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“Deben sentirse orgullosos”

“Deben sentirse orgullosos”

“Deben sentirse orgullosos”

LOS verdaderos siervos de Dios reconocen la importancia de ser honrados, y el amor al Creador los impulsa a serlo. Tomemos el caso de Lázaro. Hace algún tiempo, cuando trabajaba en un hotel de Huatulco (México), encontró 70 dólares en el suelo del vestíbulo. De inmediato entregó el dinero al encargado que estaba de turno. Poco tiempo después halló una billetera en un baño y, para sorpresa y alegría de la persona que la había perdido, la llevó al mostrador de la recepción.

Estas buenas acciones llegaron a conocimiento del gerente, quien le preguntó qué lo había impulsado a devolver el dinero y la billetera. Lázaro explicó que los valores morales que había aprendido de la Biblia le impedían quedarse con algo que no le pertenecía. En una carta de agradecimiento, el gerente le dijo: “Hoy en día es difícil encontrar gente que conserve los valores morales. Apreciamos tu actitud, demostrando con esto que eres un hombre de bien, siendo un ejemplo para tus compañeros. Tú y los tuyos deben sentirse orgullosos de estas acciones”. Lázaro fue nombrado empleado del mes.

Algunos trabajadores pensaron que Lázaro había cometido un error al devolver el dinero y la billetera, pero al ver la reacción del gerente, lo felicitaron por mantener sus principios morales.

La Biblia anima a los discípulos fieles de Jesús a hacer “lo que es bueno para con todos” y a “comportar[se] honradamente en todas las cosas” (Gálatas 6:10; Hebreos 13:18). Sin duda, la honradez de los cristianos glorifica al “justo y recto” Dios de la Biblia, Jehová (Deuteronomio 32:4).