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¿Por qué lado de la carretera circula usted?

¿Por qué lado de la carretera circula usted?

¿Por qué lado de la carretera circula usted?

De nuestro corresponsal en Gran Bretaña

Recogí a mi visitante estadounidense en el aeropuerto y caminamos hasta donde tenía estacionado el vehículo. “Siéntese delante”, le sugerí, y de inmediato intentó subir por el lado del conductor. Entonces comentó: “¡Ah, se me olvidaba que aquí circulan en sentido contrario!”.

Por supuesto, es probable que yo hubiera dicho lo mismo en caso de estar de visita en Estados Unidos. Pero mientras íbamos a casa, me propuse averiguar por qué en Gran Bretaña y en algún otro país se circula por la izquierda de la carretera, mientras que en casi todo el mundo se hace por la derecha.

Por dónde se circulaba en la antigüedad

Vamos a retroceder unos dos mil años, al tiempo en que los romanos ocupaban Britania. Los arqueólogos han hallado indicios de cómo era el tránsito en aquel entonces. En 1998 encontraron cerca de la ciudad inglesa de Swindon un camino bien conservado que llevaba hasta una cantera romana. Los surcos de un lado del camino eran mucho más profundos que los del otro, lo que probablemente se debió a que las carretas iban vacías y volvían cargadas de piedra. Los surcos indican que, por lo menos en esa zona, los romanos circulaban por la izquierda.

De hecho, algunos creen que en la antigüedad quienes viajaban a caballo solían ir por el lado izquierdo del camino. Como la mayoría de las personas son diestras, así podían sujetar las riendas con la mano izquierda y mantener libre la derecha, ya fuera para saludar a otro jinete que pasara o para usar la espada en defensa propia si fuera necesario.

Un cambio a la derecha

A finales del siglo XVIII se pasó de la izquierda a la derecha en países como Estados Unidos, cuando los carreteros comenzaron a usar grandes carros de carga tirados por varias parejas de caballos. Este tipo de vehículos no tenía asiento para el conductor, así que este se montaba sobre el caballo situado en la parte de atrás a la izquierda y sostenía el látigo con la mano derecha. Como el conductor iba sentado a la izquierda, lógicamente prefería que lo adelantaran por ese mismo lado los otros carros, pues así se mantenía alejado de las ruedas de los que venían de frente. Esto lo lograba circulando por el lado derecho del camino.

Los ingleses, no obstante, siguieron yendo por la izquierda. Sus carros eran más pequeños y disponían de un asiento al frente en cuyo lado derecho solía ir el conductor. Desde allí podía utilizar su largo látigo con la mano derecha sin enredarlo en la carga que llevaba detrás. En esa postura, situado al lado derecho del carro, el conductor conseguía mantener una distancia de seguridad con los demás transitando por el lado izquierdo de la calzada. Los países que llegaron a formar parte del Imperio británico adoptaron sus normas de circulación, aunque hubo excepciones. Canadá, por ejemplo, con el tiempo cambió a la derecha para que los viajeros no tuvieran que cambiar de carril al cruzar la frontera con Estados Unidos.

En Francia, los sucesos políticos tuvieron una gran influencia en los hábitos de circulación. Antes de la Revolución de 1789, los carruajes de la aristocracia se desplazaban por el lado izquierdo de los caminos, obligando a los campesinos a ir por el otro lado. Pero una vez comenzada la Revolución, los nobles trataron desesperadamente de ocultar su identidad viajando como los campesinos, por la derecha. En 1794, el gobierno implantó en París la norma de transitar por la derecha, que más tarde se extendió a otras regiones a medida que los ejércitos victoriosos de Napoleón I atravesaban la mayor parte de la Europa continental. No sorprende que Napoleón prefiriera ir por la derecha. Una obra de consulta explica que, como era zurdo, “sus ejércitos tenían que avanzar por la derecha para que él pudiera mantener libre el brazo con que manejaba la espada”.

Los países europeos que se resistieron a Napoleón conservaron la costumbre de ir por la izquierda. Rusia y Portugal cambiaron a la derecha a principios del siglo XX. Austria y Checoslovaquia lo hicieron tras ser invadidas por la Alemania nazi a finales de los años treinta, y posteriormente Hungría siguió su ejemplo. En Europa, solo cuatro países conservan la costumbre de circular por la izquierda: Gran Bretaña, Irlanda, Chipre y Malta. Resulta curioso que, a pesar de que Japón nunca fuera colonia británica, allí también se circule por la izquierda.

Barcos, aviones, trenes y peatones

¿Qué hay de los barcos y los aviones? Por lo general, el tráfico marítimo circula por la derecha, y el aéreo también. ¿Y los trenes? En algunos países, el sistema de señalización determina por qué lado se desplaza el tren cuando hay doble vía. Las principales líneas de ferrocarril modernas a menudo permiten a los trenes circular por ambas vías en cualquier dirección, en contraste con los sistemas de señalización antiguos donde cada vía era de dirección única, y esta dependía, al menos en algunas ocasiones, del país en que se hubiera diseñado y construido la vía férrea.

¿Y por dónde van los peatones? Por lo general se recomienda que si no hay acera o calzada de emergencia, lo más seguro es caminar de frente al tráfico, sin importar por qué lado transiten los vehículos. Si estos van por el lado derecho, conviene que las personas caminen por la izquierda para poder ver a los automóviles que se acercan. En Gran Bretaña, donde se circula por la izquierda, tratamos de acordarnos de andar por la derecha. ¿Y qué hace nuestro amigo de Estados Unidos? ¡Claro está, él camina por el lado contrario!