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Todos los continentes en uno

Todos los continentes en uno

Todos los continentes en uno

De nuestro corresponsal en Ucrania

¿LE GUSTA observar la fauna en libertad? Si así es, le encantará visitar en un mismo lugar África, América, Asia, Australia y Europa. ¿Cómo es posible? Viajando al sur de Ucrania, a la Reserva de Biosfera Askaniya-Nova, en cuyas llanuras conviven en paz y armonía manadas de animales salvajes del mundo entero.

Todo comenzó en 1883, cuando el alemán Friedrich Pfalz-Pfein apartó una extensión de estepa virgen para su uso como reserva. En aquel entonces ya tenía allí un zoológico privado con más de cincuenta especies de aves y mamíferos, y en 1887 se añadió un jardín botánico. Hoy, el reducto engloba también más de 11.000 hectáreas [27.000 acres] de pradera esteparia intacta.

Al llegar, lo primero que salta a la vista es el jardín botánico, de unas 200 hectáreas [500 acres], donde los científicos han plantado a lo largo de los años una amplia variedad de árboles y arbustos de todo el globo. Como la región es árida, se cavaron pozos artesianos y acequias. El paisajismo y el sistema de irrigación recibieron una medalla de oro en la Exposición Universal de París de 1889.

Animales de todos los continentes

Dejando atrás el sombreado jardín botánico, pasamos al recinto de 2.500 hectáreas [6.000 acres] de soleada estepa, donde deambulan unas cincuenta especies de animales. Fijémonos, para empezar, en algunas que proceden de África.

Entre los representantes de la caza mayor más conocidos y peligrosos figura el búfalo cafre, impresionante tanto por su corpulencia —170 centímetros [5,5 pies] de altura en la cruz— como por sus cuernos de un metro [3 pies] de envergadura. En vista de que el macho es agresivo e impredecible, no conviene acercarse mucho.

Otro ocupante que capta nuestro interés es el alce africano, antílope procedente del sudeste del continente negro. Dado que en la reserva está vedada la caza, los individuos de esta especie viven sin sobresaltos desde su introducción en 1892. De hecho, pacen delante de los turistas sin temor alguno. Algunas hembras están domesticadas y dejan que las ordeñen como si fueran vacas. Su nutritiva leche, muy rica en grasa, se emplea con fines terapéuticos, como el tratamiento de las úlceras estomacales.

Si nos centramos ahora en las especies de Australia, veremos a un ave corredora de gran tamaño llamada emú, la cual es, después del avestruz, la mayor de las aves, con hasta 180 centímetros [6 pies] de altura y 60 kilos [130 libras] de peso. Aunque los emúes viven separados de algunos vecinos por alambradas, tienen espacio para correr a sus anchas.

Una de sus peculiaridades es que los polluelos reaccionan a la voz del macho cuando aún no han roto el cascarón. Cuentan, por ejemplo, que al oír una grabación de su voz poco antes de la eclosión, se mueven y hacen oscilar los huevos, pero que ante el sonido de la madre ni se inmutan. ¿Por qué razón?

Aunque la puesta la realice la hembra, la incubación no. Es el padre quien se encarga de esta labor durante unos cincuenta días y también quien cuida a los polluelos después. Así que antes de nacer, las crías ya saben quién vela por ellas. Por cierto, los huevos mismos son muy especiales, tanto por su color verde oscuro como por su tamaño y peso (cerca de 700 gramos [cerca de 2 libras] la unidad).

Si buscamos ocupantes asiáticos, hallaremos manadas de caballos de Przewalski, traídos de las praderas de Mongolia en 1899. En la década de 1960 se declararon extintos en estado silvestre a causa de la caza y la pérdida de pastos.

En la actualidad hay unos mil cien de estos caballos viviendo en cautiverio en diversos zoológicos y parques, entre ellos Askaniya-Nova, que alberga a un centenar. Los científicos procuran reintroducirlos en la naturaleza. Con este fin, el parque envió veintiún ejemplares a Mongolia entre 1992 y 1993.

De China y Japón llegó la especie más populosa de la reserva: el bello ciervo sica, cuya hermosura estriba en su lomo moteado, en su estilizada figura y en la imponente cornamenta que luce en su cabeza menuda.

