Ir al contenido

Ir al índice

¿Y si me dice que no?

¿Y si me dice que no?

Los jóvenes preguntan...

¿Y si me dice que no?

AL PRINCIPIO solo lo considerabas un amigo, pero luego lo empezaste a ver con otros ojos. Puede que hayan sido sus modales o la forma como te sonreía al conversar. Como quiera que haya sido, pasó el tiempo y nunca dijo nada sobre un interés romántico, así que decidiste preguntarle si su intención era ser algo más que un amigo. Para tu gran desilusión, su respuesta, amable pero firme, fue un claro no. *

Es natural que te sientas herida; sin embargo, no te desesperes e intenta ver el asunto objetivamente. Si bien es cierto que un muchacho te dijo que no le interesaba la relación sentimental, recuerda que eso no rebaja tu valor como persona ni anula el amor y el respeto que otros te tienen. De hecho, es posible que la decisión del joven no tenga tanto que ver contigo, sino con sus propias metas y prioridades.

Además, si eres cristiana, ten presente que “Dios no es injusto para olvidar la obra [tuya] y el amor que mostra[ste] para con su nombre” (Hebreos 6:10). Sonja * lo plantea así: “Tú sigues siendo valiosa. Como soltera, eres alguien muy especial para Jehová”. Si el Altísimo y otras personas te valoran tanto, ¿por qué perder tu autoestima?

De todos modos, puede que te sientas fracasada o creas que nadie querrá casarse contigo. Pero tan solo porque a este joven no le hayas parecido “adecuada” no significa que jamás lo vayas a ser para otro (Jueces 14:3, Antiguo Testamento Interlineal Hebreo-Español). Por eso, en lugar de verlo como un fracaso, date cuenta de que tus esfuerzos por hallar un buen esposo tuvieron un resultado favorable: descubriste que ese chico no era para ti. ¿Por qué lo decimos?

¿Te convenía?

La Biblia ordena que “los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos”, “asignándoles honra” (Efesios 5:28; 1 Pedro 3:7). En este caso, es muy posible que ese joven te valore como amiga, pero al darte un no como respuesta ha dejado ver, para los efectos, que en estos momentos no está preparado para amarte y honrarte como su esposa. Él tenía el derecho de elegir. Además, piensa en lo siguiente: si esos son sus sentimientos, ¿habría sido el esposo adecuado para ti? ¿Te imaginas lo infeliz que serías si te casaras con alguien que no te amara ni te honrara como mandan las Escrituras?

Algo que también podría ayudarte sería volver a evaluar a ese muchacho ahora que sabes que no hay esperanza de que exista una relación sentimental. A veces las emociones nos ciegan a defectos de personalidad o de espiritualidad que para los demás son obvios. Por ejemplo, ¿es que no se había dado cuenta de que te estabas encariñando con él, o acaso alimentó a propósito ese afecto al seguir buscando tu amistad? Si fue esto último, ¿no significa que no está preparado para ser un esposo cristiano considerado y comprensivo? En tal caso, lo mejor fue que descubrieras la verdad, por dolorosa que haya sido.

Las atenciones especiales de cierto joven despertaron las esperanzas de una muchacha llamada Marcia. Cuando ella le preguntó sobre sus intenciones, él le dijo que no pretendía nada formal. ¿Cómo superó la decepción? “Pensando con la cabeza, no con el corazón; así he podido controlar mis emociones”, señala. Al repasar los requisitos bíblicos para los esposos, Marcia se dio cuenta de que el chico sencillamente no cumplía tales requisitos, y pudo sobreponerse a la tristeza.

A Andrea le pasó algo parecido con otro muchacho. Ella comprendió más tarde que su forma de tratarla revelaba inmadurez y que no estaba listo para el matrimonio, por lo cual agradece que Jehová le abriera los ojos. Comenta: “Creo que Jehová puede protegernos de situaciones que pudieran lastimarnos, pero una tiene que confiar en Él”. Ahora bien, hay que reconocer que muchas veces el joven ha sabido comportarse y su negativa se debe a razones honorables. Pero sin importar las razones que haya tenido, te duele. ¿Y qué vas a hacer ahora para superar el dolor?

Cómo dominar tus sentimientos

El corazón tal vez necesite tiempo para asimilar el no. Tu afecto creció poco a poco, y para desarraigarlo también hace falta tiempo. El cariño rara vez puede apagarse al instante como una lámpara. Habrá días en que te inundarán los sentimientos románticos. Ten paciencia contigo misma; verás que con el tiempo se desvanecerán. Pero si quieres que desaparezcan con mayor rapidez, debes evitar cualquier cosa que los alimente.

Por ejemplo, no le des vueltas al asunto repasando cada palabra y ademán tuyos al momento de revelarle lo que sentías. Si no controlas esos pensamientos, podrías acabar convenciéndote de que en realidad no quiso decir que no, o de que si le hablas de otra forma, obtendrás buenos resultados. Tienes que aceptar que no está en tus manos cambiar su modo de sentir. Lo más seguro es que, sin importar cómo le hubieras dicho las cosas, su respuesta habría sido la misma.

