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Observando el mundo

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El mito del crecimiento del pelo

“Cortarse o rasurarse el pelo no afecta el crecimiento, la textura ni el grosor”, indica un artículo de salud y cultura física del diario The New York Times. Por años ha subsistido el mito de que el pelo que se corta o se afeita crece más rápido y se hace más grueso. Sin embargo, repetidos estudios realizados desde la década de 1920 han demostrado que “la longitud, la textura y el grosor del pelo están determinados por la genética y los niveles hormonales, y no por la frecuencia con que se rasure”, dice el artículo. ¿Por qué perdura el mito? Quizás porque mucha gente comienza a afeitarse desde muy joven, cuando el vello es más claro y no ha llegado a su máximo ritmo de crecimiento. Además, “la raíz es más oscura y áspera, por lo que el pelo parece más grueso cuando se cortan las puntas”, comenta el citado periódico, y añade: “El crecimiento del pelo también se nota más cuando aparece la rasposa barba después de afeitarse que cuando ya está largo”.

Cuidado con los juguetes ruidosos

“Los juguetes ruidosos lesionan el oído infantil”, dice el rotativo The Toronto Star. Y añade que, tras evaluar “40 juguetes para menores de tres años”, un grupo canadiense de audiólogos descubrió que, “como mínimo, veinticinco de ellos eran tan ruidosos que podían lesionar los oídos de los pequeños”. Un celular de juguete registró el sonido más elevado: 115 decibelios. Según el audiólogo Richard Larocque, ese nivel es “más bajo que el de un jet, pero más alto que el de la mayoría de las discotecas”. El nivel de ruido permitido actualmente por Health Canada es de 100 decibelios, pero el estudio señala que “una norma de 87 decibelios por treinta minutos de exposición protegería mejor el oído”, informa el periódico.

El desafío de las reuniones

Muchas empresas están viendo la necesidad de que sus reuniones de negocios sean breves, e incluso proponen eliminar las que sean innecesarias, según informa The New York Times. Así, para evitar que se pierda el tiempo, varios directivos han recurrido a medidas tan desesperadas como el uso de cronómetros, silbatos y sillas incómodas, además de tener a la gente de pie. Y al parecer, los directivos no son los únicos que piensan así. Cuando se encuestó a más de seiscientos trabajadores, las “reuniones demasiado largas” encabezaron la lista de pérdidas de tiempo. Patti Hathaway, autora de un libro sobre cómo manejar distintas situaciones en el trabajo, recomienda que los directivos den primero una mirada a la agenda para decidir si la reunión es realmente necesaria. En caso de que el objetivo de cierta reunión propuesta sea solo divulgar información, recomienda analizar la posibilidad de hacer llegar dicha información por correo electrónico.

Vivero subterráneo

“Una mina húmeda es el sitio perfecto para cultivar árboles. En primer lugar, la humedad y la temperatura geotérmica de 25 °C se mantienen constantes todo el año”, informa el periódico The Toronto Star. Desde 1986, la compañía minera y metalúrgica Inco Limited ha estado manteniendo sin publicidad un vivero subterráneo. A 1.400 metros [4.600 pies] de profundidad en su mina de Creighton, cerca de Sudbury (Canadá), cada temporada crecen 50.000 plantones de semillero, los cuales reciben diariamente 2.000 litros [530 galones] de agua y fertilizante de una serie de depósitos accionados por relojes. Para crear el efecto de luz solar, “la primera semana [treinta bombillas de 1.000 vatios] se dejan encendidas las veinticuatro horas del día; luego, durante tres semanas, se dejan dieciocho horas encendidas y seis apagadas; al final y por el resto del período de cultivo, doce horas encendidas y otras doce apagadas, igual que en el exterior”, explica el diario. La temporada comienza a finales de enero; para finales de mayo, los plantones de pino rojo y pino banksiano están listos para ser trasplantados en los terrenos de la compañía y sus alrededores. Algunos se donan a grupos comunitarios.

La jardinería reduce los efectos de la apoplejía

“La jardinería promueve el placer de vivir tras haber sufrido un ataque de apoplejía”, comenta el periódico alemán Gießener Allgemeine. Seis meses después de haber terminado la rehabilitación, se preguntó a 70 pacientes qué actividades contribuían a que se sintieran satisfechos. Entre las propuestas estaban, por ejemplo, efectuar las tareas del hogar, ir de compras, cocinar, leer, caminar, conducir, desempeñar su trabajo y participar en diversas actividades sociales, pero la jardinería fue lo único que, según ellos, hacía más satisfactoria la vida. De acuerdo con Brigitte Oberauer, terapeuta ocupacional, la jardinería “ayuda a los pacientes a centrarse en cosas específicas y mantener la concentración. Al tiempo que mantiene ocupados los sentidos, transmite el mensaje de que van apareciendo cosas nuevas y que la vida continúa. Ese es un mensaje importante tras una enfermedad grave”. Trabajar al aire libre también contribuye a dejar de vivir aislado en interiores, incrementa la movilidad y ejercita el sentido del equilibrio.

La atención a los mayores al borde de una crisis

“Si no mejoramos las condiciones de vida ahora y comenzamos a establecer cierto tipo de mecanismos de apoyo para los ancianos, en 2030 ó 2040 veremos una crisis humanitaria de proporciones colosales”, advierte Richard Jackson, director de la Iniciativa Global de Envejecimiento, de Washington, D.C. Según la edición internacional del rotativo The Miami Herald, la mayor longevidad y el descenso de las tasas de fertilidad han producido una “explosión de gente mayor” por todo el mundo. Por ejemplo, se pronostica que en México la cantidad de ancianos aumentará del 5 al 20% para 2050. En muchas naciones en desarrollo existe una situación parecida, como en China, donde se calcula que a mediados de siglo habrá 332 millones de ciudadanos de la tercera edad. Se trata de “una carrera contra el tiempo” para proveer los “monumentales servicios sociales” necesarios para los ancianos, afirma el periódico.

¿Curar a los niños en casa?

En Brasil y en otras naciones existe el hábito de medicar sin discreción a los niños, señala el periódico Folha Online. Se ha vuelto común mantener en casa un surtido de fármacos. Pero “contrario a lo que piensan muchos, hasta la medicina que se consigue sin receta puede causar daños irreversibles a la salud del niño si no se administra bien o es innecesaria”. En la mayoría de los casos, dolencias infantiles como una simple tos se curan solas, sin necesidad de recurrir a los medicamentos. “Tenemos la mentalidad de resolver cualquier problema con fármacos”, señala Lúcia Ferro Bricks, pediatra del Instituto Infantil del Hospital de Clínicas, de São Paulo. También se abusa de los suplementos alimenticios, cuando en realidad la buena alimentación satisface casi siempre las necesidades del pequeño. Por ello, “si los padres me piden una receta de vitaminas, les digo que tomen unas cuantas frutas y le hagan un buen jugo al niño”, comenta la doctora.