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Ayuda para la juventud de hoy

Ayuda para la juventud de hoy

Ayuda para la juventud de hoy

LOS jóvenes de hoy crecen en un mundo que a veces da miedo. Algunos contemplan a sus padres separarse o divorciarse sin poder hacer nada para impedirlo. Otros observan a sus compañeros de escuela caer en las redes de las drogas y la delincuencia. Muchos se ven presionados por jóvenes de ambos sexos para que participen en relaciones inmorales. Y casi todos los adolescentes pasan de vez en cuando por etapas en las que se sienten incomprendidos, solos y deprimidos.

¿Qué necesitan para salir adelante? “Los jóvenes necesitan un centro moral firme al que anclarse, una clase de normas que les ayuden a escoger los amigos adecuados, a tomar las decisiones acertadas y a ser capaces de ponerse en la situación de los demás”, escribe el doctor Robert Shaw. La Biblia suministra el mejor centro moral posible, pues da a conocer el modo de pensar del Creador. ¿Quién mejor que el propio Jehová Dios para que nos diga cómo sobrellevar los tiempos difíciles en que vivimos?

Una guía realista y práctica

Los principios bíblicos son realistas y prácticos. Tienen un valor inestimable para los padres y para todo aquel que desee ayudar a los jóvenes a convertirse en adultos de provecho.

Por ejemplo, la Biblia es realista cuando reconoce que “la tontedad [o “insensatez”, La Escritura Santa] está atada al corazón del muchacho”. Por eso no es de extrañar que cometan insensateces (Proverbios 22:15). Algunos adolescentes parecen maduros para su edad, pero siguen siendo jóvenes inexpertos y, como tales, son propensos a las inseguridades, los deseos y los sentimientos inestables propios de esa etapa de la vida (2 Timoteo 2:22). ¿Cómo se les puede ayudar?

La Biblia anima a que haya comunicación regular entre padres e hijos. Exhorta a los progenitores a que hablen con sus hijos de las normas de Dios ‘cuando se sienten en su casa y cuando anden por el camino y cuando se acuesten y cuando se levanten’ (Deuteronomio 6:6, 7). Ese tipo de conversación tiene un beneficio doble. Primero, instruye al joven en los caminos de Dios (Isaías 48:17, 18). Segundo, mantiene la comunicación entre padres e hijos, lo cual es esencial durante la adolescencia, cuando los jóvenes a veces se vuelven retraídos y se sienten solos.

Casi todos los adolescentes tienen temporadas en las que se sienten solos. Pero en el caso de algunos, la soledad se convierte en un problema crónico. Una enciclopedia sobre la adolescencia afirma: “Estos chicos dicen que les cuesta hacer amigos en la escuela, que no tienen a nadie con quien hablar, que se sienten solos, que les resulta difícil caer bien a otros jóvenes y que les parece que no tienen a quién acudir cuando necesitan ayuda”. *

Los padres y otros adultos pueden tenderles la mano a los jóvenes y ayudarlos a superar sus problemas. ¿Cómo? “La única manera de averiguar lo que pasa por la mente de los muchachos es preguntándoselo”, escribe la editora ejecutiva de una revista para adolescentes. Obviamente, se necesita tiempo y paciencia para lograr que estos revelen sus inquietudes más profundas. Pero los beneficios hacen que el esfuerzo merezca la pena (Proverbios 20:5).

Se necesitan límites razonables

Además de la comunicación, los jóvenes necesitan —y en el fondo desean— que les pongan límites razonables. La Biblia advierte que “el muchacho que se deja a rienda suelta causará vergüenza a su madre” (Proverbios 29:15). Los expertos creen que uno de los factores que contribuyen a la delincuencia juvenil es la falta de límites claros. “Si un niño está muy consentido y nunca oye la palabra no ni tiene ciertos límites que respetar, jamás tendrá la oportunidad de darse cuenta de que los demás tienen sus propias vidas, sentimientos, necesidades y voluntades. Si el niño no desarrolla bien la cualidad de la empatía, no será capaz de amar”, dice el doctor Shaw, citado anteriormente.

El doctor Stanton Samenow, que lleva muchos años trabajando con jóvenes problemáticos, expresa una idea parecida: “Algunos padres creen que a los hijos hay que darles libertad. Creen, ingenuamente, que si les establecen obligaciones o requisitos, les estarán imponiendo una carga injusta y que no tendrán infancia. Pero la carencia de límites puede tener resultados desastrosos. Estos padres no se dan cuenta de que a los niños que reciben poca disciplina les costará ser disciplinados”.

¿Significa esto que para ser buenos padres basta con ser estrictos? De ninguna manera. Ser un buen padre o una buena madre abarca más que establecer límites. Si las reglas son extremadamente rígidas, no habrá buen ambiente en el hogar. La Biblia dice: “Padres, no estén exasperando a sus hijos, para que ellos no se descorazonen” (Colosenses 3:21; Efesios 6:4).

Por consiguiente, los padres tienen que repasar de vez en cuando su forma de instruir y disciplinar, especialmente a medida que los hijos crecen y empiezan a demostrar cierto grado de madurez. Quizás podrían suavizarse o ajustarse ciertas reglas o restricciones conforme el joven vaya haciéndose más responsable (Filipenses 4:5).

Es bueno tender puentes

Como indicamos en el artículo anterior, la Biblia predijo que, antes de que Dios intervenga para librar al mundo de la maldad, este se enfrentaría a “tiempos críticos, difíciles de manejar”. Todo indica que vivimos en ese preciso período: “los últimos días” del presente sistema de cosas malvado. Tanto jóvenes como adultos tienen que sobrevivir en un mundo caracterizado por personas que son ‘amadoras de sí mismas y no tienen cariño natural ni autodominio’ (2 Timoteo 3:1-5). *

Los padres que creen que han perdido el contacto con su hijo o su hija adolescente pueden ir tendiendo un puente, conversando un poco un día, y otro poco otro día. Es encomiable que muchos padres se afanen por constituir una influencia positiva y una presencia real en la vida de sus hijos.

La Biblia ofrece la mejor orientación al respecto. Sus consejos han ayudado a muchos progenitores a desempeñar su función y a muchos jóvenes a evitar errores desastrosos (Deuteronomio 6:6-9; Salmo 119:9). Dado que la Biblia procede del Creador, Jehová Dios, podemos tener la plena confianza de que en ella se encuentra la mejor ayuda para los jóvenes de hoy. *

[Notas]

^ párr. 8 La misma enciclopedia comenta que, a diferencia del adolescente que se siente solo de vez en cuando, el que experimenta soledad crónica se siente así la mayor parte del tiempo y durante un período relativamente largo. El joven, o la joven, “cree que la falta de amigos es un problema permanente, incontrolable y que obedece a sus propios defectos”. También piensa que la situación “no puede cambiar, o que no cambiará”.

^ párr. 16 Véase el cap. 11 del libro El conocimiento que lleva a vida eterna, editado por los testigos de Jehová.

^ párr. 18 Los testigos de Jehová han encontrado muy útil un libro basado en la Biblia titulado Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas. Sus 39 capítulos tratan preguntas que invitan a la reflexión. Por ejemplo: “¿Cómo conseguir amigos verdaderos?”, “¿Cómo hacer frente a la presión de otros jóvenes?”, “¿Cómo puedo vencer la soledad?”, “¿Estoy listo para concertar citas?”, “¿Por qué decir no a las drogas?” y “¿Qué hay de las relaciones sexuales antes del matrimonio?”.

[Ilustración de la página 10]

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