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Cómo conservar una hermosa sonrisa

Cómo conservar una hermosa sonrisa

Cómo conservar una hermosa sonrisa

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN CANADÁ

CUANDO se mira al espejo, ¿en qué se fija? En el pelo, tal vez, o en algún otro detalle de su apariencia. ¿Qué hay de su sonrisa? ¿Se ha puesto a pensar en cuánto depende de sus dientes? Así es, si le interesa tener una hermosa sonrisa, tiene que cuidar su dentadura. Y como se supone que los dientes permanentes sean para toda la vida, merecen atención especial. Además de que mastican los alimentos y permiten una buena articulación de las palabras, los dientes proporcionan soporte a los labios y las mejillas, dando realce al encanto y la belleza de su sonrisa. ¡Qué valiosos son!

¿Cómo cuidarlos?

La salud dental empieza con lo que comemos. Es decir, una alimentación equilibrada que incluya calcio y vitaminas A, C y D favorecerá el crecimiento de los dientes, desde la matriz hasta que estén completamente desarrollados. * Los buenos hábitos alimenticios le ayudarán a mantenerlos sanos. Pero tenga cuidado con lo dulce; el azúcar favorece las caries. Se dice que el estadounidense de término medio consume anualmente de 50 a 60 kilos [100 a 130 libras] de azúcar, pese a las constantes advertencias que la relacionan con las caries. ¿Por qué representa tal peligro?

Las caries son provocadas por dos tipos de bacterias —Streptococcus mutans y lactobacillus— presentes en la placa, una capa pegajosa de microbios y restos de alimentos que se forma en los dientes. Las bacterias de la placa se alimentan de azúcar y, al hacerlo, producen ácidos que empiezan a disolver el esmalte de las piezas dentales. Ciertos azúcares son más fáciles de convertir en ácido; otros son más pegajosos y le dan más tiempo a las bacterias para causar daño. * Si la placa bacteriana no se elimina, puede endurecerse hasta formar un cálculo sobre el borde de la encía: el llamado sarro.

Para evitar las caries es fundamental eliminar la placa, especialmente la bacteria Streptococcus mutans. De modo que, para conservar una hermosa sonrisa, la higiene bucal diaria es un requisito. La Escuela de Cirugía Dental y Oral de la Universidad de Columbia afirma: “Sumado al uso del hilo dental, [el cepillado] es la medida más valiosa para conservar la salud y la vitalidad de los dientes y de los tejidos que los sostienen”. Encontrará en estas páginas recomendaciones prácticas sobre el cepillado y el uso del hilo dental, pero su dentista podrá recomendarle otros instrumentos y técnicas que le permitan lograr una buena limpieza y proteger así su hermosa sonrisa.

Los ataques repetidos de los ácidos desmineralizan (o ablandan) el esmalte del diente. No obstante, tales lesiones se reparan diariamente. ¿Cómo? Se ha descubierto que los fluoruros contribuyen a evitar las caries participando en el proceso de remineralización. Por tanto, aunque la caries sea una enfermedad degenerativa, también es reversible cuando determinados factores, como el flúor, están presentes. ¡Los dientes pueden repararse a sí mismos!

El miedo al dentista

Cuando en un sondeo se pidió a la gente que enumerara sus temores, el miedo al dentista solo fue superado por el miedo a expresarse en público. ¿Está justificada tal ansiedad? Al menos en países prósperos, la mayoría de los tratamientos implican hoy día muy poco dolor o incomodidad para el paciente, gracias a los instrumentos modernos de alta velocidad y los anestésicos tópicos y locales de los que disponen los profesionales. Saber en qué consiste cada paso de su tratamiento bien podría disipar algunos recelos.

Entre los tratamientos que ofrecen los profesionales está la limpieza dental, o raspado de los dientes, que suele realizar un higienista. Lo que se hace es retirar el sarro y la placa de aquellos sitios a donde ni el cepillo ni el hilo dental pueden llegar. A continuación se pulen las piezas para retardar la formación de nueva placa y eliminar las manchas que estropearían su sonrisa.

Puesto que se ha comprobado que el fluoruro en forma mineral logra reducir la incidencia de caries, el dentista suele aplicarlo en forma de gel, solución o barniz a los dientes de los niños que acuden a su consultorio. Con el mismo objetivo de prevenir la caries, muchos países lo añaden a su abastecimiento público de agua potable, y es un ingrediente común en las pastas dentales.

¿Qué puede hacer el dentista?