De la India procede el gayal, una especie de buey de gran tamaño, al que veremos pastando tranquilo en la estepa. En su país de origen, los gayales viven semidomesticados: de día recorren a sus anchas el bosque y de noche regresan a las aldeas. Aunque en Askaniya-Nova no haya ni bosques ni aldeas, parecen cómodos con los pastizales y con las manadas vecinas.

De Norteamérica encontraremos a una especie que sobresale por su fuerza y tamaño: el bisonte americano. Hace siglo y medio había millones de ejemplares vagando por las praderas, pero la caza los condujo al borde de la extinción. El rebaño de esta reserva es único en su clase dentro de Europa, y sus especímenes se encuentran muy a gusto en sus pastizales esteparios en invierno y en verano.

Sudamérica aparece representada por un ave corredora: el ñandú mayor, que presenta bastantes semejanzas con el emú australiano. Llega a alcanzar los 150 centímetros [5 pies] de altura y los 50 kilos [110 libras] de peso. El macho se parece al del emú en que asume la incubación, y se diferencia de él en que es polígamo. De ahí que entre tres y cinco hembras realicen la puesta en el mismo nido.

De Europa proceden el ciervo y el corzo, resistentes criaturas que medran en los herbazales esteparios y soportan bien el frío y el calor. Se han usado especímenes de la zona para repoblar reservas y cotos de caza en Europa. De este mismo continente —concretamente del norte— vinieron los ponis de las islas Shetland, que desde su llegada en 1960 se han multiplicado mucho.

En la reserva hay además manadas de cebras, ñúes azules (grandes antílopes africanos), asnos salvajes de Asia y saigas (antílopes eurasiáticos), así como gran variedad de aves. Algunas especies se dejan todo el año en la estepa, mientras que otras pasan el invierno en granjas.

La conservación de la reserva

Askaniya-Nova es hoy un centro de estudios adscrito al Instituto de Investigaciones Ucranianas, cuyo personal realiza muchas labores para conservar la estepa y aclimatar las nuevas adquisiciones. También procura mejorar la colección de animales exóticos.

En todo el mundo hay reservas naturales, sea en las praderas y pampas de América, las sabanas de África, los pastizales de Australia o las estepas de Europa y Asia. Aunque cada una tiene sus peculiaridades y su propia flora y fauna, Askaniya-Nova se destaca por su carácter internacional, que ilustra la capacidad de los animales de todo el mundo para adaptarse a un nuevo medio y convivir pacíficamente.

Muchos anhelamos el día en que se cumplan las profecías bíblicas y el Reino de Dios instaure la paz entre los hombres y también entre las múltiples especies animales (Isaías 11:6-9; Oseas 2:18; Hechos 10:34-35).

[Mapa de la página 14]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

Reserva de Biosfera Askaniya-Nova

[Ilustración de la página 15]

Alce africano

[Ilustración de la página 15]

Búfalo cafre

[Ilustración de la página 15]

Emú

[Ilustración de la página 16]

Ciervo sica

[Ilustración de la página 16]

Caballo de Przewalski

[Ilustración de la página 16]

Bisonte americano

[Ilustración de las páginas 16 y 17]

La reserva alberga una amplia variedad de aves

[Ilustración de la página 17]

Ñandú

[Ilustración de la página 17]

Corzo

[Ilustración de la página 17]

Ciervo

[Ilustración de la página 17]

Jardín botánico

[Reconocimientos de la página 15]

Alce africano y emú: Reserva de Biosfera Askaniya-Nova (Ucrania); globos terráqueos: Mountain High Maps® Copyright © 1997 Digital Wisdom, Inc.

[Reconocimientos de la página 16]

Ciervo: Reserva de Biosfera Askaniya-Nova (Ucrania); globos terráqueos: Mountain High Maps® Copyright © 1997 Digital Wisdom, Inc.

[Reconocimientos de la página 17]

Aves: Reserva de Biosfera Askaniya-Nova (Ucrania); flores y parque: Olha Dvorna/ Reserva de Biosfera Askaniya-Nova (Ucrania); globos terráqueos: Mountain High Maps® Copyright © 1997 Digital Wisdom, Inc.