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Observando el mundo

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Agua de lujo

“Es un indicio de los tiempos actuales —asegura la revista alemana Natur+Kosmos—. Los estudiantes que están a la moda siempre llevan consigo su botella de agua de marca. En Nueva York, la gente ‘moderna’ se reúne en bares dedicados al consumo de agua. Y hay hoteles de cinco estrellas donde los camareros ofrecen una selección de marcas internacionales de agua mineral, la cual se clasifica según la calidad, tal como se hace con los vinos de las mejores cosechas.” El agua no es barata. “La gente paga muchísimo dinero por agua mineral envasada en botellas de diseño”, explica el artículo. En algunos hoteles, un litro de agua selecta puede costar hasta 62 euros. Aunque el agua de marca se haya convertido en una expresión del gusto del consumidor refinado, eso no significa que sea la mejor. Algunas marcas prometen bienestar físico y mental, salud y belleza. Pero muchos expertos consideran que el agua embotellada no aventaja en nada al agua normal. Por ejemplo, el artículo afirma que en Alemania, la calidad del agua del grifo es, por lo menos, tan buena como la del agua mineral que viene de lugares lejanos. Además, el agua del grifo no requiere envases de plástico ni transporte a miles de kilómetros.

Secretos de la dieta francesa

“Los franceses ingieren muchas grasas saturadas”, asegura el boletín UC Berkeley Wellness Letter. Y añade: “Sin embargo, son más delgados que los estadounidenses y tienen muchas menos probabilidades de padecer obesidad. En su caso, la tasa de mortalidad debida a enfermedades del corazón es un 50% menor que la de los estadounidenses y más baja que la de cualquier país de la [Unión Europea]”. ¿A qué se debe la paradoja? La respuesta quizás sea que los franceses “consumen menos calorías”, dice el boletín. Una serie de estudios llevados a cabo en restaurantes de París y de Filadelfia (Pensilvania, EE.UU.) mostraron que las raciones francesas eran mucho más pequeñas. Los libros de cocina también eran diferentes. Por ejemplo, en los recetarios franceses, las raciones sugeridas de carne eran inferiores. El artículo afirma: “El hallazgo más impresionante quizás sea que los franceses tardan mucho más en comer raciones más pequeñas. [...] El francés de término medio dedica casi cien minutos al día a comer, mientras que los norteamericanos engullen el pan de cada día (y mucho más) tan solo en sesenta minutos”. ¿A qué conclusiones se llegó? Limite las calorías. Tome cantidades razonables de alimentos nutritivos. Dése tiempo para disfrutar de la comida. Si le sirven raciones muy grandes, compártalas con otro comensal o llévese la mitad a casa, y “haga que comer en su hogar se convierta en una experiencia agradable”.

Cuide sus libros

Los “peores enemigos [de los libros] son el tiempo y la humedad”, afirma un artículo de la revista mexicana Día Siete. Para conservarlos en buen estado, se recomienda desempolvarlos por lo menos una vez al año. Pero al hacerlo, hay que apretar bien el libro con la mano para evitar que el polvo se cuele entre las páginas. La humedad se puede contrarrestar esparciendo polvos de talco en cada página y colocando un objeto pesado sobre el libro durante algunos días, para después eliminar el talco con un cepillo. Si se forma moho debido a la humedad, ráspelo suavemente con una hoja de afeitar y después límpielo con alcohol. No saque un libro del estante tirando de la parte superior del lomo. La mejor forma de sacarlo es sujetarlo con dos dedos por el centro del lomo, moviéndolo de un lado para otro a fin de separarlo de los demás libros y permitir que salga con facilidad. Los ejemplares muy grandes, especialmente los antiguos, pueden estropearse por su propio peso. Esto se puede evitar colocándolos de forma horizontal en los estantes.

¿Desaparición de los unitarios?

“Una de las confesiones más antiguas [de Gran Bretaña] [...] se halla en estado de decadencia irreversible y desaparecerá en pocas décadas”, afirma el diario The Times, de Londres. El movimiento unitario cuenta en Gran Bretaña con menos de seis mil miembros, la mitad de ellos mayores de 65 años. El pronóstico de la desaparición del movimiento lo hizo Peter Hughes, uno de sus ministros de mayor rango. Tomando como ejemplo su capilla más antigua en Liverpool, Hughes dijo: “Allí no tienen ministro desde 1976, y la causa unitaria está muerta en la práctica”. La denominación unitario se ha utilizado en Gran Bretaña desde 1673, explica The Times. “En el siglo XVIII, muchos presbiterianos ingleses se hicieron unitarios en rechazo a la creencia de la Trinidad, inspirados por un debate teológico sobre la divinidad de Cristo que provocó una crisis en la Iglesia de Inglaterra.” El periódico añade: “Pero ahora que ya no es ilegal abrazar una creencia no trinitaria y que a muchas iglesias no les importa que los ‘creyentes’ tengan puntos de vista liberales sobre las doctrinas tradicionales, ya no hay el mismo interés en el movimiento unitario que hubo en el pasado”.

La estatura mengua con la edad

A medida que la gente envejece, su estatura disminuye. “La razón tiene mucho que ver con la gravedad”, informa The Daily Telegraph, de Australia. Debido a la influencia de la gravedad, la altura de una persona varía a lo largo del día, volviendo a ser la normal durante el sueño. “Sin embargo, cuando los cuerpos envejecen y se debilitan, la disminución de estatura empieza a volverse permanente”, afirma el periódico. “Cuando las personas envejecen, pierden masa muscular y grasa, algo que es parte del proceso natural de envejecimiento y está muy relacionado con los cambios hormonales. Las vértebras pueden comenzar a desgastarse y ceder, haciendo que la columna encoja más de 2,5 centímetros.” La osteoporosis es una causa probable de la reducción de estatura.

La educación de niños bilingües

“Cuando se nutre con paciencia y sensibilidad, los idiomas múltiples pueden ser la fuente de una gran fortuna [para] los niños, sus familias y la sociedad en general”, afirma el diario Milenio, de la ciudad de México. Los estudios “concluyeron que los niños que hablan dos idiomas se desempeñan mejor en la escuela que aquellos que solo hablan uno”. A veces, los padres se preocupan cuando sus hijos mezclan palabras de ambos idiomas en una sola frase o cometen errores al aplicar las reglas de un idioma al otro. “Pero estos ‘errores’ gramaticales son triviales y se superan muy pronto —asegura el profesor Tony Cline, psicólogo especializado en el desarrollo del lenguaje infantil—. Si desde que el niño nace se le enseñan los idiomas de ambos padres, los absorberá naturalmente y, con el tiempo, sabrá diferenciarlos.