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Cuando se agotan los alimentos

Cuando se agotan los alimentos

Cuando se agotan los alimentos

EN ALGUNAS zonas del planeta, los habitantes de las ciudades dan por sentado que cuando vayan a la tienda o al mercado, encontrarán suficientes víveres a precios asequibles. Cuando este es el caso, los consumidores normalmente no le dan mayor importancia al abastecimiento y distribución de los alimentos. Pero en tiempos de crisis, sí se detienen a pensar en todo lo que se necesita para que los comestibles lleguen a sus cestas de la compra. Si por alguna razón corre peligro el suministro de alimentos, las consecuencias pueden ser desastrosas.

Veamos lo que sucedió en un país del norte de África con dificultades económicas. Debido a la eliminación de los subsidios agrícolas, el precio del pan se duplicó de la noche a la mañana. Los ciudadanos se lanzaron enfurecidos a las calles para protestar, rompiendo a su paso los cristales de las tiendas y asaltando bancos y oficinas de correos. Los disturbios fueron extendiéndose por todo el país, y finalmente se declaró el estado de emergencia. En un intento de sofocar las revueltas, las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra las muchedumbres, lo que dejó un saldo de 120 muertos y una cantidad mayor de heridos.

El suministro de alimentos puede plantear problemas incluso en países económicamente estables, como muestra lo sucedido en Gran Bretaña en septiembre de 2000. En protesta por los altos precios del combustible, grupos de ciudadanos bloquearon la salida de los camiones cisterna de las refinerías de petróleo. En cuestión de días se agotaron las reservas de las gasolineras, lo que dejó a los vehículos sin carburante y paralizó el sistema de distribución de alimentos. Las tiendas y supermercados de todo el país agotaron enseguida sus existencias, pues por lo general se abastecen mediante un sistema de entregas frecuentes de mercancía.

En el mundo en desarrollo, la distribución de alimentos se complica de diversas formas. Por distintas razones —como sequías, crisis económicas, disturbios civiles y guerras— “se producen ineficiencias e interrupciones de los servicios con gran frecuencia. Cuando esto ocurre, aunque los efectos pueden ser localizados o temporales, es la población pobre la que más padece las consecuencias”, señala el documento Alimentar a las ciudades, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Los analistas creen que el rápido crecimiento urbano presentará “enormes retos” a los proveedores y distribuidores de comestibles. Se calcula que en el año 2007, más de la mitad de los habitantes del planeta vivirán en ciudades. Según la FAO, “proporcionar a esta población alimentos inocuos” y asequibles “ejercerá sobre la cadena de suministro y distribución de alimentos una presión extrema”.

Está clara la importancia de que los víveres lleguen a nuestra cesta de la compra y a nuestra mesa. Pero ¿es seguro el sistema de suministro de alimentos? ¿Por qué temen los especialistas que esté llegando a su límite? ¿Llegará el día en el que nadie tenga que preocuparse por conseguir alimento?

[Ilustración de la página 2]

Izquierda: mercado flotante de Tailandia

[Reconocimiento]

© Jeremy Horner/Panos Pictures

[Ilustración de la página 3]

Saqueo durante un período de escasez de alimentos

[Reconocimiento]

BETAH/SIPA