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Observando el mundo

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El sueño nos ayuda a resolver problemas

“Muchas personas se han dado cuenta de que un problema que no han sido capaces de resolver para la hora de acostarse les parece mucho más sencillo por la mañana, como si su mente hubiera seguido dándole vueltas durante la noche”, señala el rotativo de Londres The Times. Unos científicos alemanes aseguraron haber encontrado pruebas que confirman este hecho y han publicado sus descubrimientos en la revista Nature. En un primer experimento enseñaron a 66 voluntarios dos reglas para resolver un problema matemático, pero no les explicaron otra que les permitía hallar la solución de forma más directa. Luego se dejó dormir a un tercio del grupo, mientras que a los otros dos tercios se les mantuvo despiertos, bien durante el día, bien toda la noche. El periódico londinense The Daily Telegraph indica al respecto que “el sueño hizo maravillas”. En el grupo de quienes habían dormido, “el porcentaje de éxito en deducir la tercera regla fue dos veces mayor que en los grupos de quienes permanecieron despiertos”. Para asegurarse de que los resultados no se debían a que quienes habían dormido estaban más descansados y lúcidos, los investigadores realizaron un segundo experimento. Se planteó otro problema a un grupo por la mañana después de haber dormido y a otro por la noche después de pasar todo el día despiertos. En esta ocasión no hubo diferencias en los resultados de ambos grupos, lo que demuestra que “el rendimiento no se debe a tener la mente fresca, sino a que el cerebro se reorganiza durante el sueño”, afirma The Times. “Así pues —concluye el doctor Ullrich Wagner—, el sueño constituye un proceso de aprendizaje particularmente creativo.”

El consumismo y los niños

Los niños y adolescentes norteamericanos de la actualidad conforman “la generación más obsesionada con las marcas, más consumista y más materialista de la historia”, declara Juliet Schor, socióloga del Boston College que ha investigado el impacto del consumismo en la población infantil. Según el periódico canadiense The Globe and Mail, algunos síntomas de este problema son “el gran interés por la apariencia y la ropa, la obsesión por la fama y las riquezas, y el hecho de dedicar cada vez más tiempo a la televisión, los videojuegos e Internet”. La profesora Schor descubrió que los niños que se obsesionaban con lo que querían comprar fantaseaban más con la idea de hacerse ricos. “También se volvían muy críticos consigo mismos y se sentían descontentos al comparar su vida con la de las personas que veían en la televisión y en los anuncios.” Por el contrario, el mismo periódico explica que los niños que no eran tan materialistas no sufrían mucho de depresión y ansiedad, tenían menos problemas psicosomáticos y más autoestima, y se llevaban mejor con sus padres.

Se autoimponen una prohibición

“Se calcula que hay entre 300.000 y 500.000 adictos al juego en Francia”, informa el diario Le Figaro. Con todo, cada vez son más los ludópatas decididos a abandonar el vicio. Según este periódico, ya son 28.000 los franceses que por voluntad propia se han privado del juego pidiendo a la policía que les prohíba la entrada en los establecimientos de juego legales durante un período de cinco años como mínimo. La policía nacional informa que reciben entre 2.000 y 3.000 solicitudes de este tipo al año y que el número se ha multiplicado por seis en la última década. A muchos jugadores compulsivos les gustaría que su adicción se considerara “un problema de salud pública tan real como lo son el tabaco, el alcohol y las drogas”, comenta el rotativo.

El jengibre alivia las náuseas del embarazo

“El jengibre alivia las náuseas de los primeros meses del embarazo”, dice el periódico Australian. Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Australia Meridional ha descubierto que tomar alrededor de un gramo de jengibre al día reduce las náuseas en los primeros meses del embarazo. En muchos lugares, el jengibre es ya un remedio tradicional para dicho problema. Sin embargo, su eficacia todavía no se había probado científicamente. Durante el estudio se determinó que resulta tan eficaz como una dosis diaria de vitamina B6, otro remedio que por lo general se receta en estos casos.

Las transfusiones de sangre incrementan la tasa de mortalidad

Un estudio publicado en la revista JAMA, de la Asociación Médica Americana, reveló que los pacientes de síndrome coronario agudo que recibían habitualmente transfusiones de sangre corrían más riesgo de morir que los que no lo hacían. “Este incremento del riesgo de muerte asociada a las transfusiones se mantenía incluso después de tomar en consideración las características demográficas y los imprevistos hospitalarios, tales como hemorragias y la necesidad de recurrir a procedimientos invasivos”, declara el informe. En vista de los resultados, los médicos que llevaron a cabo el estudio llegaron a la siguiente conclusión: “Recomendamos prudencia en el uso sistemático de transfusiones sanguíneas para mantener niveles de hematocrito arbitrarios en pacientes estables que sufren de cardiopatía isquémica”.

División en la Iglesia Anglicana

Philip Jensen, deán anglicano de Sydney y uno de los prelados más prominentes de Australia, acusó recientemente al arzobispo de Canterbury de ser “una prostituta teológica que se ganaba sus honorarios con engaños”, informa el periódico australiano The Age. Jensen lo censuró por sus opiniones liberales sobre el tema de la homosexualidad. El mismo rotativo explica: “Existe una profunda división en la Iglesia Anglicana con respecto a los homosexuales. Multitud de diócesis de África y Asia están rompiendo sus relaciones con la Iglesia de Canadá por aprobar las uniones homosexuales y con la de Estados Unidos por nombrar a un obispo que se declara abiertamente homosexual”.

El sufrimiento de mil millones de niños

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, más de la mitad de los niños del mundo —cifra que supera los 1.000 millones— padecen privaciones extremas, informa The New York Times. Los conflictos bélicos, el sida y la pobreza han contrarrestado gran parte del progreso alcanzado en los últimos quince años. Desde 1990, las guerras —55 de ellas civiles— se han cobrado 3.600.000 vidas, de las que casi el cincuenta por ciento eran niños. En muchos de estos enfrentamientos, los niños son secuestrados por rebeldes, violados u obligados a combatir. La desnutrición es endémica, y la atención médica prácticamente inexistente. Los niños huérfanos a causa del sida alcanzaron la cifra de 15.000.000 en 2003. Y más de 2.000.000 de niños acabaron siendo utilizados en la industria del sexo. El informe explica que, en contraste con los 956.000 millones de dólares destinados a los gastos militares cada año, combatir la pobreza solo costaría entre 40.000 y 70.000 millones.