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Observando el mundo

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Cocodrilos albinos

“Las autoridades forestales del Parque Nacional Bhitar Kanika, de Orissa, hallaron quince ejemplares albinos [...] al realizar el censo anual de cocodrilos”, dice el periódico The Hindu, de la India. Esta variedad sumamente rara “no se ve en ninguna otra parte del mundo”. Para contrarrestar la despiadada caza furtiva que llevó al cocodrilo poroso al borde de la extinción en los años setenta, el gobierno estatal estableció un proyecto de crianza en el parque con el apoyo de programas de las Naciones Unidas. La misión ha sido un éxito, ya que en la zona abundan los manglares, las aguas puras y los alimentos, además de que la interferencia humana es mínima. De acuerdo con el citado rotativo, ya hay en el parque unos mil quinientos cocodrilos de coloración normal, además de los excepcionales albinos.

Tabaco, pobreza y enfermedades

“La OMS [Organización Mundial de la Salud] advierte de que casi el 84 por ciento de los fumadores residen en países pobres, donde el tabaco y la pobreza terminan por convertirse en un círculo vicioso”, reseña el periódico español Diario Médico. En cualquier nación, “quienes más fuman y sufren la mayor parte de los problemas derivados del consumo de tabaco forman parte de los sectores de población más desfavorecidos”. Aunque el tabaquismo ha disminuido en la mayoría de los países desarrollados, a escala mundial constituye ya “el cuarto factor de riesgo” de cualquier enfermedad. En España, donde se alcanzaron los 60.000 fallecimientos anuales atribuidos al tabaco, el tabaquismo “es la primera causa de enfermedad, invalidez y muerte evitable”.

Las ovejas distinguen caras conocidas

“Hemos descubierto que las ovejas pueden reconocer hasta cincuenta caras distintas de otras ovejas, además de diez rostros humanos”, escribe el neurobiólogo Keith Kendrick en la revista New Scientist. Él y su equipo constataron que una oveja puede recordar 60 caras “por un mínimo de dos años” después de haberlas visto durante unas semanas. Y no solo eso: al igual que el ser humano, estas criaturas fueron capaces de “percibir emociones en la expresión facial”. Según la revista, “distinguen entre diversas expresiones humanas y detectan los cambios que produce la intranquilidad en las caras de otras ovejas. Además, prefieren los rostros humanos sonrientes a los enojados”. Los investigadores observaron que “las caras de los pastores caen en la misma clasificación que la de un miembro muy allegado del rebaño”. Kendrick aclara: “En realidad, los humanos amigables se convierten en ‘ovejas’ honorarias, lo que significa que las ovejas sienten apego por quienes las cuidan”.

Australia y los gases de efecto invernadero

El Instituto de Australia reveló en un informe que su país “es el mayor emisor de gases de efecto invernadero per cápita del mundo industrializado”. En el año 2001, cada australiano produjo, en promedio, 27,2 toneladas de dióxido de carbono y otros gases. Según el citado informe, la elevada cifra se debe a su dependencia del carbón para generar electricidad, al alto número de automóviles y a la producción de aluminio. Para el mismo año, los emisores de contaminantes de efecto invernadero per cápita que seguían en la lista fueron Canadá (22 toneladas) y Estados Unidos (21,4 toneladas), mientras que el menor fue Letonia (0,95 toneladas). El documento señala que, pese a su modesta densidad demográfica, la emisión total de Australia “excedió a la de grandes economías europeas, como la francesa y la italiana, que cuentan con poblaciones tres veces mayores que la australiana”.

El trino del ruiseñor y el ruido del tráfico

“Cuando el ruido aumenta, el ruiseñor canta más alto”, indica el rotativo alemán Berliner Zeitung. Henrik Brumm, del Instituto de Biología de la Universidad Libre de Berlín, descubrió en un estudio que el volumen del gorjeo del macho (cuyo objetivo es marcar los límites de territorio del ave y atraer a la hembra) podía incrementarse 14 decibeles, dependiendo del nivel del ruido circundante. “No suena a mucho —señala Brumm—, pero equivale a cinco veces más presión del aire, lo que significa que también se multiplica por cinco la presión dentro de los pulmones del ave.” El canto del ruiseñor registró 75 decibeles en sitios tranquilos, pero 89 donde había mucho tráfico. “Para el investigador —agrega el periódico—, la principal sorpresa fue que las aves parecen adaptarse cada día a la situación reinante. Los fines de semana, cuando no hay tanto tránsito, los trinos eran sistemáticamente más bajos que el resto de la semana.”

Delincuencia en escuelas polacas

“Se cometieron 20.000 robos en los centros educativos” de la nación en 2003, informa la revista Zwierciadło, de Polonia, que añade: “Al 80% de los niños [polacos] no les gusta la escuela porque se sienten solos y les resulta difícil llevarse bien con los maestros y los demás estudiantes”. ¿A qué se debe la avalancha de problemas? Wojciech Eichelberger, especialista en salud mental, responde: “Las escuelas no están dentro de una burbuja; son un reflejo de lo que ocurre en la sociedad. [...] Las normas y los valores de la sociedad en la que están inmersos los centros de enseñanza son creación nuestra”. A fin de solucionar el problema, Eichelberger recomienda dedicar tiempo a los hijos, para que perciban que sus padres los consideran importantes.

Todo por la figura

“La lucha con la figura —sobre todo en el caso de las chicas— empieza cada vez más pronto, con posibles daños graves a la salud”, señala el periódico canadiense The Globe and Mail. Una encuesta sobre la actitud hacia la comida, a la que respondieron más de dos mil doscientas muchachas de 10 a 14 años, reveló que “aunque menos del 7% tenían sobrepeso, más del 31% se sentían ‘muy gordas’ y el 29% afirmó estar a dieta en ese momento”, informa el rotativo. ¿Por qué quieren rebajar si están sanas? El citado rotativo responsabiliza en gran parte a sus modelos de conducta adultos que constantemente se ponen a dieta y se ríen de quienes tienen kilos de más. “Los medios informativos también influyen muchísimo en los adolescentes al bombardearlos con modelos de conducta ultradelgados”, añade. La doctora Gail McVey, investigadora científica del Hospital Infantil de Toronto, señala que niños, padres y maestros deben comprender que “es normal y necesario subir unos kilos al pasar de la niñez a la adolescencia”.