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El valle de la belleza en flor

El valle de la belleza en flor

El valle de la belleza en flor

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN UCRANIA

CUANDO llega la primavera, el fértil suelo de este pequeño valle situado al abrigo de los montes Cárpatos se cubre de una alfombra de flores blancas. El mejor momento para visitarlo es a finales de la primavera, cuando la pradera montañesa se impregna de un suave aroma que invita al visitante a contemplarla más de cerca.

¿Dónde se presenta esta bella exhibición? En el valle de los Narcisos, reserva natural ubicada cerca de la ciudad de Hust, en el oeste de Ucrania. Posee extensos campos de narcisos silvestres. Y aunque es cierto que en él crecen más de cuatrocientas especies de plantas, el narciso es el que predomina.

De hecho, la reserva lleva el nombre de esa flor. Esta planta bulbosa, de hojas largas y estrechas, y una corona en forma de trompeta rodeada de pétalos blancos o amarillos, se encuentra también en los Alpes y los Balcanes.

Durante siglos, poetas y músicos le han prodigado elogios al narciso; de hecho, hay una especie denominada Narcissus poeticus, o narciso de poeta. Pero no solo ellos han reconocido su hermosura. En cierto período de la historia de Roma, los gobernantes solían recibir a sus victoriosos guerreros con narcisos amarillos, y en Prusia, el narciso simbolizaba el amor y la felicidad. Hoy día, diversas comunidades de todo el mundo siguen exaltando la belleza de esta flor en festivales anuales y otras celebraciones.

Pero el narciso es mucho más que una flor bonita. Su nombre está emparentado con el verbo griego narkáo, que significa “adormecer”. ¿De veras pueden adormecer los narcisos? Cuando florecen en el valle, el visitante puede a veces sentirse algo aturdido o hasta narcotizado.

Debido a los efectos narcóticos del perfume, hay quienes le han atribuido poderes curativos. Los árabes utilizaron el aceite esencial de narciso para combatir la calvicie, y los franceses, para tratar la epilepsia y la histeria. Hoy día, la esencia de narciso se emplea en perfumes y, en su forma más pura, en aromaterapia.

¿Será posible preservar su existencia?

La especie Narcissus angustifolius se considera una planta de alta montaña, pues normalmente crece en altitudes de 1.100 a 2.060 metros sobre el nivel del mar. No obstante, el valle de los Narcisos está solo a 200 metros de altitud, por lo que es el punto más bajo donde crece esta flor en particular.

Con el fin de preservar esta maravilla de la naturaleza, el valle de los Narcisos se convirtió en reserva natural en 1979. Veinte años después, el Consejo de Europa declaró especie protegida al Narcissus angustifolius.

Al principio estaba prohibido cortar la hierba en el valle tras la época de floración, pero a los pocos años, la cantidad de flores disminuyó. ¿Qué pasó? Los científicos descubrieron que si se dejaba crecer la hierba sin control, esta asfixiaba a los retoños de la planta. Así que se eliminó la prohibición, y el valle recuperó su equilibrio natural. Actualmente se pone precioso al llegar la primavera, y en invierno suministra forraje para el ganado.

Esta asombrosa belleza floral sirve para demostrar el potencial que posee nuestro hogar, la Tierra. Por cierto, muchos estudiantes de la Biblia anhelan ver el día en que, bajo el Reino de Dios, “el desierto y la región árida se alborozarán, y la llanura desértica estará gozosa, y florecerá” con hermosura (Isaías 35:1). Entonces, a medida que la Tierra alcance las condiciones paradisíacas similares a las del jardín de Edén, el entero planeta resplandecerá con una belleza como la del valle de los Narcisos (Génesis 2:8-15).