Ir al contenido

Ir al índice

De nuestros lectores

De nuestros lectores

De nuestros lectores

Niña con el rostro desfigurado Me conmovió sobremanera la experiencia “Una cara nueva para Mailyn” (22 de mayo de 2004). Es alentador que una niña de 11 años no deje de proclamar la esperanza bíblica a pesar de estar luchando con una terrible aflicción.

M. B., Italia

Me animó mucho el magnífico espíritu de Mailyn y su familia. En este mundo, los medios informativos exageran la importancia de la imagen personal, lo que es descorazonador. Quiero decirle a Mailyn que no tengo dudas de que tiene la belleza que realmente importa. Espero compartir con ella su alegría cuando Jehová le corrija el rostro en el nuevo mundo. Su fe me ha infundido gran fortaleza.

M. S., Estados Unidos

Dentro de poco me extirparán un pecho. Hace falta mucho valor y optimismo para no venirse abajo cuando una enfermedad atenta contra el aspecto de uno. Me ha animado mucho la valentía y la actitud positiva de Mailyn. A ella le digo: te deseo lo mejor. Eres una bellísima persona.

G. R., Francia

Nací con labio leporino, deformidad por la que mis compañeros de escuela se me quedaban mirando e incluso me escupían. Creo que pude afrontar la situación con valor y confianza gracias a las enseñanzas bíblicas que aprendí de mi madre. Ahora, con 31 años, todavía me angustia mi apariencia. Como comprenderán, me caló muy hondo el relato de Mailyn. Sé que con la ayuda de Jehová conseguiremos superar todo lo que venga.

T. S., Japón

Mailyn me convenció de que la clave de la satisfacción no radica en ser apuesto, sino en servir y amar a Dios. El ejemplo de ella me sirve de estímulo.

A. T., Filipinas

Maltrato entre novios Les estoy muy agradecida por el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Por qué me trata tan mal?” (22 de mayo de 2004). Yo tuve una relación en la que fui víctima de abusos. Siempre que las cosas salían mal, mi novio me echaba la culpa. Como me crié en una familia donde eran comunes las agresiones físicas y verbales, la conducta de él me parecía normal. Me alegro de que ya no estemos juntos, pues demostró que no era un buen candidato a esposo.

Nombre omitido, Belice

El artículo expresó muy bien mis sentimientos. Tanto antes como después de casarme, pasé por las situaciones que mencionan. Las agresiones psíquicas me dejaron la autoestima por los suelos. Espero que la información lleve a muchos a examinar su relación durante el noviazgo. Sin duda, lo más prudente es conocerse a fondo antes de la boda para ahorrarse problemas.

M. M., Alemania

Semillas viajeras Gracias por el reportaje “La semilla que surca los mares” (22 de mayo de 2004). Hace unos años recogí una de esas semillas en una playa cercana, pero sin darme cuenta de lo que era realmente. Cuando leí la revista, quedé sorprendida al enterarme de que había tenido en mis manos una semilla procedente tal vez de África occidental o central. No saben cuánto aprecio que traten temas tan interesantes.

M. K., Japón