos precisamos disfrutar de amistades felices y significativas. A pesar de las dificultades, podemos hacer mucho para conseguirlas y consolidarlas. En el artículo siguiente veremos cómo lograrlo.