Cada día que pasa, los profesionales dentales reciben más capacitación en medidas preventivas que tienen como fin reducir los daños causados por la desmineralización. Al tratar las lesiones cuando son pequeñas, muchas veces es posible invertir el proceso degenerativo. Por ello, si se concentra en la detección temprana y el tratamiento, su cita con un profesional de la salud dental no tiene por qué convertirse en una experiencia desagradable.

Pero si el ácido creado por la placa bacteriana permanece en el diente, aparecerá la caries. Si se deja avanzar, se formará una cavidad, y entonces habrá que atender el diente. Si el daño no ha llegado a la pulpa dental, es decir, al nervio, normalmente será posible restaurar la pieza con un relleno.

Para reparar la pieza, el dentista limpia la cavidad y le da la forma necesaria con un instrumento llamado fresa. Luego tapa la cavidad con un relleno, que puede ser una amalgama (la cual endurece pronto y se talla para darle el acabado final) o una mezcla de resinas (que se cura con luz azul de fibra óptica). Ahora bien, si la pulpa está infectada porque se descuidó la caries, será necesaria una endodoncia o quizás incluso haya que extraer la pieza. La endodoncia consiste en rellenar y sellar la cavidad pulpar, o raíz, medida que podría evitar la extracción del diente enfermo. Las coronas se usan para recubrir piezas muy dañadas, mientras que los puentes y las dentaduras son para reemplazar piezas. *

Por qué vale la pena

¿Lo pone nervioso la idea de acudir al dentista? Entonces exprésele sus temores. Antes de empezar el tratamiento, indíquele qué señal usará (como levantar la mano) cuando sienta dolor y pídale que le explique con detalle qué va a hacerle. Si tiene hijos, contribuya a su salud bucal hablando de forma positiva sobre el cuidado de los dientes y no usando al dentista como amenaza para el que se porte mal.

El doctor Daniel Kandelman, profesor del Departamento de Salud Oral de la Universidad de Montreal, afirma: “Hoy es posible alcanzar esta loable meta en salud dental: mantener los dientes naturales sanos y tener una hermosa y radiante sonrisa durante toda la vida”. ¿Verdad que vale la pena el esfuerzo?

[Notas]

^ párr. 5 Un diente completamente desarrollado es un registro permanente de los hábitos alimenticios de la madre durante el embarazo y de la persona durante su primera infancia, cuando los dientes se van formando debajo de las encías. El crecimiento se detiene en la adolescencia o poco después de cumplir los 20 años.

^ párr. 6 Los profesionales de la salud dental han descubierto que el xilitol, derivado de un azúcar natural, es útil para combatir la dañina placa bacteriana que produce la caries. Algunas gomas de mascar contienen xilitol.

^ párr. 16 Hallará más información sobre el reemplazo dental en el artículo “¿Necesita usted una dentadura postiza?”, de ¡Despertad! del 22 de febrero de 1993, págs. 18-20.

[Ilustraciones y recuadro de la página 12]

Cómo cepillarse

Existen varios métodos para cepillarse, pero tenga cuidado, utilice solo un poco de pasta dental, pues es un abrasivo hasta “cientos de veces más duro que la estructura de los dientes”.

1 Coloque las cerdas a un ángulo de 45° sobre la encía. Cepille suavemente de la encía hacia el diente. Asegúrese de limpiar los dientes por dentro y por fuera.

2 Cepille las superficies de masticación con movimientos de barrido.

3 Para limpiar el interior de los dientes frontales, sostenga el cepillo en posición casi vertical. Cepille partiendo del borde de la encía hacia el diente.

4 Cepille la lengua y el paladar con movimientos de barrido.

[Reconocimiento]

Pasos 1-4: por gentileza de www.OralB.com

[Ilustraciones y recuadro de la página 13]

Uso del hilo dental

Los dentistas recomiendan usar diariamente el hilo dental y siempre lavarse los dientes después de comer.

1 Enrede un poco de hilo en el dedo medio de ambas manos, dejando un tramo corto entre ambos.

2 Tense el hilo con el pulgar de una mano y el índice de la otra. Insértelo entre dos dientes con movimientos de vaivén.

3 Curve el hilo en forma de “C” y raspe los lados de cada diente de arriba abajo. Resbale suavemente el hilo entre el diente y la encía, pero sin presionar demasiado sobre ella; evite moverlo de adelante hacia atrás por debajo del borde de la encía.

[Reconocimientos]

Fuente: The Columbia University School of Dental and Oral Surgery’s Guide to Family Dental Care

Pasos 1-3: por gentileza de www.OralB.com