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Consuelo en medio de la desgracia

Consuelo en medio de la desgracia

Consuelo en medio de la desgracia

Dolores Gómez, testigo de Jehová de una pequeña localidad cercana a Barcelona (España), tenía 44 años de edad cuando su médico le diagnosticó un tumor cerebral y le dijo que le quedaban unos ocho meses de vida. Durante su enfermedad recibió constantes muestras de cariño de sus hermanos cristianos, y días antes de su muerte, sus parientes —que no son Testigos— llegaron de distintas regiones de España.

Los Testigos cuidaron de ellos dándoles alojamiento, comida y transporte, y atendieron sus demás necesidades. Los familiares se conmovieron al ver la inquebrantable fe y dignidad que Dolores demostró hasta el mismo final, así como la hospitalidad de sus hermanos cristianos. Por tal razón, expresaron sus sentimientos con las siguientes palabras:

“Esta carta está dirigida a un colectivo de hombres y mujeres que predican, no sólo mediante la palabra que promete amor hacia sus semejantes, sino también con obras que nacen desde lo más profundo de sus corazones, como hemos podido experimentar en un capítulo muy especial de nuestras vidas, la enfermedad mortal que padeció nuestra hermana Loli.

”Por eso, todos los hermanos de sangre venidos desde distintos puntos de España, unidos en el dolor de tan enorme pérdida, queremos expresaros nuestro más profundo sentimiento de gratitud y cariño hacia todos vosotros que la acompañasteis en sus alegrías y en sus penas, en sus grandezas y en sus miserias, hasta el último momento de su existencia aquí en la Tierra.

”También queremos que sepáis que hemos vivido una de las historias de amor y solidaridad más grandes de nuestras vidas, que volvemos a nuestras casas con nuestras familias y obligaciones, y que ya no seremos los mismos, pues hemos quedado marcados por la fuerza del amor que imperó en nuestra hermana Loli y en todos vosotros, y eso nos reconforta para seguir viviendo el día a día. [...]

”Nos despedimos de todos vosotros con un fuerte abrazo y el más profundo sentimiento de gratitud. Hasta siempre, amigos, y que Jehová os colme de felicidad.”

Firmada por los hermanos y familiares de Dolores Gómez

[Ilustraciones de la página 31]

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