Cruzó el espacio exterior
Cruzó el espacio exterior
DE NUESTRO CORRESPONSAL EN TANZANIA
¿HA VISTO alguna vez una estela de luz cruzar el cielo estrellado? Quizás la llamó estrella fugaz. Pues bien, hablando con propiedad, estos fenómenos luminosos en realidad se denominan meteoros.
La mayor parte de la materia del espacio exterior que penetra en nuestra atmósfera se desintegra completamente antes de llegar al suelo. No obstante, a veces algunos fragmentos de materia rocosa o metálica resisten el intenso calor y alcanzan la superficie del planeta. Se los conoce como meteoritos. Aunque la mayoría son pequeños, algunos pueden pesar muchas toneladas. En Namibia (África) cayó uno que pesa unas 60 toneladas.
Aquí en Tanzania se puede visitar el lugar donde se halla el meteorito Mbozi, que ocupa el octavo lugar entre los más grandes encontrados en nuestro planeta. Se encuentra en el monte Marengi, en el distrito Mbozi del sur del país, cerca de la frontera con Malaui y Zambia. Pesa unas 16 toneladas, mide tres metros [10 pies] de largo y uno [3 pies] de ancho, y está compuesto en un 90% de hierro, un 9% de níquel y pequeñas porciones de cobalto, cobre, azufre y fósforo.
Nadie sabe cuándo cayó, pero tuvo que ser hace mucho tiempo, pues no existen leyendas locales al respecto. Un topógrafo de Johannesburgo llamado W. H. Nott anunció su descubrimiento en octubre de 1930. Posteriormente se cavó una zanja a su alrededor que le da el aspecto de haber sido colocado a propósito sobre un altar de piedra. Así pues, el meteorito sigue en el mismo lugar donde aterrizó.
A quienes han intentado seccionar una parte del meteorito para llevársela de recuerdo les ha resultado más difícil de lo que esperaban. En diciembre de 1930, al doctor D. R. Grantham, de la Sociedad Geológica, le tomó nada menos que diez horas cortar con una sierra especial una muestra de 10 centímetros [5 pulgadas]. Hoy día se la puede ver formando parte de la colección de meteoritos del Museo Británico de Londres.
El lugar donde se encuentra el meteorito Mbozi se ha acondicionado para recibir a los visitantes y dispone de una pequeña recepción con bancos y una mesa. El guardia, que vive en una casita de adobe a 50 metros [150 pies] del meteorito, nos pide amablemente que firmemos el libro de visitas. En él comprobamos que miles de turistas de todo el mundo se las han arreglado para llegar hasta aquí. Hojeamos un pequeño folleto sobre el meteorito y luego sacamos fotos.
Algunos niños se suben al meteorito y se imaginan que están a bordo de una nave espacial. Nosotros preferimos sentarnos cerca a comer y a disfrutar del relajante paisaje. Al mismo tiempo, nos quedamos admirados ante esta impresionante mole que cruzó el espacio para aterrizar en Mbozi.
[Ilustración de la página 15]
Cortes realizados al meteorito