Otro peligro es que te pongas a soñar despierta, fantaseando con un mundo en el que los dos viven felices para siempre. Quizás esos sueños te relajen, pero son irreales. Al despertar, la sensación de pérdida regresa, y también la agonía. Es un círculo vicioso de placer y martirio que puede continuar por mucho tiempo, a menos que firmemente te propongas romperlo.

Para ello, debes actuar con decisión. Cuando veas que estás soñando despierta, levántate y da un paseo. Ponte a hacer alguna tarea física, algo que ponga tu mente en otra parte. Concéntrate en cosas que te levanten el ánimo, no en las que te hundan (Filipenses 4:8). Puede que al principio sea difícil, pero con el tiempo habrás ganado la batalla y recuperarás la paz.

Igualmente valioso es el apoyo de los amigos íntimos (Proverbios 17:17). Sin embargo, Sonja hace la siguiente aclaración pertinente: “No te conviene que todos tus amigos sean solteros, de tu misma edad y todos con el deseo de casarse. Necesitas también amigos mayores que contribuyan a mantenerte bien enfocada”. Recuerda, además, que hay alguien que puede ayudarte mejor que nadie a aliviar el dolor.

Jehová: amigo y apoyo

Un hombre fiel de la antigüedad que se sintió decepcionado le pidió ayuda a Dios. ¿Cómo le fue? Él mismo escribió: “En medio de mis angustias y grandes preocupaciones, tú me diste consuelo y alegría” (Salmo 94:19, Traducción en lenguaje actual). Si le oras con fe, Jehová también te va a dar a ti consuelo y te va a sostener. Andrea lo hizo, y hoy dice: “La oración es muy importante para sobreponerte al dolor y seguir adelante con tu vida”. Igualmente, Sonja comenta al respecto: “Te permite tener una autoestima que no depende de si otros te aceptan o te rechazan”.

Ningún ser humano es capaz de comprender totalmente tus sentimientos, pero Jehová sí, pues nos creó con el deseo de amar y ser amados en el vínculo matrimonial. Sabe la fuerza que tiene la atracción romántica y cómo controlarla. Así que él puede ayudarte a curar las heridas del corazón, pues 1 Juan 3:20 dice: “Dios es mayor que nuestro corazón y conoce todas las cosas”.

Mantén el equilibrio

El matrimonio puede ser una fuente de gran felicidad, pero no es la única. Todo el que sirve a Jehová recibe muchas alegrías, no solo los casados. Además, en cierta forma el soltero tiene ventajas sobre el casado, pues no sufre la “tribulación en la carne” de la que habla 1 Corintios 7:28, es decir, las tensiones y fricciones por las que pasa todo matrimonio. La persona soltera también dispone de mayor libertad y se le hace más fácil emplear su tiempo en el servicio a Jehová. Por eso dice la Biblia: “El que da su virginidad en matrimonio hace bien, pero el que no la da en matrimonio hará mejor” (1 Corintios 7:38). Si meditas en estas enseñanzas de la Palabra de Dios, lograrás mantener el equilibrio y aprovechar al máximo tus circunstancias presentes, sin importar lo fuertes que sean tus deseos de casarte.

Habrá quien, con buenas intenciones, te haga comentarios como: “No te preocupes, algún día encontrarás a un buen muchacho”. Y es cierto que un rechazo difícilmente significa que estés condenada a vivir sola. Con todo, una joven cristiana llamada Candace lo ve de este modo: “Confío en Jehová. No espero necesariamente que me dé un esposo para ser feliz; pero sé que me dará lo que necesito para llenar el vacío”. Con esta manera de pensar positiva ha conseguido superar una decepción.

En este mundo, los intentos por iniciar una relación sentimental suelen fracasar, pero muchos matrimonios fracasan también. Si depositas tu confianza en Jehová y sigues sus consejos, él te ayudará a sustituir la decepción con la alegría. Tu experiencia será como la del rey David, quien escribió: “Oh Jehová, enfrente de ti está todo mi deseo, y de ti mi suspirar mismo no ha sido ocultado. Porque en ti, oh Jehová, esperé; tú mismo procediste a responder, oh Jehová Dios mío” (Salmo 38:9, 15).

[Notas]

^ párr. 3 El artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Cómo le digo lo que siento por él?” (22 de octubre de 2004) aclaró que en ciertas culturas pudiera considerarse objetable que la mujer tome la iniciativa en asuntos románticos. La Biblia no lo condena, pero sí anima al cristiano a no ser causa de tropiezo para los demás, por lo que debe tener presente el consejo bíblico a fin de contar con la bendición de Dios (Mateo 18:6; Romanos 14:13; 1 Corintios 8:13).

^ párr. 5 Se han cambiado algunos nombres.

[Ilustraciones de la página 20]

Aprovecha la ayuda que Dios da