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Los adolescentes necesitan comunicarse con los adultos

Los adolescentes necesitan comunicarse con los adultos

Los adolescentes necesitan comunicarse con los adultos

COMO saben los buenos padres, los niños pequeños requieren cariño y atención constantes. Por ejemplo, cuando necesitan que su papá o su mamá los abracen, se suben a su regazo. Al llegar a la adolescencia, en cambio, tienden a rechazar a sus progenitores, según indica la doctora Barbara Staggers, directora de la sección de medicina para adolescentes del Children’s Hospital and Research Center de Oakland (California, EE.UU.). No obstante, este es el período en el que más necesitan la atención de sus padres. ¿Por qué decimos eso?

En la adolescencia, los hijos empiezan a realizar actividades por iniciativa propia y sin supervisión, y ese es uno de los principales peligros, de acuerdo con la doctora Staggers. “Se trata de un período —dice ella en el diario The Toronto Star— en el que uno va aprendiendo quién es y cómo puede integrarse en el mundo que lo rodea. Si a eso le añadimos la inclinación a correr riesgos y el poder de la presión de grupo, los peligros se multiplican.” La adolescencia consta de varias etapas que no guardan relación con la edad, sino que “están determinadas por la forma en que [el adolescente] funciona, procesa la información y experimenta cosas nuevas”, señala la citada doctora. La adolescencia temprana es una época de ensimismamiento, preocupación por los cambios corporales e impulsividad. La adolescencia media se caracteriza más bien por la experimentación, y la adolescencia tardía, por el pensamiento independiente.

Estos años juveniles pueden ser emocionantes, pero también confusos, tanto para los padres como para los hijos. La doctora Staggers, que lleva más de veinte años tratando a adolescentes, dice que la mayoría “necesitan comunicarse con adultos que se interesen por ellos”. ¿Cómo se logra esto?

Manteniendo abiertas las líneas de comunicación. Padres, demuestren a sus hijos que se interesan por ellos escuchándolos cuando les hablen y haciéndoles preguntas que los ayuden a razonar y a prever las consecuencias de las malas decisiones que puedan tomar. Enfaticen los beneficios que reportan las buenas decisiones. Enséñenles cuál es la clase de conducta apropiada.

Los padres que se dejan llevar por la opinión general de que los hijos tienen que aprender a resolver los problemas por sí mismos los exponen a la mala influencia de individuos sin escrúpulos y sin principios (Proverbios 13:20). Por otra parte, los que siguen los consejos bíblicos brindan a sus hijos la mejor ayuda para superar las dificultades propias de la adolescencia y convertirse en adultos responsables. Los padres, por tanto, deben aprender a “entrena[r] al muchacho conforme al camino para él” (Proverbios 22:6).

El libro El secreto de la felicidad familiar * contiene buenas sugerencias para educar a los hijos adolescentes y comunicarse eficazmente con ellos. Además, ofrece prácticos consejos bíblicos para cada miembro de la familia.

[Nota]

^ párr. 7 Editado por los testigos de Jehová.