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De nuestros lectores

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Médicos Hace poco leí el tema de portada “Los retos del médico de hoy” (22 de enero de 2005). Les agradezco la forma tan clara como transmitieron los sentimientos de los doctores. Como enfermera que soy, he visto por mí misma la falta de entendimiento mutuo entre facultativos y pacientes. Espero que el reportaje logre que haya mayor comprensión hacia los profesionales de la salud y que la gente valore sus servicios.

L. K., Rusia

Un doctor me contó que había leído la revista con mucho interés. Elogió el trabajo de investigación y dijo que concordaba completamente con el reportaje. Gracias por estos maravillosos artículos.

H. Z., Alemania

Como paciente, había estado pensando solo en mí, pero la revista me hizo comprender las tensiones que acosan a los médicos. A partir de hoy, cuando vaya a la consulta, ya no hablaré tan solo de lo que a mí me parece que tengo, sino que seguiré los consejos del recuadro “Formas de colaborar con el médico”. Quiero ser un paciente más comprensivo.

J. M., Japón

Soy anciano cristiano y médico, y lo que más me afecta es el desgaste por empatía, ocasionado por el gran número de pacientes que atiendo todos los días. Ser testigo de Jehová me ha ayudado a ejercer mi profesión con equilibrio. Me esmero por ser eficiente en mi trabajo, de modo que pueda disponer de suficiente tiempo en casa para dedicárselo a mi esposa, mis hijos y mis obligaciones cristianas. Gracias a ¡Despertad!, logro conservar el equilibrio y enfocarme en lo que tiene verdadera importancia.

P. R., Estados Unidos

No estoy de acuerdo con la afirmación de que “no es raro que el abogado realice acusaciones sin base con el único objetivo de sacar grandes compensaciones”. Los abogados normalmente no obtienen nada sin un veredicto o un acuerdo, y para ganar un juicio, deben demostrar que se infringieron las normas de atención médica. Con más de treinta años atendiendo demandas por negligencia, puedo asegurarles que he rechazado cientos de casos antes de aceptar uno.

J. M., Estados Unidos

¡Despertad! responde: Nuestro comentario no pretendía aludir a lo extendido de la práctica, sino destacar que la frecuencia de litigios por negligencia provoca verdadera ansiedad en muchos médicos. Claro, no puede negarse que existan demandas infundadas, pero aun así las observaciones del lector siguen siendo válidas. El sistema legal contiene mecanismos que hacen impráctico —además de poco ético— presentar una demanda sin base.

Los jóvenes preguntan Tengo 11 años, y me encantó el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Qué debo hacer cuando los demás me cuentan sus problemas?” (22 de enero de 2005). En mi escuela hay una chica que ha sufrido muchísimo, y me lo contó todo. Para colmo, su abuelo murió la semana pasada. En el artículo hallé bastantes puntos que me servirán para consolarla. Me anima mucho saber lo bien que entiende Jehová las situaciones por las que pasamos los jóvenes.

A. H., Estados Unidos

Tengo 14 años, y muchos compañeros me buscan para que les dé consejos. De vez en cuando resulta que se trata de problemas en los que no es apropiado que yo intervenga. Por eso, les explico por qué no les puedo ayudar, y en ocasiones he podido brindarles alguna información bíblica. Como ahora las preguntas son sobre mi religión, se me ocurrió abarcar el tema “¿Quiénes son, realmente, los testigos de Jehová, y qué creen?” en una exposición oral que tengo asignada.

B. D., Canadá